Las jóvenes salieron del local al parecer con un rumbo fijo, y pasearon durante un par de minutos presas de la incomodidad en la que se vieron envueltas al Alyssa no poder sacar un tema de conversación interesante ahora que había conocido a la muchacha y que la tenía delante. Fue tanta esta dicha incomodidad que finalmente Dana casi se vio obligada a ser la primera en romper el hielo.
- ¿Eres de por aquí? No te había visto antes y ya llevo un par de años viviendo en el pueblo con mi familia.
- Nací aquí, pero mis padres se divorciaron y me mudé con mi padre a Londres, luego mamá se fue a New York y he estado de un país a otro hasta hace poco, que decidí venir a este pueblo a ver mis abuelos.
- Entonces imagino que te estarás quedando por unos días, que espero que sean muchos... Meredith me ha chivado que eres clientela frecuente la noche de los viernes.
Aquella declaración tomó por desprevenida a Alyssa, quien giró seguidamente y de forma brusca hacia Dana en un intento de confirmar que la engañaba.
- No te lo decía a mal, no pienses que es así... - Intentó excusarse ahora la joven, pues notó lo incómoda que se encontraba Alyssa ante sus palabras. Pero esta simplemente negó rápidamente con su cabeza y ambas emprendieron el camino.
Unos minutos más tarde terminaron por llegar a la parada, situada en un paraje vacío y casi desolador a las afueras de aquella carretera que llevaba al pub. Dana dejó sus cosas en el asiento de plástico y giró sobre si misma intentando recuperar el buen rollo que parecían haber tenido antes de soltar aquel comentario, curiosa a su vez por cómo le había sentado a su acompañante, pero esta se adelantó.
- Lo cierto es que si lo soy, clientela habitual digo. Hace tres viernes que pasé por el pub con una amiga y tú actuación nos sorprendió a ambas, pero especialmente a mi... quiero decir, el conjunto de ella. Las canciones son buenísimas, no sé si son tuyas pero el caso es que aunque no lo fueran, como ocurre con los covers, los llevas hacia tu terreno haciendo que lo parezcan y me parece algo muy especial.
Ahora la sorprendida fue Dana, pues no esperaba para nada aquella declaración de la semidesconocida en aquel paraje solitario, habiendo siempre imaginado esas palabras en otro contexto más profesional. Pero, aún así, estas fueron el impulsor necesario para hacerla querer retomar la canción que había dejado aquella misma mañana olvidada en un cajón, presa de la ansiedad por acabarla y dejarla ver la luz.
- Creo que nunca me habían dicho algo tan sincero, muchas gracias. - Casi musitó la joven morena víctima de la timidez que ahora la embargaba.
"1 a 1" pensó traviesa Alyssa, al empatar con Dana en dejar a la otra sin palabras. Pero este se disipó rápidamente, Justo en el instante en el que la luz del autobús cegó a ambas jóvenes.
- ¿Cómo pretendes volver a casa de tus abuelos? - Preguntó Dana realmente preocupada, ya que era una muchacha que solía preocuparse por todo.
- Tengo el coche cerca del pub, pero no quería incomodarte preguntándote si te acercaba a algún lado, es lo típico que diría cualquier persona extraña y con malas intenciones.
Aquellas palabras hicieron reír a Dana, puesto que no esperaba ese comentario tan gracioso por parte de Alyssa, ya que en todo momento había demostrado ser una joven seria.
- Me gustaría que tuvieras cuidado entonces al volver a él, el pueblo es tranquilo pero he visto los suficientes documentales y vídeos en YouTube sobre señores extraños como para dudar de él.
- Tranquila, si antes no tenía miedo de ir sola andando hasta el coche... ahora... -Murmuró casi al final de la frase, esbozando posteriormente una gran sonrisa. - Prometo ir con cuidado, ¿te vale?
- Me valdría más si me lo confirmaras al llegar al coche. ¿Te vale a ti?
- Muchísimo. - Y la sorprendida volvió a ser Alyssa, quien en un gesto rápido sacó su teléfono y apuntó en la agenda y a duras penas el número de contacto que Dana le proporcionaba.
Seguidamente y tras despedirse con su mano, la muchacha subió al autobús y Alyssa emprendió el camino tras esperar a que éste desapareciera por la carretera. El paraje era solitario, en eso tenía razón Dana, pero no en que le pasaría algo aquella noche a Alyssa, quien llegó pocos minutos después ansiosa sobre todo por confirmarle mediante un mensaje a la joven cantando que por los peligros de aquella carretera.
"Estoy en el coche, he llegado sana y salva"
Alyssa dejó el teléfono en la guantera, evitando que éste captara la atención en los siguientes minutos que duraba la trayectoria hasta la casa de sus abuelos y una vez que llegó volvió a sacarlo, para encontrarse una respuesta de Dana.
" en casa "
"he llegado sana y salva también"
"que duermas bien, Alyssa"Las ganas de esta por responderle aumentaron conforme leía los mensajes, sin embargo ante la hora que era prefirió dejarlo como estaba y simplemente marcharse hacia el interior de la vivienda para intentar dormir.
El siguiente viernes Dana despertó con más ganas de lo habitual, pues había acabado aquella canción con la que no había podido en las dos ultimas semanas y ese día no tenía clase. Casi pareciera como si los astros se hubieran alineado y le permitieran a la joven que fuera un gran día.
Tras haberse quedado por unos instantes remoloneando en la cama bajó al salón, donde se encontró con sus hermanos y padres desayunando para salir a trabajar e ir al colegio. Esta tomó el principio de su desayuno mientras que los despedía y seguidamente, y después de cerciorarse de que estaba sola en casa bajó al viejo sótano donde su padre guardaba los instrumentos de su época de cantante en su país de origen. Ésta empezó por acariciar su guitarra favorita, sacándole el polvo que había acumulado desde la última vez que la había tocado y tras tomar su tiempo en afinarla decidió que era hora de proporcionarle una melodía a esa canción que podía denominar como su talón de Aquiles.
Su tarde, sin embargo, fue más movida ya que tuvo que ayudar a su madre con las tareas del hogar, puesto que esta no podía encargarse de la compra y su padre, quien solía hacerlo, tampoco pudo hacerlo esa vez. Y finalmente, su noche, la preferida de la semana tomó a la joven de un especial buen humor, pues en el fondo esperaba que el expectante público de la semana anterior estuviera entre los clientes del local.
Meredith la saludó nada más entrar, gesto al que correspondió Dana con un cálido abrazo y beso en la sien de la anciana.
- Te noto con muchas ganas de cantar esta noche, querida mía.
- ¿Por qué dices eso? - Preguntó de forma graciosa la joven a la anciana, quien la observaba sonrientes
- Porque aún son las siete de la tarde, queda una hora para que empieces la actuación. Quizás estás preparando algo y necesitas la guitarra del abuelo James para hacerlo, ¿no es así?
- Puede ser...
- Sabes donde está.
Tras esa alegre indicación la joven se dirigió rápidamente hacia el habitáculo donde solía vestirse, ya con guitarra en mano y dedicó esa hora de su tarde a terminar de darle forma a aquella canción y practicarla.

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Prisioner.
Fanfictiondespués de una vida frente al ojo pública, tras haberse visto envuelta en una traumática ruptura y ser presa del alcoholismo la joven Alyssa decidió tomarse un descanso en el pueblo de sus abuelos; allí conoció a Dana, una muchacha carismática y que...