Capítulo 13

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Después de pasear por la Bahía volvimos al departamento. Estábamos cansados, pero felices.

Yo me había dado una ducha, mientras Nathan cocinaba algo.

-Naila.- Me llamó. -Tengo algo para ti, ven.-

-¿Qué?- Dije entusiasmada con una toalla en la mano.

Me entregó un cuadro, me dí cuenta por la forma, pero estaba envuelto en papel de regalo.

-No sabía si dártelo o no...lo hice yo.- Dijo un poco avergonzado.

Desgarré el papel y vi la pintura, ¡era yo!

-¡Nathan!- Exclamé. -Es hermosísima.- Dije.

Y era verdad., Nathan no pintaba nada mal.

-¿Por qué no querías dármela, tonto?- Sonreí mientras miraba con más detalle mi regalo.

-Quizá no te gustaba.- Dijo encogiéndose de hombros.

-¡Tonterías!, es genial, además, salí guapísima.- Dije fanfarroneando.

-Tú eres preciosa, Naila. Me alegro que te guste, entonces.- Dicho esto se inclinó y me dió un corto beso en los labios. -Te quiero.

Casi me derrito luego de escuchar esas dos palabras. Estaba en las nubes.

***************

Más tarde al día siguiente...

Estábamos en la cocina. Nathan hacía la cena, yo lo observaba, ¡es que era tan lindo!, podía verlo durante horas sin aburrirme.

-Nath.- Le dije.

Él me miró.

-Cuéntame de tu familia, nunca me has hablado de ella...

-Mi familia es pequeña.- Comenzó diciendo. -Mis padres viven en Melbourne y tengo un hermano dos años mayor. Eso es todo.- Dijo sirviendo la comida muy concentrado.

-¿Crees que algún día podamos visitarlos?

Yo ya estaba pensando en conocer a los padres de Nathan y ni siquiera sabía decir 'hola' en inglés...

-Por supuesto.- Me sonrió.

Esas sonrisas... ¡contrólate, Naila!

-¿Hablaste con tu mamá o tu padre?- Me preguntó.

-No aún.- Dije.

-Deberías llamarlos.- Sugirió.

-Sólo me regañarán...- Dije.

-¿Y qué harás, entonces?

-Volveré, antes de que termine la semana.- Dije comiendo un bocado. -No quiero que se preocupen tanto. Además, no sé si recuerdas, yo me voy a casar.- Dije riendo.

-Es cierto, debes solucionar eso cuanto antes, Nai.

-Sí, lo sé...- Dije. -Pero, ¿sabes?, estaba pensando en otra cosa.

-¿Qué cosa?- Quiso saber.

-Quiero que me acompañes a Turquía, quiero presentarte a mis padres. Que sepan los nuestro, y que les quede claro que no me casaré con Amir.

-Estás loca.- Dijo divertido. -No es mala idea, pero sí es muy arriesgado. ¿Y si tu padre no me acepta?

-Pues, te deberá aceptar.- Dije.

Silencio.

-Nathan, un momento. Tú tienes tu trabajo aquí, no puedes irte.-

-Claro que puedo, sólo que debo trabajar un poco más duro para acabarlos antes.- Dijo seguro.

Le sonreí.

****************

Ya habíamos cenado, Nathan resultó un excelente cocinero.

Junté la mesa y lavé los trastes.

Mientras esperábamos que se hagan las palomitas nos pusimos a ver televisón.

-¡No entiendo nada de lo que dicen!- Exclamé totalmente exasperada con el control de la TV en la mano.

Él rió.

-Tendrás que aprender inglés.- Dijo mientras cogía las palomitas.

-Creo que sí.-

-Yo te enseñaré.- Me dijo. -Serás mi alumna.

Si Nathan iba a ser mi profesor, pues, ¡no aprendería nada! Jamás me podría concentrar con esos hermosos ojos color verde que tiene.

-Muy bien. Espero que seas paciente, no soy la más rápida aprendiendo.- Confesé.

-Soy muy paciente, descuida.- Dijo con su sonrisita típica.

-¡Deja de sonreírme de esa manera!- Dije divertida.

-¿Por qué?- Preguntó sin entender mucho.

-Porque sí.- Contesté cruzada de brazos.

Sonrió de lado.

-¡Te lo advertí!- Dije estampándole un beso en los labios.

-¿Y eso?- Preguntó divertido.

-Eso fue un beso.- Le expliqué como si fuera un niño de 5 años.

-¡Ah!, ¿como este?- Dijo en tono juguetón mientras se acercaba para besarme.

Ese beso fue tomando más y más intensidad, a tal punto que ya estaba sentada sobre Nathan, él con sus manos en mi trasero y yo con las mías enredadas en su cabello.

*Ding dong*

Sonó el timbre.

-¿Quién diablos es a esta hora?- Dijo Nathan parándose de mala gana.

-¿Quién es?- Preguntó por el teléfono que daba a la entrada. -¿Qué quieres?

Silencio. Nathan dió un profundo suspiro.

-Bien, ahora bajo a abrirte.-

Colgó.

-¿Quién era?- Pregunté.

-Es John, mi hermano.

¿John? Qué nombres raros tiene la gente aquí...

-Subirá.- Dijo un poco molesto.

Yo asentí levemente mientras me arreglaba la ropa.

¡Qué bueno! Al fin conocería a alguien de la familia de Nathan.

¡Capítulo 13! Multimedia de hoy: John Hood, el hermano mayor de Nathan.

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