Departamento 905 | Jeon JungKook

veintitrés

Termina de llenar los datos solicitados en el formulario. Implora para que no llamen a sus padres, aunque no cree que sea necesario ya que el esta aquí con la mentira de que es su pareja y su familia vive en otra ciudad. No sabe aun porque le han llamado a él, por lo que le pregunta a la enfermera mientras espera. 

— Tomamos el celular de la señorita, usted era el único al que ella tenía agendado para urgencias. A usted y otro, pero esa persona era quien venía con ella. 

— Espere. ¿Qué? ¿Estaba con alguien? ¿Cómo...? 

— Oh, doctor Lee. -ambos prestaron atención a la persona que viene hacia ellos, JungKook enseguida se acerco- 

— ¿Usted es familiar de Im Hyemin? -asintió sin duda- La chica esta bien. -sintió que el alma le volvía al cuerpo, suspiro aliviado- Pero... -se maldijo mentalmente- Tiene heridas, leves, en el cuerpo, se lastimo el cuello y el brazo. Recibió un golpe en la cabeza cuando cayo al suelo, fue el que la dejo inconsciente, en este momento están por salir los resultados de los análisis así como las radiografías, aunque estoy seguro que no se rompió nada. Aun así, no se como reaccione su cuerpo ante el golpe ya que aun no despierta. Fue en la parte trasera, cerca de la nuca, esperemos no tenga repercusiones. 

— ¿Qué sucede si...? 

— No puedo decirte que podría pasar porque en veces suelen ser diversas cosas, como: perdida de memoria, una conmoción cerebral, hidrocefalia, convulsiones. Pero también puede que solo sea el golpe, muchas veces solo es la herida y ya. Esperaremos hasta que despierte. 

—bajo su mirada triste- ¿Puedo entrar a verla? Por favor. 

— Cuarto trece, piso tres. 

Se apresura al ascensor, esta impaciente por verla, necesita ver donde es que se daño y que esta aun aquí con él, es lo que necesita para poder estar tranquilo. Ahora mismo le pide a Dios, al Universo, a todo que ella este bien. 

Siente unas inmensas ganas de llorar, esta muy sensible. Tiene dudas pero ahora solo quiere llegar a Hyemin. 

Pasa entre la poca gente entre los pasillos hasta por fin estar frente a la habitación número trece, como le indico el Doctor. Sin siquiera esperar más abre la puerta, siendo Hyemin lo primero que sus ojos ven. 

Esta sobre la camilla, parece estar profundamente dormida, aunque sabe que sigue inconsciente. Tiene un vendaje en la cabeza, una gasa esta en su barbilla cerca de su mejilla derecha, su brazo tiene un vendaje y los raspones en sus brazos son visibles, no tanto como los del rostro. 

— Hyemin. -susurra-

Su voz tiembla y termina por derramar sus lagrimas. Una de sus manos va a su boca intentando no sollozar. Llega a un lado, justo donde hay una silla. Las agujas que están insertadas en sus venas del dorso de su mano le brindan medicamento, quiere tocarla pero siente que le hará daño. 

El doloroso recuerdo de como rompió su corazón aquella vez que termino con todo, lo están atormentando. Recuerda como la hizo llorar, recuerda que la lastimo. Ahora esta aquí, gracias a un accidente del cual necesita saber como pasaron las cosas. 

Hará pagar al culpable de que ella este así. 

— Lo siento. -dice mientras sigue llorando- Debí protegerte. 

Su rostro se esconde en sus brazos contra la cama, no entiende porque es que se siente tan culpable si no es él quien conducía el auto. 

Llora porque finalmente vuelve a verla pero ahora dentro de un hospital, cuando anhelaba hacerlo de una manera en la que ella estuviera bien. Creyó que estaría bien sin él, que nada le pasaría. Ahora se da cuenta de que fue un error.