Capítulo 11 | La magia de los nuevos comienzos |

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Los hermanos Wilson contemplaron a la pareja que caminaba hacia ellos. Una joven castaña de brillantes ojos esmeraldas tenía entrelazado su brazo con un serio hombre de ojos azules y cabello negro. Parecían una pareja con bastantes años de casados, ambos portaban sonrisas tranquilas y caminaban juntos a la par, encajando el uno con el otro.

Bucky saludo a los pequeños Wilson jugando a hacer equilibrio con el pastel y recibir golpes falsos. Sin embargo, estos lo dejaron de lado al observar a su tía favorita. Corrieron a Wanda quien se inclinó a su altura y los recibió en brazos.

-¡Tia Wanda! ¡Te extrañamos tanto! ¿Puedes hacernos volar?- la joven solo soltó una risita entonces los envolvió con su magia y los alzó alto. Volando por encima de sus cabezas y recorriendo el muelle- ¡Más alto!- gritaron ellos. Wanda solo los alzó un poco más y luego los hizo aterrizar como aviones de guerra. Sintiéndose unos verdaderos héroes.

-Ya veo porque te quieren más a ti que a mi- dijo Bucky fingiendo un gesto de dolor. Wanda se acercó a él con una sonrisa traviesa- ¿Que planeas Maximoff? - ella se lanzó a sus brazos y él no tuvo más opción que cargarla, al estilo nupcial. Entonces ella los envolvió con su magia y los alzó por los aires, sentir la nada bajo Bucky lo hizo tambalear un momento- Ya decía yo que no era nada bueno... - Wanda comenzó a reír en una libre carcajada mientras los alzaba más en el aire. Llegando al punto dónde se observaba el lago y el bosque alrededor de la casa Wilson- Esto es... Increíble...- susurró Bucky, Wanda le rodeó el cuello con sus brazos aferrándose a él. Su risa se volvió contagiosa, haciéndolo reír también. Hace tantos años que no sentía esa clase de alegría, su estómago cosquilleaba al igual que su cuerpo, tantas emociones comenzaban a despertar, abrumandolo por completo. ¿Por qué Wanda? ¿Por qué me siento tan bien a tu lado? Quería preguntarle, y él mismo tenía la respuesta. Una respuesta que había negado tanto y que por fin comenzaba a aceptar.

Bajaron a tierra al ver a la familia de Sam llegar, Wanda se sorprendió de cuántos miembros eran, alrededor de unas sesenta personas portando el mismo apellido y la misma felicidad. Por un momento se sintió intrusa en aquel lugar, pero eso fue desapareciendo poco a poco. AJ y Cass se habían encargado de contarles a todos sus primos lo que ella hacía, para el medio día, ya se había ganado el corazón de una docena de niños y los elevaba por los aires. Llevándolos entre los árboles del bosque o sobrevolando el lago.

Las tías de Sam no dejaban de halagar lo guapo que se veía con su nuevo traje y se tomaron fotos infinidad de veces con él. Bucky, en cambio, presumía su brazo de vibranio cargando a algunos niños o grandes objetos. Los sobrinos adolescentes de Sam le pidieron una clase de defensa. Bucky formó a los cuatro muchachos sobre el pasto y les enseñó la posición de defensa, luego les dijo que lo atacarán. Todos se lanzaron hacia él en un intento de derribar al soldado, pero este solo esquivaba los golpes.

-¡Vamos! Esto no es ni el calentamiento- los muchachos trataron de volver a atacar pero fue en vano, el sargento Barnes era un experto en combate que no rebajaría su nivel, tenían que estar a la altura para pelear con él.

-¡La Tía Wanda le pateara el trasero al Tío Sam y el Tío Bucky!- gritó el pequeño Cass haciendo reír a Wanda y ganándose un par de miradas desaprobatorias. Luego, todos los niños comenzaron a gritar lo mismo, quería ver cómo les pateaba el trasero pero ella simplemente negaba- ¡No puedo hacerlo! Mi magia es una gran ventaja, no sería justo...- los niños hicieron un puchero de decepción pero la ojiverde no dejaría así las cosas, les hizo seña a Barnes y Wilson para que se acercarán, ella quedó en medio de ambos y luego rodeó a los tres con su magia, convirtiéndolos en el Capitán América, la Bruja Escarlata y el Soldado del Invierno. A uno de los primos mayores de Sam casi se le cae la quijada al ver a Wanda, recorriendola con la mirada con descaro. Bucky lo notó, tenía unas enormes ganas de cubrirla con una manta y decirles a todos que sólo él podía verla así de majestuosa... Pero como no podía hacer eso, solo camino directo al sobrino de Sam dispuesto a darle una pequeña "charla" sobre cómo mirar a una dama, se vio interrumpido por todos los adolescentes queriendo selfies con él. No sabía siquiera cómo posar, solo sonreía a la cámara como una mueca extraña. Luego volvió a lado de Wanda y Sam, entonces se capturó al nuevo equipo que protegería la tierra.

B R O K E NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora