B R O K E N

Capítulo 9 | Un nuevo Capitán América para un nuevo mundo |

La ciudad estaba hecha un caos y los ojos del mundo observaban detalle a detalle cada uno de los movimientos. Los flag-smashers habían secuestrado las instalaciones del CRG, las fuerzas especiales habían asegurado ya el perímetro y cuidaban a quien entraba. "Sargento Barnes" le saludaron los hombres al verlo e inmediatamente lo dejaron pasar. El ambiente se sentía tenso y el sonido de los helicópteros recorriendo la zona una y otra vez no ayudaba demasiado, el ojo azul se encargó de vigilar cada rostro, buscando cualquier sospechoso

—¿Cuál es su permiso para entrar?— le dijo la hoz de un hombre mayor, pero al girarse se encontró con Sharon Cárter quien estaba disfrazada.

—Situación.

—120 miembros del CRG y unos 300 trabajadores del edificio, no han hecho ningún otro movimiento.

—Bien Sam ¿Cuál es el plan?— Sam había hecho acto de presencia al entrar por uno de los ventanales a la sala de reuniones la cual se encontró inusualmente vacía, sin embargo Redwing había detectado a las personas.

—La Sala de Reuniones del CRG está vacía, parece que los miembros están subiendo al helipuerto y los demás están bajando al estacionamiento. Buck ve hacia el estacionamiento, no los dejes salir, planean llevárselos— Sharon fue en busca de los demás rehenes y James se encargaría de detenerlos. Mientras tanto Sam tenía una pelea con un antiguo enemigo que lo quería muerto, trató de buscar la ayuda de Barnes, pero él lo negó, diciéndole que esa era su pelea.

Bucky entró por la puerta principal, de manera silenciosa pero con un mal presentimiento que lo inundaba. Escuchó los pasos bajando por las escaleras y corrió directamente hacia ellas, lo que no se esperaba era que comenzarán dispararle, ni siquiera se había dado cuenta de quién era el portador. Así que tuvo que esconderse detrás de una gran pared de mármol. Mal día para no llevar ninguna arma. Se quedó quieto, escuchando los pasos de uno de los hombres. Miro a través de un cristal roto que estaba en el suelo, el enemigo estaba a tan solo unos metros. Así que salió de su escondite, lanzándose directamente a él evitando que apretará el gatillo y en un movimiento rápido logró retirarle el arma y partirla en dos. Sin embargo el hombre era algo más que un seguidor, era un supersoldado, este trató de atacar golpeándolo en las piernas pero parecía ser que todo el mundo se olvidaba de su experiencia. James lo golpeó en el pecho y luego en los brazos, el hombre trató de atacar nuevamente pero Bucky fue más rápido golpeándolo en el rostro. De repente una ráfaga de disparos comenzó, con la sola oportunidad de cubrirse con su brazo de vibranio corrió de nuevo a su escondite, tomó el cuerpo del supersoldado que estaba inconsciente y lo lanzó, haciendo detener los disparos un momento. Corrió hacia ellos y logró golpear al par de enemigos más que se encontraban en el fondo del pasillo. Al primero le dió un gancho directo a la mandíbula y lo hizo caer de rodillas, con ayuda de su cuerpo lo lanzó contra el otro hombre, estrellando a ambos en la pared.

—Mal día para venir solo, Soldado del Invierno— dijo uno de los cuatro hombres que estaban frente a él, apuntándole— ¿Últimas palabras?

James no dijo nada, mientras calculaba una forma de salir de ello con vida, tras de él otro par de hombres más aparecieron. ¿De dónde rayos había sacado Morgenthau tantas municiones? Todos apuntaron directamente hacia él, escuchó un suspiro en el aire, un disparo. Pero este nunca llegó, fue detenido por una luz roja. Todos comenzaron a disparar pero sus balas se detenían en ese mismo campo de fuerza rojo, los hombres que estaban tras de Bucky fueron rodeados por una niebla escarlata y sus armas se hicieron pedazos—¡Adoro ese truco Brujita! — sabía perfectamente de quién se trataba, era el mismo que hizo en Madripoor, quería verla nuevamente con su seductor traje y su magia mística envolviendo a todos. Los hombres se alzaron al aire y sus armas cayeron al suelo. Entonces de las sombras salió la imponente mujer: en su traje rojo como Vengadora y sus ojos brillando de magia escarlata— ¿Quién eres tú?