parte 15.

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¡HOLA! Estoy de vuelta. Las clases apenas me dejan escribir y que siga con el drama de estas dos, pero intento buscar un hueco de vez en cuando para ello. Espero que os guste y que paséis un buen fin de semana xoxo.

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Cuando Dana salió por la puerta de su casa con la intención de pasear hasta una zona con mejor acceso para Jonan se encontró con un jocoso muchacho que la observaba con una sonrisa pícara. Esta mostró una mueca de frustración y tras negar emprendió el camino, ahora seguido por él.

- ¿Qué haces aquí?

- Te echaba de menos. - Comentó este, paseándose a su alrededor con una mueca de pena o el intento de ello.

- Y yo qué creía que habíamos pasado esa época. 

Dana paró en seco, plantándole cara a este, quien en un principio se mostró sorprendido, pero apenas aquello duró unos segundos.

- ¿Cual?

- La época en la que intentas mentirme y yo finjo creérmelo todo para hacerte feliz. 

- Cualquiera diría que la cercanía de esa tal Alyssa te está cambiando.

Dana arqueó ahora una de sus cejas, no esperaba el comentario y menos que él estuviera al tanto, pero aún así logró mantener la compostura.

- Deberías dejar de tomar harina, Ricky. -Murmuró Dana ahora, que sin saberlo cómo llevaba la voz cantante en la conversación y comenzaba a ver a un poco habilidoso Ricky frente a sus palabras. 

Este, tras unos instantes alargó uno de sus brazos para enredar la cintura de la muchacha entre ellos y la acercó a él, ahora con una mueca de molestia. 

- No sé quién te crees que eres, pero te recuerdo que tenemos una cuenta pendiente Dana. 

- Me la suda. -Casi que escupió esta tras haberse soltado de sus brazos con un fuerte empujón.

Ricky se hubiera sorprendido aún más y se hubiera mostrado de la única forma que realmente Dana conocía de él, y que había tenido que aguantar hacía apenas unos meses. Este gruñó con fuerza al escuchar el claxon de una camioneta, concretamente la de Jonan, quien ahora se abría paso hasta ambos jóvenes.

- ¿Te está molestando? 

Ricky levantó sus brazos con una pícara sonrisa en su rostro, y tras escupir a un lado de ambos ladeó la vista a Jonan.

- Deberías volver a casa a jugar con las muñecas, Jonan. 

- Yo debería volver a partirte la cara, idiota. 

Dana rapidamente rodeó una de los brazos de Jonan con los suyos, indicándole que todo estaba bien y apartándolo unos pasos de Ricky, quien observaba la escena sonriente. 

- Nos veremos Dana. -Este giró y tras unos instantes desapareció.


- ¿Estás bien? - Preguntó Jonan tras unos minutos de viaje, ya que ese fue el tiempo que había tomado en relajarse. Dana había puesto la canción favorita de este en bucle para que fuera posible. 

- Tenía la situación controlada, pero te lo agradezco bebé. -Murmuró la joven antes de acercarse a él y proporcionarle un sonoro beso en una de sus mejillas. - Te quiero. 

- Y yo a ti, te voy a echar mucho de menos en este pueblo cuando te marches de aquí. -Susurró ahora, volviendo a ser el verdadero Jonan que esta conocía. 

- ¿Podemos no ponernos sentimentales ahora? Queda mucho para que deje de darte dolores de cabeza. 

Ambos rieron.

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