Nathan frenó delante de un edificio, me abrió la puerta y me ayudó a bajar de la camioneta. Sacó mi maleta de la cajuela y dijo:
-Aquí vivo yo.-
Sonrió.
-Se ve muy bien.- Le dije.
Miré a mi alrededor, la ciudad de Sidney era tan distinta a mi Ankara... sentí un poco de nostalgia.
-Anda, entremos.- Dijo cargando mi equipaje.
Abrió la puerta de vidrio que había en la entrada. Un hombre nos saludó. Yo sólo le sonreí, no sabía cómo contestarle, tendría que aprender inglés.
Tomamos el ascensor. Piso 7, departamento 'B'.
-Entra.- Dijo él cuando abrió la puerta.
-¡Qué linda!- Exclamé.
Su casa tenía un estilo moderno, había cuadros por todas partes, muebles a juego, no sé si me explico.
-Gracias, la decoré yo.- Sonrió de lado. -Ven, te enseñaré dónde dormirás.- Dijo él.
Lo seguí.
-¿Vives solo?- Se me ocurrió preguntar mientras caminábamos a mi habitación.
Él se dió vuelta y me miró.
-¿Por qué la pregunta?
Me encogí de hombros.
-Sí, vivo solo- Dijo divertido.
-Te debes aburrir un montón.- Se me escapó decir.
Él rió.
-Dormirás en mi habitación y yo en el sofá.- Dijo abriéndome una puerta.
-¿Qué?
No me esperaba eso...
-Nathan, quédate en tu habitación. Yo dormiré en el sofá, de verdad.- Le dije.
Él me hizo un gesto como para que callara.
-Siéntete como en casa. Usa la ducha, toma lo que quieras del refrigerador, ve la tele... lo que quieras.
-Gracias, ¿puedo usar el teléfono? Será una llamada corta.
-Úsalo cuando desees.- Sonrió y me dejó sola.
Tomé el teléfono y marqué a casa.
-¡NAILA, TE VOY A MATAR!- La voz de mi papá casi me deja sorda.
-Padre...
-ESTÁS COMPLETAMENTE LOCA.
-Hola a ti también.
-BASTA DE BROMAS, ESTUPIDECES Y CAPRICHOS INFANTILES. VUELVE YA MISMO PARA TURQUÍA.
-No, acabo de llegar.
-¡OBEDECE UNA PUTA VEZ EN TU VIDA!
-Soy mayor de edad, no tengo por qué obedecerte.- Dije.
-SOY TU PADRE Y ME OBEDECERÁS.
-Si me sigues gritando colgaré.
-NAILA, BASTA DE IDIOTECES. SIEMPRE TE CRIAMOS BIEN, TE DIMOS LA MEJOR EDUCACIÓN TU MADRE Y YO, ¿EN QUÉ FALLAMOS? DÍMELO. IRÉ A BUSCARTE.
Le colgué.
Me di una ducha y me cambié. Salí de la habitación y busqué a Nathan. No lo encontré.
Fui y me senté en el sofá a ver tele, pero me aburrí enseguida. ¡Todo estaba en inglés!, no entendía nada. Al rato llegó él.
-Lo siento, tuve que ir al mercado.- Dijo mientras dejaba unas cuantas bolsas en el piso.
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Gypsy girl
Novela JuvenilMi nombre es Naila, soy una chica de 17 años gitana, vivo en las afueras de Ankara, Turquía, y mis padres están decididos a casarme con alguien que ni siquiera conozco, todo para unir ambas familias y poder hacer negocios. A mí no me obligarán a nad...