Capítulo 11: Feria de café

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Harry decidió unir el dinero que usaría de la boda con Fiorella, detuvo los preparativos y se centró en que la feria surgiera como el quería pues con ese dinero podrían recuperarse de la gran pérdida.

— Pensé que ese dinero, era sagrado.

— Cuando termine la feria invertiré de nuevo.

La miró con cierta desconfianza, a pesar de que ella negara de que habían sido sus padres, empezaba a sospechar cuando ella no siguió insistiendo con el préstamo. Tal vez ella no sabía nada y sus padres eran unos atrevidos.

— Deja de mirarme así, amor. No tuve nada que ver. Deberías más bien dudar de ese socio tuyo.

Harry se levantó de la silla furioso, no podía soportar que acusara a Louis de algo que estaba seguro que no fue él, pues a él le importaba mucho este negocio.

— No permito que saques conclusiones a la ligera sin pruebas. No quiero seguir teniendo está conversación contigo.

Tomó su abrigo y las llaves de su carro y salió rumbo hacia el parque donde se realizaría la feria, estaba Louis adelantado hablando con los dueños de cada stand y organizado todo lo de los panfletos, que todo quedara impecable.

— Veo que has adelantado.

— Sí, faltan pocas horas para que empiece la feria y quiero que esté listo a tiempo.

— Siempre tan buen trabajador.

Revoloteo su cabello como si se tratara de un niño pequeño.

— No vuelvas a hacer eso.

— ¿Por qué?

Le sonrió y Louis se sonrojo, estaba un poco incómodo con aquella sonrisa socarrona de Harry.

— Hola chicos — Niall los miraba como si supiera algo.

Harry carraspeo y estrechó la mano con el cantante al igual que su socio. Estaba con una camisa blanca manga larga y pantalones desgastados.

— Esto pinta muy bien, voy a comenzar a hacer pruebas de sonido. Esperemos que esto sea un éxito.

Tenía una maravillosa sonrisa y siempre parecía estar lleno de energía. Les caía muy bien a ambos.

Se ayudaron con lo de la preparación de la feria, Louis estaba a cargo de los Stands y Harry hablando con los propietarios de cada café.

La feria comenzó a las 4 de la tarde y el primer show, fue un propietario de un café que dio pautas para emprender por medio de chistes. Luego pasó Harry como inagurador.

— Estoy dichoso de que todos ustedes estén conmigo, en este esquisto paraíso del café, si les gusta el café lo amarán y si no les gusta, porque sé que hay personas aquí presentes que dirán "Detesto el café" pues yo te invito a que pases a probar uno de estos maravillosos Stands y te aseguro que lo amarás.

Sonrió mirando el público, deteniendose en Louis que sabía que había sido una perfecta indirecta. Bajó de la tarima y Niall subió con sus músicos.

La música pop, era perfecta para la ocasión. Louis movía su cabeza y su cuerpo al son de la música. Tenía los ojos cerrados.

— Sé que todo eso fue una indirecta pero sigue sin gustarme el café.

— Vamos a ver.

Lo tomó de la mano y lo arrastró hasta el stand de café, donde preparaban un delicioso nevado.

— Pruébalo.

Louis arrugó la cara, aunque tenía bastante crema y arequipe, aquel líquido desagradable que se asentaba en ese vaso.

— ¡No!

Harry tomó la cuchara y la introdujo en el vaso y la acercó a la boca de Louis.

— Solo un poco.

Louis de mala gana, saboreo un poco, no sabía tan mal, después de todo.

— No sabe mal.

Fiorella estaba viendo como su prometido le daba de comer a su socio, el que defendía tanto, estaba sintiéndose un poco molesta, después de todo. Se acercó hacia donde estaban ellos.

— Veo que estás muy ocupado.

Harry torció los ojos al verla, era el colmo que hasta acá incluso se apareciera luego de la discusión que tuvieron.

— No sabía que como parte del contrato esté dar de comer a los socios.

— Sí está porque es un negocio de café por ende tiene que probar lo que yo diga, ahora si tú te quieres molestar por tal estupidez es insólito.

Lo agarró del brazo tratando de retenerlo para que siguiera hablando con ella.

— ¿Él te gusta? Sé que te gustan también los hombres ¿Es por eso que yo ahora estoy en segundo plano?

— ¡Mira las cosas que dices! ¡Estás insoportable! No me gusta para nada, me voy a casar contigo pero tú siempre dudas de mí, así que el problema no es un tercero, eres tú.

Fiorella se pasó las manos por la cabeza, sentía que su mina de oro se le estaba saliendo de las manos.  Debía dejar de ser tan celosa con él y evitar a toda costa que la dejara antes de obtener lo que quería.

— ¿Qué pasó? — Preguntó Louis al ver a Fiorella no quedarse.

— Fiorella haciéndome tontos reclamos, diciendo que tú me gustas ¡Que ridiculez! Solo somos socios y amigos.

No sabía porque le había herido eso último que dijo, pero lo había hecho.

¿Café o té? L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora