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Seungmin terminó de beber la taza de café que Minho le había ofrecido al ingresar a su apartamento. Esta vez, era Jisung quién iría a trabajar y él se quedaría al cuidado de Jeno y Lisa, cosa que aún no sabía el motivo de la falta a la escuela, solo que su pequeña hermana se negaba a ir.

Miró a su amigo una vez más y luego vió la silla mecedora que yacía en el medio de la mesa ratona con un bebé sumamente dormido. Necesitaba largar lo que tenía guardado, lo que punzaba su garganta y hacía doler su corazón o más bien su alma.

—Entonces... en un resumen...

—Sus padres regresaron por él luego de abandonarlo.

—¿Desde cuándo lo sabes?

—Hoy se cumple una semana. Seungmin... —llamó y miró de nuevo a su amigo—. No sé como decírselo, no quiero ver la desilusión en su rostro, no quiero que su sonrisa se vaya, no quiero que decaiga. No quiero que esté triste.

—¿Pero y tú? Por lo que estoy viendo, estas aguantando esto solo y no debes hacerlo. Se que encontrarás la manera. Hyung, Jisung debe saberlo cuánto antes —Seungmin notó como el niño dormía plácidamente en aquella silla, apesar de los muñecos colgados lleguen a rozarle el rostro—. ¿Y si servicios sociales viene y...?

—No sigas, no quiero pensar en eso.

—Jisung puede llamar a Soyeon y enterarse por ella, antes que por ti, ¿eso no es malo?

Minho pareció pensar las palabras ajenas, pero hizo caso omiso y se acercó a la silla y apartó los muñecos que molestaban a su hijo.

Su hijo.

¿Por qué esas palabras sonaban tan pesadas?

Se había acostumbrado a llamarlo así cada vez que pensaba en él. ¿Y sí se lo quitan? ¿Seguirá llamándolo hijo?

¿O solo será el niño abandonado delante de su puerta? Diablos, eso sonaba tan feo.

No sabía que hacer. Quizá, para una persona de afuera, sonaba tan fácil como decir los buenos días, pero soltar ese "sus padres regrsaron y pidieron la tutela", sonaba como sentenciar a alguien a cadena perpetua.

¿Debía soltar un "ey, Hannie, los padres de nuestro niño regresaron y de casualidad se lo quieren llevar de nuevo"? Sonaba como un jodido chiste sin gracia.

—Puede ser... ¿Qué hay de ti? —preguntó, cambiando obviamente de tema.

Seungmin lo notó, pero igualmente respondió:

—Creo que Chan me engaña.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? —su mejor amigo rió, aunque sin gracia.

—¿Recuerdas aquel día en el que vine de improviso? —Minho asintió—. Bueno, al regresar a casa le pregunté que había hecho en el día, me dijo todo menos lo que había presenciado. Lo ví, claramente estaba hablando con esa chica y para el colmo pasó su pulgar por su labio, ¿qué te hace pensar eso Minho?

—¿Qué tenía manchado y Chan lo limpió...? —Seungmin lo miró incrédulo—. Bien, lo siento, fue estúpido. No lo sé, Seung, el único problema que tuve con Jisung, tratándose de chicas fue su secretaria... y la terminó despidiendo —claro que había susurrado eso último.

—¡Lo ves! Chan ni siquiera se alejó de ella. Ayer fui de nuevo a la cafeteria, ya que había dejado su celular en casa y cuando estaba por irme, esa chica apareció y le guiñó el ojo a lo lejos. Noté lo nervioso que Chan se puso... ¿Qué hago Minho?

—Yo... no lo sé.

Así como no sabía que Jisung había salido temprano del trabajo porque las dos reuniones que tenía se cancelaron. Así como no sabía que Jisung ya había abierto la puerta cuando el tema de su pequeño hijo fue sacado a la luz.

━ 𝑬́𝒔𝒆 𝒃𝒆𝒃𝒆́ 𝒅𝒆𝒃𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 ² ᯽ 𝑯𝒂𝒏𝑲𝒏𝒐𝒘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora