B R O K E N

Capítulo 35 | Quiero ser egoísta |

Wanda podía sentir como chocaba contra ella la corriente de viento. La hierba de aquel campo se movía con brusquedad, como si quisiera arrancarla del suelo. Había lluvia cayendo en grandes gotas y del cielo una niebla oscura brillaba, emanando rayos platas. El sonido de las trompetas no estaba en su cabeza, venía de aquella niebla que comenzó a tomar forma de tornando conforme bajaba y se acercaba más a la tierra. El suelo vibraba bajo sus pies y los truenos de aquella tormenta retumbaban con imponencia.

Formó sus esferas escarlatas y esperó la señal del Hechicero Supremo, Strange la miró y asintió con la cabeza. Ambos movieron sus manos a la par, formando una serie de pictogramas de protección que comenzaron a rodearlos. La magia de Wanda se combinaba con las artes místicas, formando líneas de un singular color naranja. Estaban el uno frente al otro, moviendo sus manos al unísono.

"¿Listo?" Pregunto en la mente del Hechicero, él asintió con la cabeza y ambos alzaron los pictogramas al cielo, los de Wanda quedaron al frente y los de Strange detrás. La castaña comenzó a formar una gran esfera de magia escarlata que impulsó a los pictogramas a subir aún más, acercándose a la niebla oscura, la cual parecía sentirse atraída por la magia y comenzó a descender. Wanda miro a Strange nuevamente, y ambos comenzaron a formar aros de magia, que volvieron a lanzar al cielo, empujando nuevamente el hechizo lo más alto y reforzandolo. La Bruja impulsó aún más los pictogramas, hasta que estos chocaron con la niebla oscura, y como si de un campo de fuerza se tratará está comenzó a rebotar, devolviéndose al espacio.

—Funciona— susurro sonriente mirando a Strange, esté solo le dió una corta sonrisa mientras volvía a dibujar otro pictograma, haciendo que la oji esmeralda imitara su acción. Wanda creó una serie de pictogramas que la rodearon en forma de hexágono, después los colocó alrededor de Strange, siendo este un hechizo de protección. Ambos formaron otro campo de fuerza más, protegiéndolos.

La Bruja se alzó en el aire al igual que Stephen y formó una última esfera de magia escarlata que envió a los pictogramas haciendo que estos empujarán aún más la niebla, sacándola de su vista. Parecía más y más lejana. Wanda suspiro aliviada pero el rostro de Strange decía todo lo contrario, miro de vuelta al cielo, la niebla volvía como si se tratara de un Boomerang, con más fuerza. El canto se escuchaba con más fuerza y comenzó a romper todos los pictogramas uno por uno.

—¿¡Qué sucede?!

—¡No lo sé!— Wanda comenzó a entrar en pánico y lanzó otra serie de pictogramas a la niebla pero está simplemente los atravesó como si un vidrio se rompiera. Volvió a envolver a Strange en otra serie de pictogramas hexagonales y miro la niebla, trato de rodearla con su magia y devolverla al espacio pero fue inútil, está comenzó a mezclarse con su magia, tomando un color rojo oscuro. Miro a Strange quien parecía totalmente confundido, eso no debía ocurrir, algo estaba mal. La niebla pudo sentir la magia de Wanda, la más fuerte que existía en aquella tierra, bajó con rapidez rompiendo su último campo de fuerza y comenzó a rodearlos, aún sin tocarlos. Rodeo a Strange y trato de romper sus hechizos, debilitandolos uno por uno. Wanda lanzó una serie de pictogramas, tratando de alejar a la niebla, pero ésta solo los rodeaba en forma de grandes ríos que comenzaban a tomar el color escarlata. Entonces dejó de atacar a Strange y comenzó a rodearla, lo sintió, como si la observará y la analizará. Estaba escogiendo.

Y fue entonces que la eligió. Wanda sintió cómo impactaba de lleno en ella, quemando como si de fuego se tratase. Gritó con desesperación, Strange trató de usar sus pictogramas pero estos simplemente se rompían al chocar contra la niebla oscura. Wanda lo rodeó con su magia y logró lanzarlo lejos.

La niebla se impregnó con más fuerza en su piel, como si cuchillas la atravesaran. Escucho el canto en sus oídos, fuerte y vibrante. Solo temblaba del dolor, del miedo, no podía si quiera procesar lo que le ocurría a su cuerpo. Quería que el dolor terminará ya, gritó con fuerza y dejó salir una gran onda de magia escarlata pero no funcionó, la niebla oscura se adhería a ella, como si fueran la misma cosa. Trató de volver a intentarlo, lanzando una onda más grande y la niebla oscura se combinó con su magia y luego volvió a ella. Sintió una gran fuerza impactarla y recorrerla, la niebla oscura entró directamente en su pecho, haciendo que doliera, probablemente su corazón ya se había parado y ella no lo sabía. Ya no podía sentir lo que pasaba a su alrededor, solo sentía aquella fuerza recorrerla, podía sentir las corrientes eléctricas por sus venas, el cosquilleo en sus manos que formaba esferas de magia escarlata más grandes, en un rojo oscuro más inestable.