Al día siguiente me levanté, me bañé, me vestí y desayuné.
-Me voy a buscar a Nathan, nos vemos.- Le avisé a mis padres.
-Bien, ¡ten cuidado!- Dijo mi mamá.
Salí directo a casa de Farid.
*Ding dong*
-Buenos días.- Dijo mi hermano con una taza de café en la mano.
-Buenos días.- Dije ansiosa por ver a mi novio.
-Nathan no está. Salió temprano.
-¿A dónde fue?- Pregunté extrañada.
-Fue a comprar algo, no me dijo qué. En una hora supongo que estará de vuelta...- Dijo. -¿Quieres pasar?
-No, está bien. Iré a ver a Harika, entonces.-
-Muy bien, nos vemos.-
-Adiós.- Dije dándole un beso en la mejilla.
Qué extraño, ¿a dónde iría Nathan tan temprano?
Traté de olvidar el asunto y toqué timbre en casa de Harika, vivía a unas calles de lo de mi hermano Farid.
*Ding dong*
Harika abrió la puerta. Su aspecto no era nada bueno, se veía fatal.
-Naila...- Dijo a modo de saludo
-¿Resaca?
-Sí.- Contestó sonriendo de lado.
-¡Tú nunca paras!
Harika era como una fiera salvaje, imposible de domar. Era única, exótica, alocada, siempre de fiesta en fiesta. Tenía a todos los chicos que quería a sus pies. Ella era más grande que yo, había cumplido 20. Nos conocimos en la escuela; Harika repitió de curso y a raíz de eso nos hicimos compañeras, y más tarde amigas.
-Pasa.- Dijo.
Entré.
-¿Qué cuentas, amiga?- Preguntó sirviéndose un tazón de café.
-No lo creerás... ¡no me casaré!- Le dije feliz.
Ella gritó.
-¡Esa es una noticia increíble!
Ambas nos abrazamos.
-Oye, ¿y el guapetón?- Quiso saber.
-El guapetón se llama Nathan... ¡y ahora él es mi novio!
Harika gritó aún más fuerte que la vez anterior mientras daba saltitos.
-Cuéntamelo todo ya mismo.- Dijo.
-Es una historia larga.-
-Bueno, déjalo para más tarde entonces, dime lo importante, ¿ya tuvieron relaciones?
Sabía que me preguntaría eso.
-No, no aún.- Dije un poco avergonzada.
Ella me miró sin poder creerlo.
-¿Cómo que no?, ¿pero es que no viste lo guapo que es?, ¿o acaso él no ha visto lo preciosa que eres tú?-
-Igualmente, estuvimos a punto de hacerlo dos veces, pero siempre alguien nos interrumpía.- Me excusé.
Su expresión cambió. Me miró con picardía.
-¡Esa es mi chica!- Dijo. -Cuéntame, ¿pudiste ver si estaba bien dotado?
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Gypsy girl
Teen FictionMi nombre es Naila, soy una chica de 17 años gitana, vivo en las afueras de Ankara, Turquía, y mis padres están decididos a casarme con alguien que ni siquiera conozco, todo para unir ambas familias y poder hacer negocios. A mí no me obligarán a nad...