Zack jugueteaba con algo entre sus manos que ocasionaba mucho ruido, provocando una molestia y dolor de cabeza a Alyssa que solo se acentuaba con su simple presencia. Podía ser el siguiente famoso que Hollywood quería para mantener entretenidas a las jóvenes adolescentes, pero para ella no era más que un estorbo en su culo del cual quería desprenderse, concretamente en ese momento y antes de salir al escenario, ya que sentía la necesidad de llamar a Dana para preguntarle por cómo le había ido aquella tarde y calmar sus nervios.
- Zack, ¿por qué no vas a traerme algo de comer? - Este alzó la vista que tenía clavada en aquel artefacto y tras enarcar una ceja negó.
- Tienes toda una variedad de manjares, ¿realmente pretendes hacer que crea que quieres algo de las maquinas?
Alyssa suspiró con fuerza, era peor que un chicle pegado en el pelo. Esta se acercó nuevamente a la puerta y llamó a Mabel, la encargada de maquillarla desde que recordaba.
- ¿Puedes hacerme un favor? - La muchacha asintió mostrándose algo curiosa. - Saca a este ser de aquí.
Aquel comentario hizo reír a Mabel, llamando la atención por parte de Zack. Sin embargo, tan pronto fue así volvió a lo que hacía.
- Zack, ¿te importa dejarnos solas? Necesito asesorarla con uno de los vestidos.
Este finalmente se marchó, no sin antes volver a quejarse. Alyssa rapidamente agradeció con la mirada a Mabel, quien se marchó una vez no podía ser descubierta y dejó, por lo tanto, a la joven sola en su camerino.
No hablaba con Dana desde aquella mañana y tenía tantos sentimientos y sensaciones en su cabeza y su estomago por todo a lo que habían estado envueltas aquellos días que apenas sabía por donde empezar a afrontarlo. Esta se dejó caer sobre uno de los sillones y sacó su teléfono, el cual, para su sorpresa tenía una mensaje de la muchacha.
"mucha suerte con el concierto, lo harás genial."
Sistemáticamente llamó a la joven, quien no tardó en contestar.
- ¿Realmente pensabas que no iba a llamarte? - Preguntó suavemente Alyssa, provocando un rubor instantáneo en las mejillas de Dana, quien intentó calmarlo y esconderlo de sus amigos saliendo del bar al cual habían ido a cenar y donde se encontraban.
- No quería molestarte. - Indicó de la misma forma, tras haberse dejado caer en uno de los bancos de la entrada.
- Nunca molestas. ¿Qué tal ha ido tu día en el estudio? Dime, quiero saberlo todo.
- Te mentiría al decirte que mal. - Notó la entrecortada respiración de Dana a través del teléfono, lo que indicaba que se encontraba nerviosa. - Hanna y Susana son increíbles y me han ofrecido un contrato en la discográfica, pero sabes que necesito hablar antes con mis padres, sobre todo con mi padre. Igualmente estos días grabaré algo con ellas e incluso quieren grabar una especie de video.
La voz de Dana solo desprendía emoción, algo que notó rápidamente Alyssa y que la hizo sentirse automáticamente mejor.
- Me gustaría que estuvieras aquí. - Aquello la pilló desprevenida y la sacó de sus pensamientos. Esta suspiró pesadamente y rio luego.
- Pronto nos volveremos a ver, eres una impaciente. - Reprendió la muchacha sonriente y añadió: - ¿Cómo se llamará ese sencillo?
- New love.
- Me gusta.
Sin embargo, una luz cegadora tomó completamente desprevenida a Dana, quien se sobresaltó provocando que Alyssa lo notara aún estando al otro lado de la llamada. Esta dirigió su vista hacia todos lados en busca de la persona que había sacado alguna foto, encontrándola rápidamente. Se trataba de un señor que se había escondido cerca de un arbusto cercano.
- ¿Qué ocurre? - Preguntó extrañada Alyssa.
- Nada, no te preocupes. Debo irme ya, los chicos me reclaman y tu en nada empiezas el concierto. Muchísima suerte, te quiero.
Dana colgó rápidamente al ver a Bailey acercarse también extrañada, antes de que otra luz las cegara.
- ¿Quién es? - Esta buscó rapidamente como había hecho Dana hasta dar con el señor que la fotografiaba, acercándose a él amenazante. - ¿Qué hace? - Gritó.
- Mi trabajo.
El señor salió de entre las plantas dejándose ver con una mueca en su rostro. Era la primera vez que Dana se veía envuelta en problemas como aquellos que traían la fama por culpa de su cercanía a Alyssa y no iban a ser los últimos.
Una vez volvieron a entrar en el restaurante el teléfono de Dana comenzó a sonar, era su madre. Esta descolgó rápidamente y se llevó el aparato hasta su oreja derecha.
- ¿Me explicas por qué te están fotografiando en Londres? - Dana se mostró paralizada por unos segundos, no era consciente de que aquello llegaría a oídos de sus padres.
Se levantó cuidadosamente del asiento y sin decir nada entró a uno de los baños del local.
- Dana, explicame. Tu padre está bastante enfado contigo.
- Me están fotografiando por Alyssa, simplemente. Nos han visto juntas y sabes cómo es la prensa.
Esta dejó caer pesadamente su cuerpo sobre una de las paredes mas cercanas, tras dejar escapar un pesado suspiro.
- ¿Estás segura?
- Lo prometo. - Musitó la joven, a sabiendas de que se encontraba en problemas con todo aquel tema.
Minutos más tarde salió del baño más animada. Bailey se acercó rapidamente hasta ella mientras que Jonan hablaba animadamente con la cajera, ya que en ese momento él se había encargado de pagar todo.
- ¿Estás bien? - Murmuró tras haber colocado una de sus manos sobre de su hombro derecho en un intento de reconfortarla.
- Si, si. Era mi madre, ha visto las fotos y se ha alterado simplemente.
Bailey asintió suavemente y decidió dejar de lado el tema. Minutos más tardes se encontraban de camino hasta el estudio. Los chicos habían decidido pasear por la ciudad desde ese punto mientras que Dana comenzaba lo que podía ser su futuro trabajo.
Una vez en el interior buscó a Susana con la mirada, quien la acogió rapidamente y la llevó consigo hasta el estudio en el que Dana comenzaría a trabajar con aquel sencillo.
- ¿Cómo te encuentras? - Preguntó más allá de intentar cotillear en la vida de la joven, simplemente como una pregunta casi que mecánica.
- Emocionada, confundida... soy una gelatina ahora mismo. - Aquello hizo reír a la muchacha, ya que sentía en el fondo la emoción que podía sentir ahora mismo Dana ante su situación.
Dana se deshizo de su chaqueta y la sudadera que portaba encima, dejándola sobre una de las sillas que se encontraba dentro de la cámara en la que pasaría toda la tarde grabando junto a Susana.
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Prisioner.
أدب الهواةdespués de una vida frente al ojo pública, tras haberse visto envuelta en una traumática ruptura y ser presa del alcoholismo la joven Alyssa decidió tomarse un descanso en el pueblo de sus abuelos; allí conoció a Dana, una muchacha carismática y que...