Capítulo 9

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Era el día de mi cumpleaños. Me levanté, me duché y me puse un vestido color rojo oscuro, que me quedaba por arriba de las rodillas. Arreglé mi cabello y me maquillé levemente. Por último adorné mi cuerpo con pulseras, tobilleras, una cadenita y unas grandes argollas como pendientes.

-¡Se levantó la cumpleañera!- Dijo mi madre mientras me abrazaba y besaba. -Estás hermosa, eres toda una mujer.-

-Feliz cumpleaños hija.- Dijo mi padre dándome un obsequio a la vez que me dejaba un beso en la cabeza.

-¡Feliz cumple, Nai!- Exclamó Handan abrazándome. -Estás guapísima.

-Gracias.- Contesté a ambos con una sonrisa.

-¿Qué desayunaremos?- Quise saber, dejando el regalo de mi padre sobre la mesa.

-Hice de todo un poco, hay fruta fresca, jugo exprimido, tostadas con mantequilla y mermelada, té, huevos duros y varios tipos de quesos.- Dijo mi madre.

-Todo huele riquísimo, mamá.- Elogié y empezamos todos a desayunar.

***************

Estaba en mi habitación, ya habíamos desayunado, así que decidí abrir el regalo de mi papá; en eso el móvil vibró en mi brasier. Lo saqué y observé la pantalla: un mensaje de WhatsApp.

-¡Feliz cumpleaños, Naila!, ¿cómo has estado? Espero que tengas un gran día, un saludo.

Era Nathan. No habíamos vuelto a hablar desde que se fue, hacía ya como 10 días. No sabía si contestarle. Acabé haciéndolo de todas formas:

-Gracias, Nathan. He estado muy bien, ¿y tú? Saludos, Nai. xxx

Casi inmediatamente recibo una respuesta.

-Sí, he estado bien. ¿Qué haces?

-Esperando que lleguen los invitados de mi fiesta de cumpleaños. ¿Tú que haces?- Textée.

-Yo pintaba un cuadro.

-A ver, ¿qué pintas?

-Es secreto, jajaja.

Respondí con emojis de caritas enfadadas.

-Cambiando de tema... lamento no poder estar ahí Naila.- Puso.

Eso me tomó de sorpresa.

-No importa, en serio. No te preocupes.

-Cómo digas... debo seguir con el cuadro, hablamos luego; ¡y feliz cumpleaños!

Okey, esa conversación fue extraña. Nathan estaba frío conmigo, ¿o era mi imaginación? No intentó alagarme, ni elogiarme, ¿qué sucedía?

Decidí olvidar el tema y tomé el obsequio de mi padre. Era un libro, el que tanto le había estado pidiendo. Bajé y fui hacía dónde él para agradecerle.

-Gracias, papá.- Dije abrazándolo por detrás.

-Me alegro de que te haya gustado.- Contestó con una sonrisa.

Luego me dirigí a la cocina y ayudé a mi madre a terminar todo para la fiesta. Los invitados llegarían en una hora a más tardar. El evento se llevaría a cabo en nuestro patio trasero, era grande, tenía dos árboles, muchas flores, y otras plantas (mi madre las adoraba).

*Ding dong*

-¿Ya llegaron?- Dijo mi madre extrañada.

-Parece...

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