Capítulo 28 | Protector |

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Somos afortunados de tener a quien amamos frente a nuestros ojos, disfrutando de su aroma y su calidez. Escuchando como ambos corazones laten a la par, encajando perfectamente. Wanda se sentía afortunada en aquel momento, se encontraban en la base de la fuerza aérea de Inglaterra, portaban ropa militar y esperaban la señal para subir al jet y ejecutar el plan que acabaría con Ultron. Pero en medio de todo ese mundo lleno de planes y enemigos, ellos estaban rodeandose el uno al otro en un abrazo suave y dulce. Sus brazos le rodeaban el cuello y recargaba su mentón en el hombro de James, él la rodeaba de la cintura y también recargaba su mentón sobre su hombro.

Se sentía tan bien, eran como dos piezas de rompecabezas, como dos relojes rotos uniéndose para ser uno. Dicen que un abrazo es uno de los actos de amor verdadero más fuertes que existen. A lo largo de su vida, Wanda y James recibieron y dieron un sin fin de abrazos, pero ninguno se sentía tan bien como aquel. Un abrazo que calmaba los miedos, la ansiedad y la tristeza. Para ellos, era una de sus tantas formas de decirse cuánto se aman, cada beso, cada abrazo era más fuerte conforme avanzaba el tiempo, porque su amor crecía con cada momento que pasaban juntos, cada mirada que intercambiaban, cada risa, recuerdo o suspiro, todo eso conformaba su historia.

Escucharon la puerta abrirse y ambos dirigieron la mirada, Banner los miraba sorprendido y no tenía intención de disimularlo, aún así no se separaron, porque no querían alejarse el uno del otro— Es hora.

Ambos asintieron con la cabeza y el hombre salió de la habitación. James la miró y en ese momento se dió cuenta de que ella aún portaba el collar que le había regalado, Wanda no se lo había apartado en ningún momento y a pesar de los ataques seguía intacto como siempre. Tomó el dije y lo acarició, Wanda sentía que su cuerpo se tensaba, le provocaba un sin fin de emociones con solo tocarla— Todo estará bien— le dijo tomándole el rostro con sus manos, depositando un delicado beso en sus labios, disfrutando de su suavidad.

—Te amo James...— susurro muy cerca de sus labios y volvió a unirlos en un corto y fugaz beso.

—Y yo te amo a ti...— no sabía que sucedería, pero no perdería nunca más la oportunidad de decírselo. Ella tocó su pecho con su magia e inmediatamente una corriente de energía escarlata lo recorrió, envolviendolo en un campo de fuerza—No quiero arriesgarme..

—No te dejaré, lo prometo—Wanda sonrió antes de darle un último beso, después lo abrazó con toda su fuerza, confiaba en sus palabras y tenía fe en que así sería.

Ambos tomaron valor y caminaron tomados de las manos al Jet, dónde el equipo ya los esperaba. Alec había despertado y aunque tenía ligera amnesia, logró contarles sobre el plan de Ultron en Yorkshire. Nathan solo era un peón que usaba, se aprovechó de él cuando Hydra cayó. Meses atrás comenzó con su proyecto retorcido, usar mentes humanas en cuerpos robóticos. O cuerpos humanos en inteligencias artificiales. La que funcionara mejor. Al final, Nathan comenzó a llamar la atención del gobierno con los ataques, porque muy en el fondo, no soportaba mirar los experimentos. Él no tenía salida desde que entró al mercado negro y aún así, ayudo al grupo de rehenes.

Ultron no continuaría con su proyecto hasta que lo dejarán en paz, y Bruce lo sabía perfectamente. El dirigiría la misión desde el Jet, había renunciado para siempre a las misiones, diciendo que ya había cumplido su propósito y lo único que le quedaba era ayudar a las personas con su conocimiento. Nadie refutó eso y estuvieron de acuerdo, la AI los esperaba en su base, rodeado con su ejército de robots y sin rehenes está vez. Había parado todas las actividades, quería deshacerse de una vez del Capitán América y su equipo. Llegaron al lugar, Matteo y Oliver preparaban sus armas al igual que Bucky, Sam fue el primero en bajar. El iría al frente, con los tres hombres como cubierta, Joaquín sería la defensa aérea y Wanda el intermedio entre ambos espacios.

B R O K E NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora