Prisioner.

parte 16.

- Necesito besarte. - Susurró cerca de sus labios, sintiendo como ambos se envolvían en un olor a menta que emanaba Dana de sus labios. Esta negó con rapidez y tras colocar sus manos sobre el pecho de Alyssa la alejó suavemente. 

- Sabes que no puede ser posible, es lo mejor para ambas.

Pero Alyssa afianzó el agarre y situó ahora una de sus manos sobre de su cintura, provocando que una pequeña corriente recorriera su espina dorsal. Alyssa hundió su rostro en el cuello de su acompañante, derrotada por la situación y tras inspirar con fuerzas alzó su rostro y lamió los labios de Dana, provocando que esta se sorprendiera y que despertara. Cuando abrió sus ojos y se percató de que había sido un sueño echó a un lado a un perro que se había subido a su cama.

Una risa desde el umbral de la puerta la hizo comprender más la situación, su pequeño hermano nada más verla echó a correr, seguido de aquel perro que la había besado y que no haba visto en su vida.

- ¡Voy a acabar contigo! - Exclamó una vez que se había hecho con su albornoz y había bajado las escaleras. Seguía asqueada por la situación y molesta por la interrupción de aquel sueño.

- Dana, deja a tu hermano y ve a prepararte. - Indicó su madre, quien había salido de la cocina para defender al pequeño, que ahora la observaba con una mueca vencedora detrás de su madre. - En una hora debemos estar de camino.

- ¿Qué se supone que vamos a hacer allí? - Preguntó esta fastidiada, no quería salir aquel domingo de su casa. -

- Meredith ha citado a algunos vecinos en el pub, quiere hablar con nosotros y creo que ambas entendemos que trabajando allí tu debes ser la primera en estar.

Esta refunfuñó, adoraba a Meredith pero aquel día pretendía pasarlo escribiéndolo o con Jonan y Bailey. 

Volvió a su habitación y tras unos minutos terminó de vestirse. Esta tomó el móvil y lo ojeó por arriba, buscando un mensaje de sus amigos o de Alyssa, aunque no era el momento. Simplemente tenía un mensaje de un número no conocido para ella.

xx: Hola Dana, Alyssa nos ha dejado tu número de teléfono para que contactemos contigo y nos pongamos desde que puedas manos a la obra. Necesitamos que llames a este teléfono de contacto antes del miércoles siguiente para empezar.

Aunque seguía dormida y le costaba procesar la información, finalmente consiguió darse cuenta de que se trataba de la chica que iba a ponerse en contacto con la muchacha de parte de su amiga para poder grabar el demo de una canción que entre ambas habían elegido. Le tomó unos segundos pero finalmente reaccionó y contestó a la joven, para seguidamente escribir a Alyssa con el fin de confirmar que se trataba de esa muchacha y así era.

Tras 45 minutos ya se encontraba lista. Esta bajó rapidamente, acariciando al perro a quien no había tenido tiempo de conocer y que parecía ser otro miembro de la familia. Su padre le confirmó que la noche anterior él y sus hermanos lo habían encontrado perdido por el pueblo y tras la insistencia del más pequeño lo habían acogido en casa hasta que aparecieran los dueños y en el caso de que no fuera así indefinidamente.

Una vez allí la familia entró en el pub, donde otras personas del pueblo y Meredith los recibieron cálidamente. Dana abrazó con fuerza a la anciana, proporcionando un beso en su cabellera y tras susurrar en su oido que tenía algo que contarle posteriormente desapareció entre las personas de la reunión, ya que en esa ocasión le tocaba cuidar de sus hermanos en la parte trasera del edificio, quienes jugaban con el perro, quien alegremente ladraba al más pequeño. 

- Tengan cuidado, chicos, se van a caer. -Advirtió Dana, tras haber tomado asiento en las escaleras que la llevaba al interior del edificio. 

- ¡Jonan! - Exclamó su hermana, quien se había ruborizado inmediatamente. Dana y el joven rieron al ver lo que había provocado en ella y tras abrazarla volvió a jugar con el perro.