Capítulo 17

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Estábamos mis padres, Nathan y yo sentados a la mesa en la cocina.

-Naila...- Comenzó a decir mi padre. -Lo he pensado mucho y decidí que, permitiré lo de ustedes.-

-¿De veras?- Pregunté sin poder creerlo.

Asintió.

-Me he dado cuenta de que ustedes (refiriéndose a mí y mis hermanos) no son la solución a mis problemas económicos.- Suspiró. -Ya obligué a Zareen y a Farid a casarse, ella encontró la felicidad, tiene un esposo maravilloso y ahora esperan un bebé... en cambio, tu hermano Farid tuvo un matrimonio infeliz, y ahora inició el divorcio.

Silencio.

-¿Y entonces?- Dije yo.

-Me di cuenta de que no quiero lo mismo para ti o Handan. No quiero cometer más errores. Y si mi fábrica quiebra, pues, que quiebre. No los involucraré más en todo esto.-

Me paré de mi asiento y le di un gran y fuerte abrazo.

-Gracias papá.- Le dije.

Me correspondió el abrazo y luego le extendió la mano a Nathan.

-Y no te preocupes por Amir y sus padres, yo me encargaré de decirles todo. Estoy seguro de que lo entenderán.- Dijo.

Después de eso nos fuimos a desayunar, al rato mi padre se fue a trabajar.

Nathan y yo estábamos muy, muy, muy felices.

-¿Qué quieres hacer hoy?- Me preguntó.

Le dije que tenía ganas de ir a visitar a Farid, mi hermano, por todo el tema del divorcio.

-¿No quieres venir conmigo?, sería una buena ocasión para conocerlo.- Le sugerí con una sonrisa.

-Claro, ¿por qué no?

Nos despedimos de mi mamá y salimos.

*Ding dong*

-¡Nai!- Me saludó mi hermano con un abrazo.

-Hola.- Le dije con una sonrisa. -Traje a alguien conmigo hoy.- Le dije mirando a Nathan.

-¿Quién es él?- Preguntó levantando una ceja.

-Farid, él es Nathan, mi novio. Nathan, él es Farid, mi hermano mayor.- Dije

Él lo miró de arriba a abajo con una expresión seria en su rostro.

Nathan también se puso serio.

-¡Hola, Nathan!- Exclamó -Bienvenido a la familia, cuñado.- Dijo riendo.

Nathan rió y le extendió la mano, mi hermano la tomó pero rápidamente lo atrajo hacia él y le dió un fuerte abrazo.

-Pasen chicos, siéntense.-

Entramos y nos sentamos en el sofá de la sala, Farid trajo dos pequeñas botellas de cerveza y un vaso con zumo de arándanos para mí.

-Me enteré de lo tuyo y Karla, ¿cómo has estado?- Le pregunté.

-¡Mejor que nunca!- Dijo con una sonrisa.

Reí ante su respuesta.

-Puedo pasarme el día en pijama, bebo y como lo que quiero cuando quiero, duermo hasta tarde ,¡y no tengo a nadie que me grite!

-¿Y qué ha pasado con Karla?, ¿se fue con sus padres?- Quise saber.

-No, se fue con su amante.- Dijo y se encogió de hombros mientras daba un sorbo a su cerveza.

Gypsy girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora