Capítulo 5

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Estaba en frente de la casa de mi hermano. Toqué el timbre rogando que esté. En eso veo que la puerta se abre y aparece él, afortunadamente.

-¡Naila!- Me dijo y me abrazó fuerte, como si no hubiera un mañana. Yo lo abracé también. -¿Estás bien?, ¿por qué huíste así?, ¿sabés cuánto me asustaste?, eres una boba...

-Yo también te quiero.- Le dije a la vez que no me despegaba de él.

-Vamos pasa, pasa.- Me dijo. Entré y tomé asiento en el sofá. -¿Quieres algo de beber?

-No, estoy bien.

-De acuerdo.- Y se sentó en el sofá también.

Silencio.

-Papá está furioso.- Soltó.

-Me importa un rábano.- Contesté.

-Mamá está preocupada, ni siquiera duerme y no come prácticamente nada.- Volvió a hablar.

-¿Para qué me dices esto?, ¿intentas convencerme de que vuelva?- Dije fastidiada.

-Me pidieron que si sabía algo los llamara inmediatamente...- Dijo ignorándome.

-No los llames, Farid. Vine aquí porque confío en ti como no lo hago en nadie. Juro que si levantas el maldito teléfono me iré.-

-No los llamaré.- Me dijo sonriéndome. -¿Tan mala persona crees que soy?- 

Me reí levemente.

-Gracias.- Dije más calmada.

-¿Dónde estuviste estos 4 días?- Quiso saber.

-En la ciudad, en Ankara.-

Él se sorprendió.

-¿Sabes lo peligroso que es eso, Naila?-

-Sí, lo sé.- Le dije tranquila. -¡Hasta intentaron robarme el primer día!- Dije con una risilla.

-¡¿Qué?!, ¿de qué te ríes?, ¿te hicieron algo?, ¿te lastimaron?-

-No tonto, no me lastimaron.- Sonreí. -¡Te preocupas demasiado!

-Me preocupo porque te quiero, Naila.-

Lo abracé.

-Eres el mejor.- Le dije.

-Lo sé.- Me contestó sonriendo con suficiencia.

-¿Y tu esposa?- Le pregunté para cambiar un poco el tema.

-No lo sé. Me dijo que iba a hacer compras.- Y se encogió de hombros.

-Ya veo...- Dije.

La esposa de Farid, Karla, era una víbora, no me agradaba en absoluto y yo a ella tampoco. Mi hermano no era feliz con ella y eso me daba muchísima pena por él...

-¿Quieres ver tele?- Preguntó.

-¡Claro!- Contesté.

Decidí no comentarle nada de Nathan, no aún. Por lo que me concentré en mirar la TV con mi querido hermano que no veía hacía tiempo.

******************

Al día siguiente...

Me levanté temprano.

Anoche no había tenido el mejor recibimiento por parte de Karla. Esa mujer me provocaba y yo no tardaría en explotar. Hasta manifestó cierto desagrado por mi presencia.

Fui a la cocina. Justo Farid se estaba poniendo la corbata para irse a trabajar.

-Buenos días.- Dijo.

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