━ 𝑬́𝒔𝒆 𝒃𝒆𝒃𝒆́ 𝒅𝒆𝒃𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 ² ᯽ 𝑯𝒂𝒏𝑲𝒏𝒐𝒘

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El día se encontraba jodidamente caluroso. Eran casi las tres de la tarde del domingo, la sala de su departamento se sentía tan caliente que hasta las ventanas se empañaban por el calor, incluso el aire se sentía sofocante para Minho, quien no paraba de secarse el sudor con una toalla.

Jisung estaba sentado en el sofá, viendo una comedia romántica que vió ya mil veces junto a su esposo. Aún así, se seguía riendo de las mismas escenas o de las expresiones faciales de los actores, la vieron tantas veces que Minho ya sabía en qué momento Han iba a reir, pero no le cansaba, es más, le sorprendía que fuera siempre en las mismas escenas, pero aún más, le encantaba oir la suave risa. Era como sí esta le hiciera olvidarse de todo lo malo en su vida.

O sea, el calor y lo estresante que este pudiera ser.

Pensaba en Lisa y en la suerte que tuvo al tener un lindo grupo de amigos conformado por Jennie, Taehyung y Mingyu. Este último ingreso este año al colegio, siendo invitado por Lisa para que se uniera al grupo, ya que lo había visto de reojo y se encontraba solo, demasiado. La niña solo se acercó a él en el almuerzo y le preguntó sí podía almorzar con él y el chico, un poco tímido, accedió.

En fin, Lisa fue invitada a la piscina de la propia Jennie. Minho sabía que ella estaría a salvo por allí ya que la señora Kim, la conocía desde que era una niñita de cinco años.

Pero volviendo ya al presente, sintió el llanto del bebé, el cual se hacía oír ya por quinta vez. Minho rodó los ojos, no por tener que ir a atender al niño, sino por el maldito calor que ni siquiera dejaba dormir una siestita a su hijo. Al notar aquello, Jisung sonrió y posó una mano en su muslo.

—Iré yo, has intentado dormirlo como tres veces, no creo que quiera pegar un ojo ahora. Lo traeré aquí y veremos una pelicula animada, me gusta esa de los animales que cantan.

—¿Cuál de todas exactamente? —Minho elevó ambas cejas, viendo la sonrisa y un leve sonrojo en el rostro de Jisung.

—Tú solo elige, sí el niño llora es porque es mala —se levanto del sofá, dispuesto a irse, pero Minho lo interrumpió

—¿Vas a llorar por una película que no te gustó? —abrió su boca para negar.

—Sí.

Y salió de la vista de Lee cual modelo, mientras este largaba una risa, sacando la comedia y buscando una película en la que los animales cantaban.

Jisung abrió la puerta de su dormitorio con una sonrisa, llevando sus ojos a la cuna en donde su hijo anteriormente dormía. Llevó sus calidas manos hacia los costados del cuerpecito y lo tomó, dejándolo alzado en el aire para mirarlo completamente y en como el niño pasaba sus diminutas manos por sus ojitos, mientras su sollozo disminuia. Atrajo al bebé a su pecho y le dió tiernas caricias en su espalda desnuda y unas palmaditas sobre el pañal. Debido al calor, Minho tomó la decisión de no ponerle ropa, ya que en la mañana, Jeno, se despertó sudado.

Pero Jisung, al haber investigado casi todo sobre la temperatura, decidió colocarle una remerita blanca holgada y que, sí la etiqueta no miente, está hecha con algodón.

—Mi bebé es tan lindo, ¿no es así, pequeño?, eres muy lindo —canturreó, girando su torso a ambos lados lentamente al notar que el niño se había colocado tiernamente en hombro del mayor.

Salió de la habitación con la misma sonrisa de antes y se adentró en la sala, notando como Minho sonreía a causa de la película animada que estaba puesta en la televisión, más bien de un koala que Jisung pudo distingir fácilmente, pues ese era el audiovisual que estaba pensando.

Minho alzó los brazos, piediendo al niño el cual fue entregado suavemente. Han, tomó el control del aire acondicionado, ya que, en la información que leyó esa mañana y en la que sus pocas neuronas despiertas retuvieron, decía que el ambiente debía ser mantenido en un 24° C o 25° C, pero como no sabía la temperatura de su casa, fácilmente llevo su dedo indice hacia su boca para chuparlo y luego dejarlo en el aire, dándole una mirada a su esposo quién mantenía sus ojos entrecerrados, espectante a lo que Han haría a continuación y es por eso, que suspiró.