Departamento 905 | Jeon JungKook

quince

Se quedaron dormidos sobre el sofá, sus cuerpos están abrazados y acostados en el sofá, solo con una manta encima la cual siempre está en la sala. Anoche no hubo tiempo para nada, era muy tarde y lo único que quería Hyemin era dormir, ni siquiera pronunció algo más haya de un "si" "no".

JungKook no le dijo nada, ella aún seguía asustada, lo haría cuando estuviera tranquila. Se llevaron detenido al hombre y Baekhyun se fue a casa. Al llegar solo la abrazó y dejó que se desahogara en su pecho, hasta quedar completamente dormida.

Los despertó la alarma para el trabajo de JungKook. Se removió hasta que tomó su teléfono y la apagó.

Cerró sus ojos y bostezo, volviéndose a acomodar para seguir durmiendo.

Ella lo miró confundida.

- Deberías prepararte para el trabajo. -dijo casi en un susurro-

Hyemin ni siquiera lo miró, se puso de pie y casi corrió a la habitación... Su habitación.

JungKook se reincorporó rápido y extrañado la miró encerrarce. Se acercó sin apuro y tocó la puerta.

- Hyemin... Sal, debemos hablar.

- Solo ve a tu trabajo JungKook.

Dentro de la habitación, comenzó a sacarse la ropa como si está le quemara la piel, aún vestía el uniforme de su trabajo, tenía encima la chaqueta de JungKook aún ya que no se pudo cambiar anoche.

Quemaría esa ropa, se desharia de ella.

Rompió en llanto, se maldecia a ella misma por haber sido tan débil e inocente, era claro que intentaría hacerle algo. Gracias a Dios que JungKook fue a buscarla, insistió a los guardias con ayuda de Baekhyun para poder entrar a la dichosa oficina.

Justo JungKook logro abrir la puerta, encontrandola en llanto. Tomó una de las mantas de la cama y la cubrió con ella para después envolverla en sus brazos.

- Odio verte así... Hyemin, deja de evitarme, solo quiero ayudarte.

- Seguro piensas que soy una... -sus palabras quedaron en el aire- No puedo ni mirarte. -cubrió su rostro-

- Oye, escucha, mírame... -ella se negó a mirarlo- Nada de lo que pasó anoche es tu culpa, nada, completamente nada. ¿Me escuchaste? Deja de pensar que eres eso... Yo nunca te juzgaria.

- Claro que es mi culpa, era obvio que planeaba algo al pedirme que me quedara más tiempo en el trabajo, le hice caso. -sollozó-

- Pero no sabías que eso sucedería, era algo que podía pasar o no... Aparte luchaste para defenderte, de eso estoy seguro, no pasó nada.. Deja de pensar en eso hermosa.

Alejó sus manos de su rostro y lo miró.

- De no haber sido por ti... Hubiera pasado lo peor.

- Pero no fue así. -junto su frente a la de ella- Solo déjame ayudarte... Debiste decirme lo que el te había dicho, confía en mí.

- Lo siento, no quería preocuparte.

- ¿Porqué nunca dijiste nada? -volvió a mirarla- Lleva demasiado tiempo acosandote... ¿Porqué callaste?

-se quedó pensativa- No lo vas a entender... Tu y los demás. El me amenazaba, es conocido de mis padres, por el tenía un buen empleo..

- Eso nunca tuvo porque detenerte. Pero el hubiera no existe Hyemin, ahora debes prepararte y hablar.. Tienes que hacerlo, así el podrá estar en la cárcel y alejarse de ti.