Después de pasear por la Bahía volvimos al departamento. Estábamos cansados, pero felices.
Yo me había dado una ducha, mientras Nathan cocinaba algo.
-Naila.- Me llamó. -Tengo algo para ti, ven.-
-¿Qué?- Dije entusiasmada con una toalla en la mano.
Me entregó un cuadro, me dí cuenta por la forma, pero estaba envuelto en papel de regalo.
-No sabía si dártelo o no...lo hice yo.- Dijo un poco avergonzado.
Desgarré el papel y vi la pintura, ¡era yo!
-¡Nathan!- Exclamé. -Es hermosísima.- Dije.
Y era verdad., Nathan no pintaba nada mal.
-¿Por qué no querías dármela, tonto?- Sonreí mientras miraba con más detalle mi regalo.
-Quizá no te gustaba.- Dijo encogiéndose de hombros.
-¡Tonterías!, es genial, además, salí guapísima.- Dije fanfarroneando.
-Tú eres preciosa, Naila. Me alegro que te guste, entonces.- Dicho esto se inclinó y me dió un corto beso en los labios. -Te quiero.
Casi me derrito luego de escuchar esas dos palabras. Estaba en las nubes.
***************
Más tarde al día siguiente...
Estábamos en la cocina. Nathan hacía la cena, yo lo observaba, ¡es que era tan lindo!, podía verlo durante horas sin aburrirme.
-Nath.- Le dije.
Él me miró.
-Cuéntame de tu familia, nunca me has hablado de ella...
-Mi familia es pequeña.- Comenzó diciendo. -Mis padres viven en Melbourne y tengo un hermano dos años mayor. Eso es todo.- Dijo sirviendo la comida muy concentrado.
-¿Crees que algún día podamos visitarlos?
Yo ya estaba pensando en conocer a los padres de Nathan y ni siquiera sabía decir 'hola' en inglés...
-Por supuesto.- Me sonrió.
Esas sonrisas... ¡contrólate, Naila!
-¿Hablaste con tu mamá o tu padre?- Me preguntó.
-No aún.- Dije.
-Deberías llamarlos.- Sugirió.
-Sólo me regañarán...- Dije.
-¿Y qué harás, entonces?
-Volveré, antes de que termine la semana.- Dije comiendo un bocado. -No quiero que se preocupen tanto. Además, no sé si recuerdas, yo me voy a casar.- Dije riendo.
-Es cierto, debes solucionar eso cuanto antes, Nai.
-Sí, lo sé...- Dije. -Pero, ¿sabes?, estaba pensando en otra cosa.
-¿Qué cosa?- Quiso saber.
-Quiero que me acompañes a Turquía, quiero presentarte a mis padres. Que sepan los nuestro, y que les quede claro que no me casaré con Amir.
-Estás loca.- Dijo divertido. -No es mala idea, pero sí es muy arriesgado. ¿Y si tu padre no me acepta?
-Pues, te deberá aceptar.- Dije.
Silencio.
-Nathan, un momento. Tú tienes tu trabajo aquí, no puedes irte.-
-Claro que puedo, sólo que debo trabajar un poco más duro para acabarlos antes.- Dijo seguro.
Le sonreí.
****************
Ya habíamos cenado, Nathan resultó un excelente cocinero.
Junté la mesa y lavé los trastes.
Mientras esperábamos que se hagan las palomitas nos pusimos a ver televisón.
-¡No entiendo nada de lo que dicen!- Exclamé totalmente exasperada con el control de la TV en la mano.
Él rió.
-Tendrás que aprender inglés.- Dijo mientras cogía las palomitas.
-Creo que sí.-
-Yo te enseñaré.- Me dijo. -Serás mi alumna.
Si Nathan iba a ser mi profesor, pues, ¡no aprendería nada! Jamás me podría concentrar con esos hermosos ojos color verde que tiene.
-Muy bien. Espero que seas paciente, no soy la más rápida aprendiendo.- Confesé.
-Soy muy paciente, descuida.- Dijo con su sonrisita típica.
-¡Deja de sonreírme de esa manera!- Dije divertida.
-¿Por qué?- Preguntó sin entender mucho.
-Porque sí.- Contesté cruzada de brazos.
Sonrió de lado.
-¡Te lo advertí!- Dije estampándole un beso en los labios.
-¿Y eso?- Preguntó divertido.
-Eso fue un beso.- Le expliqué como si fuera un niño de 5 años.
-¡Ah!, ¿como este?- Dijo en tono juguetón mientras se acercaba para besarme.
Ese beso fue tomando más y más intensidad, a tal punto que ya estaba sentada sobre Nathan, él con sus manos en mi trasero y yo con las mías enredadas en su cabello.
*Ding dong*
Sonó el timbre.
-¿Quién diablos es a esta hora?- Dijo Nathan parándose de mala gana.
-¿Quién es?- Preguntó por el teléfono que daba a la entrada. -¿Qué quieres?
Silencio. Nathan dió un profundo suspiro.
-Bien, ahora bajo a abrirte.-
Colgó.
-¿Quién era?- Pregunté.
-Es John, mi hermano.
¿John? Qué nombres raros tiene la gente aquí...
-Subirá.- Dijo un poco molesto.
Yo asentí levemente mientras me arreglaba la ropa.¡Qué bueno! Al fin conocería a alguien de la familia de Nathan.
¡Capítulo 13! Multimedia de hoy: John Hood, el hermano mayor de Nathan.
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Gypsy girl
Ficção AdolescenteMi nombre es Naila, soy una chica de 17 años gitana, vivo en las afueras de Ankara, Turquía, y mis padres están decididos a casarme con alguien que ni siquiera conozco, todo para unir ambas familias y poder hacer negocios. A mí no me obligarán a nad...