dieciocho

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Sus ojos se abren poco a poco, acostumbrándose a la luz proveniente de la ventana abierta. Suelta un pesado suspiro cuando vuelve a la realidad, dándose cuenta de que Hyemin no esta a su lado. Se recuesta de lado, con la intención de seguir durmiendo, pero claramente no lo hará. Seguirá pensando y pensando sobre que tiene que hacer.

Han pasado cinco días y se siente muerto por dentro. Nunca llego a pensar que aquella chica de apariencia pequeña y dulce complementara tanto su vida, se siente vacío sin ella.

Sabe que no es buena la manera en la que se esta descuidando, pero no tiene apetito, no tiene ganas de nada. La quiere de vuelta. 

- Soy un cobarde. -se dijo a su mismo, cubriendo su rostro con la almohada, las lagrimas no tardan en bajar de sus ojos- Ni siquiera puedo ir donde ella e intentar sacarla. 

Nunca se había sentido tan impotente, se siente un inútil por no tener las agallas e ir por ella. ¿Porqué? Bueno, es por lo que sus padres le dijeron, no se siente suficiente para ella.

Es una mierda sentirse insuficiente.

Alguien toca el timbre. Sin animo alguno se pone de pie, limpia todo resto de lagrimas y va directo a la puerta.

- Buenas tardes joven. -habla una señora de grande edad- Soy la señora Shin. 

- Buenas tardes. -hace una reverencia- ¿Usted es la dueña del departamento, verdad? Soy Jeon JungKook. 

-sonríe- Así es, soy yo, en realidad mi esposo, pero el no puede venir ahora. 

- Entiendo. -intenta regresarle la sonrisa- ¿Desea pasar? Hablaremos adentro con más calma.

Ella asiente y entra primero que el. 

Había olvidado que vendrían por el dinero de la renta, no pensó que sería tan pronto. 

- Aquí tiene. -puso un vaso de agua frente a ella- 

- Gracias. -sonríe tomándolo- Quizá vine de improviso, lamento no avisar. 

Sonríe JungKook negando, se percató de su apariencia algo dormilona. 

- Mi esposo me comento antes de venir que hubo un problema con el alquiler al principio. Me disculpo por ello, mi esposo es viejo y distraído, también los trabajadores de aquí no cooperan mucho que digamos.

- Esta bien, no se preocupe.

Después de todo, gracias a ese descuido, conoció a su chica.

- ¿No esta la otra chica? Pensé encontrarlos a ambos. 

- Oh, sobre eso. -hizo una mueca- Ella ya no vive aquí. -suena triste- Tuvo un problema y tuvo que marcharse. 

- Que mal, quería conocerla, también mi disculpa era con ella. En fin, entiendo que se marchara antes de lo improviso, pronto serán dos meses, debe terminar el contrato antes, ¿hace cuanto se fue?

- Hace cinco días. No es mucho en realidad. Pero no se preocupe, tengo el dinero, no le perjudicara lo sucedido. 

- Me alegra saber eso. 

JungKook se pone de pie, va directo a su recamara donde toma el sobre con el dinero dentro, ya estaba preparado para esto. Al salir, va directo a ella, tendiéndole el dinero.

- Puede contarlo, esta completo. -se sienta nuevamente-

- No hace falta muchacho. -lo guarda dentro de su bolso- Te ves como una persona confiable, me alegra que alguien como tu este cuidando y habitando mi departamento. 

Departamento 905 | Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora