Capítulo 19: Lo prohibido

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Harry metió su lengua por cada rincón de su boca, bajó su mano hasta el trasero prominente de Louis y sus respiraciones se volvieron más rápidas, comenzaban sentirse excitados.

— Hazz tú te vas a casar.

Harry se detuvo y puso su cabeza sobre su hombro. Soltando unas lágrimas, era la primera vez que lo veía llorar.

— Lou, me haces perder el control, sé que me voy a casar pero estoy tan confundido. Tengo miedo de herir a Fiorella, ella tiene tantos problemas con su familia, soy lo único que ella tiene.

— Entonces es momento que te detengas, por favor no vuelvas a hacer esto o sino me terminará afectando y temo terminame involucrando emocionalmente contigo.

Louis salió del baño, con las mejillas rojas y la camisa desencajada. Stefan lo quedó observando, mientras tenía su dedo índice en los labios.

— Tienes cara de orgasmo.

Louis se quedó mudo, bajando la mirada avergonzado.

— Entonces si tuviste uno ¿Con quién?

— Con nadie Stefan, solo que estaba haciendo el número 2.

— Ah, ahora entiendo.

Harry salió del baño acomodándose en la camisa y viendo hacia dirección donde estaba Stefan hablando con Louis. Ahora no podía hacer ni decir nada, pues él tenía razón, debía concentrarse en su prometida.

— Harry tiene la misma cara que tú, al parecer lo que comieron no les cayó para nada bien — dijo de forma burlona.

Él se encargó de llevarlo hasta su casa, en un completo silencio. En el apartamento esperaba Ed para invitarlo a tomarse unos tragos en un bar Karaoke.

— Hoy vamos de fiesta.

— No.

— Sí.

Lo agarró fuertemente del brazo y lo arrastró fuera de su apartamento, para que bajara por las escaleras de metal y tomaran un Uber. Louis no tuvo más remedio que ir, además quizás un par de tragos servirían para olvidarlo.

Cuando llegó al bar, parecía querer acabar con todo el licor, bebía cerveza tras cerveza, mientras Ed bailaba con su novia. Mirando con tristeza, como se veían de felices y él no podía tener eso. Su anterior ex, lo usó y ahora Harry no estaba dispuesto a dejar su prometida por iniciar algo con él. Tal vez no nació para tener un amor así.

— Amigo parece que bebieras por puro despecho.

— Bebo porque sí, no por alguien.

— Tienes cara de corazón roto ¿Qué pasa Louis?

— No pasa nada.

Negó con la cabeza y Ed lo empujó a la pista de baile para que al menos se divertiera un poco. Comenzaron a bailar los dos, mientras Ed sostenía sus brazos encima de los hombros y se reían. Una canción de pop sonaba a todo volumen.

Fiorella paseó por la habitación, con una bata casi transparente, moviendo sus caderas de forma sensual, tratando de llamar la atención de Harry, quién siguió pasando los canales sin darle importancia a ella.

— Harry, no me estás prestando atención ¡Deja y la televisión y mirame!

Desde que regresó del viaje ella no le despertaba el más mínimo deseo. Apagó la televisión y la recorrió con la mirada, sin antes la hubiera visto vestida de esa forma, la historia sería otra pero ahora no le llamaba la atención.

Fiorella se subió en la cama y empezó a quitarle la camisa y a lamer su pecho, le fue a dar un beso y él torció la cara.

— ¡Qué te pasa! — dijo molesta y avergonzada.

— Nada, solo estoy cansado, este nuevo menú me tiene estresado.

— Antes nunca el trabajo había afectado nuestra vida sexual ¿Con quién te estás revolcando?

— Con nadie, deja de hacerte películas. Que falta de confianza hay de tu parte.

Se lo quedó observando, no le creía, sus ojos le decían que ocultaba algo.

— Averiguaré con quién me engañas.

— Haz lo que quieras, Fiorella. Sabes, esta confianza de tu parte está comenzando a ser un problema, tal vez deberíamos aplazar la boda y tomarnos un tiempo de nuevo.

— ¡Otra vez! ¡No podemos hacerlo!

— No pienso casarme con alguien que va a estarme celandome todo el tiempo, por imaginaciones suyas. Espero que esté afán tuyo no se deba a tu situación económica.

Fiorella lo abofeteó, dejando su mejilla enrojecida.

— No me interesa tu dinero ¿Acaso piensas que soy una prostituta?

— No lo digo de esa forma Fiorella, solo que tienes demasiado afán por casarnos, me ocultas cosas y desconfias de mí. Incluso amenzaste a Louis.

— Ah, así que todo se debe a él ¿Acaso no te das cuenta que chorrea la baba por ti?

— No lo hace, así que basta. Iré a dormir en el sofá.

Harry se recostó en el sofá y busco  en su celular el número de Louis estuvo a punto de llamarlo pero se detuvo, no era esto justo con él.

¿Café o té? L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora