B R O K E N

Capítulo 37 | El final de la línea |

Sam había leído y escuchado sobre lo sucedido en Westview, pero estaba seguro que lo sucedido en aquel lugar no era tan atemorizante como a lo que se aproximaban. El viento soplaba con fuerza y pequeños temblores sacudían la isla. El cielo se iluminaba con hilos de magia escarlata que provenían del centro del lugar. Había grandes truenos y el sonido de rocas y árboles cayendo inundaban sus oídos. Siguieron el sendero que iluminaban con linternas mientras Joaquín los guiaba hacia el rastreador. Desde lejos comenzó a observar lo que llamaban un Hex, un gran campo de fuerza de magia escarlata que no permitía ver hacia el interior.

Se alzó con ayuda de sus alas de vibranium hasta el punto más alto y pudo observarlo, era un hexágono y cada una de sus paredes avanzaba a cada segundo.

-¿Cómo llegaremos hasta ella?- preguntó cuando estuvo de vuelta en el suelo-Es una caja fuerte, no hay entrada después de aquel campo de fuerza.

Fue entonces que lo observaron, el campo de fuerza transformaba todo lo que tocaba, el suelo de barro tomaba forma de piedras lisas, los árboles caían para convertirse en grandes torres de mármol y los pastizales se convertían en gruesas e impenetrables paredes que quedaban atrás conforme el Hex avanzaba. Retrocedieron en cuanto observaron al límite avanzar, pero Bucky no se movió ni un milímetro. Sostenía con firmeza el collar de Wanda y miraba al frente, no importaba lo que le pasará, tenía que entrar a aquel Caos y encontrarla, había escuchado su voz y aunque solo fuese un instante, ella estaba ahí, no podía dejarla.

El límite avanzó más y no titubeó, aunque su equipo le gritaba que se alejara, Sam trató de acercarse pero Strange lo detuvo. ¿Quién los sacaría si todos entraban? Sam se quedó quieto y trato de llamarlo pero Barnes no respondió. Miro con seguridad el límite y cuando esté avanzo hasta toparse con el, a solo unos cuantos centímetros, el amuleto que Wanda y Strange hechizaron comenzó a formar espirales en una magia mística caótica de color amarillo. Lo rodearon y se impregnaron en su piel como una corriente eléctrica, entonces cuando el Hex avanzó más y entró en él, nada en absoluto cambió.

La magia oscura no lo atacó, estaba en una especie de burbuja protectora. Alzó la vista y fue entonces que observó cómo las grandes torres terminaban de construirse. Un palacio. Un palacio de piedras de color blanco grisáceo, y jardines perfectamente cuidados. La magia construía sin límites y modificaba sin piedad alguna. En aquel lugar había sol y no corría el viento, era un lugar perfecto. Sin embargo, pronto observó que por momentos, los objetos tomaban colores grisáceos y caían al suelo como arena, siendo reconstruidos una y otra vez.

La realidad perfecta no puede ser estable.

Recordó haber leído eso en el libro que Wong le había prestado, comenzó a retroceder, viendo cómo otra onda de cambio se acercaba, destruyendo las torres en arena y volviendolas a construir.

No era estable.

Comenzó a correr en cuanto observo como una ola de escombros avanzaba con rapidez hacia el, no noto siquiera cuando cruzó el Hex e impactó contra Sam y Joaquín.

-¿Estás bien?- dijeron preocupados al verlo con la mirada pálida. Pero inmediatamente se recompuso, no podía huir, debía entrar nuevamente al Hex y buscarla.

-Funciona- susurró Strange acercándose a él y examinándolo, no había sufrido cambios, estaba exactamente igual a como había entrado- James tenemos la solución.

Bucky lo miró, con ojos esperanzadores, no confiaba del todo en él, pero Stephen era el único conocedor de la magia de Wanda y tenía una pequeña pizca de fe en que podría traerla de vuelta- Dame el amuleto, necesito entrar ahí y sacar su forma astral, solo así el Timnyy saldrá de su cuerpo, tendrá menos control sobre ella y podrá recuperar sus recuerdos...