Capítulo 17 | Mi instinto es protegerte |

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Wanda recordó cada momento que pasó junto al Pietro de este universo, cuando lo observó llegar por la puerta de su falsa casa y fastidio a Visión, cuando empezó a jugar con sus gemelos y cuando recordó varios momentos juntos. Peter siempre fue su hermano. Y lo extrañaría demasiado. El momento de la despedida en la mansión Xavier había llegado, los mutantes se encontraban reunidos en la entrada principal, la noche había caído ya y despedían a sus visitantes. Charles les dijo que la realidad no se alteraría por nada, no había sucedido nada muy importante como para alterar el curso de la historia.

—Wanda, James— dijo el hombre acercándose a ellos— espero que el destino les de la mejor de las suertes. Fue un placer tenerlos aquí.

—Muchas gracias— dijeron al unísono. Hank llamó a James para entregarle un curioso paquete del que no quiso indagar más por el momento. Más bien se concentró en el indeciso platinado que decidía en si debía acercarse o no. Peter inmediatamente entendió su mirada y se acercó a pasos lentos. Las despedidas nunca eran lo suyo pero despedirse de su hermana melliza, la persona a la que cuidaría en cualquier lugar, era algo que requería demasiado valor. Dió pasos cortos hasta ella, por primera vez no tenía prisa. Wanda lo rodeó con sus brazos, la conexión que tenían era inevitable al igual que su gran amor de hermanos. Las lágrimas comenzaron a caer y fue entonces que el corazón de Peter cedió, era duro como una piedra e indiferente, pero ahora no podía serlo. Así que la abrazó con más fuerza, acariciándole la cabeza como su madre solía hacer cuando era pequeña.

Se separaron y Peter la tomó del rostro— Se que no soy el Pietro que conoces y que este no es el rostro que recuerdas pero no importa donde estemos, mi instinto es protegerte— dijo casi en un susurro— siempre serás mi hermanita— entonces le dió un beso en la frente. Para Wanda fue inevitable no llorar, Peter o Pietro, con ambos sentía la misma sensación de seguridad— Siempre seré doce años o minutos mayor que tu...

Wanda soltó una pequeña risa y Peter se alejó observándola una última vez, entonces corrió hasta lo más profundo del bosque y por primera vez en su vida lloró. La melliza sentía dolor en el pecho, Erick la observó y se acercó a ella, la abrazo y susurro— En este universo he sido un pésimo padre... Espero que en tu universo, no lo haya sido.

—Lo fuiste...— susurro con la voz quebrada. Lo fue, y estaba segura que arreglaría las cosas. Erick la apretó una última vez y luego se alejó, acercándose a Clint— Gracias por cuidar de mi pequeña... Y tu— dijo mirando a Bucky— sé que esto tal vez no valga nada pero.. tienes mi bendición. Protegerla siempre.

James se convirtió en el muchacho de los años 40 's, no lo esperaba pero cuanto lo ansiaba. Buscaba de alguna forma la aprobación de aquel hombre porque sentía la obligación de asegurarle que ella estaría bien. Asintió con la cabeza y Erick se alejó, no le fallaría y el mutante lo sabía. Wanda miró una última vez a la mansión y todos los mutantes que estaban ahí, Peter y Erick estaban juntos observándola. La amaban y ella a ellos, no importaba cuántos universos diferentes visitaran, siempre existiría la conexión que sintió aquel día, siempre estarían unidos a ella. Comenzó a crear los aros escarlatas y luego los volvió a unir en un enorme círculo escarlata que mostró la base de la fuerza aérea, los cinco cruzaron e inmediatamente se cerró el portal. Algunas lágrimas caían del rostro de la ojo verde, James se acercó a ella y la abrazó con fuerza— Ellos te aman, están aquí, lo sabes..

—Están en mi y en ti...— susurro, recordando que Erick le dió su bendición. James le tomó el rostro, las lágrimas dejaron de caer— Te cuidare siempre...— susurro Bucky.

—Juntos, nos cuidaremos juntos, siempre...— Wanda unió sus labios en un beso suave con movimientos sutiles. Se repetían esa promesa una y otra vez, no porque la olvidarán, si no para recordar que ninguno de los dos volvería a estar solo, sin importar lo que pase. Se tomaron de la mano y comenzaron a caminar hacia la salida. Joaquín y Sam hablaban sobre el increíble día mientras Clint llamaba a Laura, todo estaría bien. Entonces una luz color dorado comenzó a rodearlos y a alzarlos en los aires, luego un gran aro de luz se formó dejando ver al dueño: el protector de la realidad.


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—Wanda Maximoff, serás castigada por alterar la realidad— las palabras del hombre no la intimidaron en ningún momento, entonces con su magia escarlata rompió los hilos de magia del hechicero— ¡Déjalos ir! — exigió. Strange al ver su magia escarlata cedió y los dejó caer al suelo inconscientes pero Wanda los ayudó a caer despacio— ¿Qué es lo que quieres?— gritó y luego ambos se alzaron en los aires.

—Mi deber es proteger la realidad y ahora encabezas la lista de personas que podrían destruir este planeta. Eres la Bruja Escarlata.

—¡No lo soy! ¡Basta! ¡Yo no lo quiero! ¿Si? Lo que pasó en WestView no fue algo intencional. ¡Nadie estuvo ahí cuando más lo necesite! ¡No me culpes por lo que hice, porque yo conozco perfectamente que sucedió! No tienes ningún derecho a venir aquí... ¿Dónde estabas cuando Agatha impulso a la Bruja? ¿Dónde? Nadie lo detuvo y no quiero lastimar a nadie.

—Es tu destino.

—No lo quiero... ¡Estoy cansada de que lo sea! Yo no lo quiero, no puedo más. ¿Porque crees que limitó mi poder? ¿Porqué crees que no he leído el Darkhold? ¿Porque crees que me escondí?

— ¿Dónde está el Darkhold?

—Con Ágatha en WestView— dijo— tómalo, no me interesa leerlo— Yo misma le tengo miedo a esto— dijo mostrando la neblina escarlata de sus manos— trato de controlarlo.

—La magia del caos no puede controlarse.

—Entonces ayúdame a liberarme de esto— Strange se quedó en silencio y eso solo le dió una respuesta a Wanda— Si no puedes ayudarme dejame tranquila, vigila lo que quieras, no pienso pelear...

Wanda bajó al suelo y se acercó a su familia inconsciente.

—Solo será cuestión de tiempo...— dijo el hechicero antes de desaparecer, Wanda tocó la frente de cada uno y alteró levemente sus recuerdos. Entonces los cuatro despertaron como si nada hubiera sucedido. Incluso ella misma boto ese recuerdo en la parte más oscura de su memoria. La gema se equivocó, la gema se equivocó, se susurró así misma, tratando de convencerse de que su destino cambiaría. 


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Siguiente capítulo: Todo el mundo lo sabía. 

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