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No dormí en toda la jodida noche, ni siquiera le presté atención al televisor prendido. Solo observé a las dos personitas que me abrazaban.

Creo que ya me duelen hasta los labios de sonreir, ¿pero quién no lo haría?. El pequeño dormía plácidamente sobre mi pecho y un poco transpirado por el calor, pero eso es lo de menos. Minho no dejó de abrazarme en toda la noche, su respiración tranquila chocaba contra mi piel y el latido de su corazón hacia que este momento sea de mucha paz para mi.

Una que temo que me vuelva adicto.

Estoy ansioso, demasiado. No recuerdo cuando fue la última vez, pero supongo que fue cuando ingresé en aquel edificio, en busca de su perdón, con aquella carta guardada en el bolsillo, con todos mis sentimientos plasmados en esas letras de tinta negra. Jamás había hecho una cursilería asi.

Pues, jamás me enamoré de esta manera.

Nunca creí que el amor te vuelva un poco estúpido y cursi por una persona, pero por Minho, me disfrazo hasta de payaso –cosa que odio con todo mi ser–. Aún así, es lindo. Es decir, es hermoso tener a alguien con quien compartir tu vida, alguien al cual amar y expresar todo el amor que nunca sentí de mis padres. Estar presente, compartir juntos nuestros logros, como el graduarnos o el conseguir nuestro puesto de trabajo.

Claro que eso último me quita un poco de tiempo. Ya no dispongo de tanto para pasar horas con Minho y con Lisa –exceptuando los dias libres, como ahora, los domingos–, y es por eso que trato de disfrutarlo al máximo.

Minho logró todo lo que quería y estoy completamente feliz por él.

Pero mi lista de logros aún falta tachar algo...

Sexo en la playa.

Mierda, seria tan lindo estar follando con los sonidos de las olas, el viento, hasta acepto el canto de los pájaros. Minho se imagina que quiero follar con él en pleno aire libre... sí supiera que lo voy a llevar a un hotel, no se pondria tan histérico como lo hace siempre que saco el tema. Pero su rostro es tan gracioso que aún no le diré lo que planeo para nuestro aniversario.

Lo obvio seria cenar a la luz de la luna y las velas, alguna que otra música clásica que le dé el toque al ambiente. Pero a quien engaño, ni siquiera me gusta, por mí pongo Cypher 4 y me pongo a rapear encima de la mesa. Pero todos sabemos que me dejaría en abstinencia por hacer aquello.

Y todos sabemos que yo no quiero eso...

Pero he agregado una cosa mas a mi lista que espero cumplir pronto; una familia.

Sí, sé que ya lo tengo, que juntos estamos "criando" a la pequeña Lisa. Pero éste bebé, que aún tengo en mis brazos, cuyos padres lo abandonaron y que ni siquiera volvieron por él, me esta diciendo –de alguna manera extraña–, que me quede con él.

Y mierda, yo tambien quiero.

Solo ha llegado hace unas horas y revolvió toda mi mente. Já, me recuerda a un tal Lee Minho, el cual está a mi lado buscando en las góndolas algunos pañales para el niño.

—Hannie, si te cansas lo puedo cargar.

—Solo dí que lo quieres también, no hace falta una excusa.

—Cállate —sonrie.

Mis ojos se posan en los distintos paquetes de colores azules, amarillos, verdes, entre otros. Unos tienen pañales de tres meses, un año, dos años... ochenta y siete años...

Paro en seco, frunciendo mi ceño.

—Minho —susurro para que la señora a mi lado no me oiga—. ¿Recuerdas a mi abuela?

━ 𝑬́𝒔𝒆 𝒃𝒆𝒃𝒆́ 𝒅𝒆𝒃𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 ² ᯽ 𝑯𝒂𝒏𝑲𝒏𝒐𝒘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora