Departamento 905 | Jeon JungKook

treinta

antepenúltimo capitulo

JungKook me ha despertado de mi siesta por la tarde. Al verlo me doy cuenta de que sus ropas están cambiadas y que ha salido y yo ni cuenta causa a mi pasión por dormir. El frío a ocasionado que quiera estar en cama más que antes y como negar eso, puedo hacerlo ahora que tengo la oportunidad. 

— Vamos. 

— ¿Dónde? -pregunté tallando mis ojos causa a que aún están llenos de lagañas- 

— Ven aquí dormilona. -sonreí enternecida al escucharle llamarme así- 

Nos sentamos sobre la alfombra, veo un vaso de café y no dudo en sonreír más y tomarlo para beber. JungKook sentado frente mío acaricia mi mejilla, algo va a decirme, lo conozco. 

— ¿Qué sucede? 

— He estado pensando... Mucho, mucho últimamente. -le miro atenta- No hay duda de que enserio quiero estar contigo. Y no es que le tema a tus padres, es solo que quiero que todo pare, ¿me entiendes? 

Asentí con la cabeza enseguida. Él se quedo callado por unos segundos haciéndome sentir nerviosa por lo que dirá. Tome sus manos y acaricie sus delgados dedos. 

—trago saliva- ¿Qué te parece...? -suelta mis manos llevándolas a su abrigo, mi corazón late con demasiada fuerza que no se ni que cara poner, termina sacando un sobre color blanco, aún así no me siento tranquila- Esto. 

Al tenerlo entre mis manos decido abrirlo enseguida sin esperar más. Llevándome la gran sorpresa. 

— JungKook.

— Ahora te entiendo, entiendo lo que sentías cuando viniste a casa, me pediste que nos fuéramos juntos y me negué. -hace una línea con sus labios- ¿Qué piensas ahora? 

Lo miré.

— Hyemin, vámonos juntos, lejos de aquí. 

Mis ojos vuelven a lo que se encuentra en mis manos. Dos boletos a lo que es Busan. ¿Busan? 

No esta tan lejos de Seúl pero... Nunca he vivido en otra ciudad, y no se si realmente es Busan lo que quiero, esto me toma por sorpresa. 

— Estoy sin palabras realmente. -JungKook se queda callado- ¿Para que fecha son? 

Se encoge de hombros, puedo ver el leve puchero en sus labios. Su cabello esta más largo que cuando le conocí y debo aceptar que ahora es lo más tierno del mundo. 

— Kookie, mírame. 

Sus ojos brillan, no se si porque quiere llorar o porque le encanta que le diga así. Creo que son ambas. JungKook es todo un sentimental. Por eso logro sentarme sobre él, tomando su rostro entre mis manos y dejando un casto beso en sus labios. 

— Son para el fin de semana dentro de dos semanas. 

—asentí al escuchar la respuesta de mi antigua pregunta- ¿Porqué Busan? 

— Nací ahí y me gustaría que conocieras a mi madre. A lo que voy es que no es para vivir definitivamente. Iremos a donde tu quieras ir. 

— ¿Quieres que conozca a tu madre? -asiente varias veces- ¿Hablas de algo formal?