Prisioner.

26.

La televisión del hotel que se encontraba en el buffet donde habían desayunado algunas mañanas llamó la atención de Dana, pues una imagen que mostraba a una sonriente Alyssa junto a Zack fue el tema principal de aquella noticia. Ante ello dejó a un lado la mesa que ocupaba con sus amigos, quienes la observaron de forma curiosa y clavó su vista en la pantalla. 

"Algunas fuentes cercanas indican que Alyssa actuará en la película que protagonizará Zack . Se prevé que sea la más taquillera de este nuevo año."

Dana chasqueó la lengua aparentemente molesta pero siendo consciente de que aquella situación terminaría dándose. Sin embargo, fue rápido sorprendida por Bailey, quien sostuvo firmemente su cintura cuando estuvo a su lado y clavó su mirada en el televisor, provocando en parte una rápida incomodidad que desapareció al ver la muchacha de quién se trataba. 

- Yo me lo montaría contigo antes que con el. - Aquellas palabras sacaron una gran carcajada a Dana. Bailey sabía cómo mantener su mente alejada de la sensación que provocaba Alyssa en ella y en el fondo la consolaba. 

- Yo también me lo montaría antes contigo que con el. - Bailey se encogió de hombros y tomó su mano derecha, llevándola consigo de vuelta a la mesa, donde esperaba Jonan. 

- ¿Estás bien? - Preguntó su amigo, a sabiendas de lo mal que podía sentirse la joven por la situación que vivía amorosamente con Alyssa. La morena simplemente se encogió de hombros. - Bueno, cambiemos de tema entonces, ¿a qué hora sale el avión?

- Las 12 p. m. - Respondió Bailey después de consultar las notas de su teléfono, donde apuntaba todo para evitar olvidarse pues era un desastre. - Tenemos aún una hora para pasear por aquí antes de subirnos a ese odioso avión de vuelta a nuestra simple vida normal.

- Eres una dramática. - Respondió Dana con una sonrisa ante la actitud que había tomado su amiga.

-  Yo sugiero que vayamos a algunas tiendas, necesito algo de ropa nueva. - Ambas jóvenes rieron ante la propuesta de Jonan, quien finalmente terminaría saliéndose con la suya. 

Así que una hora más tarde ambos se encontraban en el centro de la ciudad y a escasos metros del hotel donde se hospedaban. Bailey observaba curiosa un escaparate junto a Dana, a la cual había arrastrado consigo para que le indicara qué tal podía verse con un vestido que usaría al salir de vuelta a casa. 

- ¿Negro o blanco? - Dana volvió a repasar el cuerpo de su amiga bajo su atenta mirada. 

- Negro, bueno... ambos. - Esta se encogió de hombros, se veía espectacular con aquellos dos colores. 

- Solo puedo permitirme uno. 

- Entonces blanco, ya tienes varios negros.

La rubia volvió a entrar en el vestidor dispuesta a vestirse para pagar y salir de aquella tienda, justo en el momento en el que dos niñas se acercaron hasta Dana, llamando la atención de esta.

- ¿Eres Dana? - Preguntó la más pequeña, notablemente alterada. Aquello descolocó por completo a la morena.

- Si, soy yo. ¿Qué ocurre? 

Aunque la situación era chocante para esta, la joven se colocó de cuclillas para estar a la altura de ambas. Como respuesta estas esbozaron una pequeña y tímida sonrisa. 

- Eres amiga de Alyssa, ¿no es así? - Dana asintió. Así que era eso lo que buscaban de ella; aquello le sacó una pequeña sonrisa.

- Realmente solo somos conocidas, ¿queréis que le diga algo que vuestra parte?

Las niñas se miraron entre sí por unos instantes, como si fuera una cuestión de vida o muerte y aquello hizo sonreír aún más a Dana, pues podía ver el amor en sus ojos por Alyssa y creía que en ese momento era lo que necesitaba para seguir con la gira. 

- ¿Podrías? - Dana asintió. - 

Alyssa no dejaba de repetir una y otra vez en su teléfono el demo de la canción de Dana, después de que Susana se lo enviase aquella mañana con el fin de obtener su aprobación, pues contribuía finalmente económicamente en el proyecto. Y a pesar de que para Alyssa era obvio que con cualquier cosa que Dana creara sería más que suficiente para que esta enamorara a todos con su voz y su música la joven lo escuchó repetidas veces, usando en parte, ese hecho de excusa para escucharla y sentirla más cerca de ella de lo que podía.

Cuando entró en el hall del hotel se deshizo de los cascos que portaba y donde resonaba la ronca y profunda voz de Dana que provocaba que su piel se pusiera de gallina, sobre todo por el hecho de que le recordara a aquella noche que habían pasado días atrás y que se había grabado con fuego en su cabeza. Casi sin darse cuenta se había sonrojado, gesto que notó Zack quien se había acercado hasta ella.

- ¿Qué haces? Eres muy rarita. - Alyssa dejó sus ojos en blanco ante las palabras del muchacho, no lo aguantaba. 

- ¿Qué querías? - Este frunció su ceño ante las palabras de Alyssa, quien se encontraba completamente ajena a su agenda ese día. 

- La premier, la tenemos hoy. 

Mierda. Se había olvidado y según las pintas que ya presentaba Zack daba por hecho que tenían que salir en nada. Esta suspiró profundamente y después de unos segundos corrió hacia la habitación, donde tardó unos pocos minutos en tomar el primer vestido que encontró y maquillarse de forma apropiada para un evento como aquel. 

Sin embargo, cuando estaba por salir por la puerta de la habitación una videollamada de Dana la desconcertó. A pesar del poco tiempo con el que contaba esta descolgó y logró verla junto a dos pequeñas que parecían sonreír nerviosas, algo que la enterneció por completo.

- ¡Hola! - Saludó sonriente. Dana la vio radiante con aquella vestimenta y maquillaje. - ¿Quienes sois?

- Acabado de encontrármelas, son fans tuyas.

Después de unos pocos minutos que pudo mantener en conversación con las niñas, esta les prometió que tendrían mediante Dana varias entradas para su concierto en la ciudad más cercana al lugar en el que vivían y poco después la joven debió colgar a la muchacha para subirse al coche que la llevaría junto a Zack a la premier.

Cuando se encontraba dentro de aquel auto blindado tuvo unos segundos para sentirse abrumada por la situación que le había tocado vivir después de involucrarse tanto con Dana, la persona con la que necesitaba estar en ese momento. Zack pareció interpretar la situación por la que se encontraba pasando la muchacha y para la sorpresa de esta no volvió a molestarla hasta que llegaron a la alfombra roja.