¿Café o té? L.S

Capítulo 24: Segunda Vez

Harry llevó en sus brazos hasta la cama a Louis, quien pataleando durante todo el camino, exigió que lo bajaran. Estando en la cama, libre de los brazos de Harry, viendo cómo este se quitaba la camisa y dejaba ver sus tatuajes, le llamó la atención la mariposa que tenía en su abdomen y los pájaros en su pecho, tenía muchos tatuajes, él también tenía unos cuantos. Le gustaría que los suyos estuvieran a juego con él.

—Son hermosos tus tatuajes, me gustaría tener a juego algunos contigo.

Harry deslizó sus dedos sobre la daga tatuada en su piel, luego puso la mano en la rosa en su brazo.

—La daga protege a la rosa.

Luego pasó la mano por las cuerdas y luego por la ancla, también por la brújula y el barco y por último el corazón y la flecha.

— Todos estos tatuajes se conectan aunque no nos hayamos puesto de acuerdo, quiero que la próxima vez que los veas, pienses en mí.

Besó sus labios mientras metía una mano debajo de su camisa y Louis desabrochaba su pantalón, deslizando aquél cinturón y dejándolo en tan solo unos boxers. Luego él se quitó la camisa y luego la sudadera. Harry se subió encima de él y lamió sus pezones, su piel se puso de gallina, se aferró a su espalda.

Comenzaron a hacer fricción entre sus cuerpos, él apretó su miembro, luego le deslizó aquél bóxer apretado y lo siguió masajeando. Se colocó un condón y buscó lubricante, introdujo sus dedos en su trasero y pasó a seguir dándole placer con las manos.

—Hazlo ya, Hazz.

— Amo cuando me llamas así— lo besó en los labios.

Comenzó a penetrarlo lentamente, con miedo de lastimarlo, hasta que Louis exigió que lo hiciera más rápido. Se detuvieron cuando llegaron al orgasmo. Con la respiración agitada se tomaron de las manos.

—Sé que esto suena algo muy obsoleto, pero ¿Te gustaría ser mi novio Louis?

—Es la pregunta más inoportuna después del sexo, pero sí Harry, me gustaría mucho.

Lo miró con dulzura y volvió a besarlo, para quedarse dormidos abrazados y desnudos.

Fiorella acabó con los arreglos de la boda, rompió toda la cristalería y sacó a los invitados corriendo, mientras daba gritos y lloraba. Anne solo la miraba torciendo los ojos.

—No es el fin del mundo, Fiorella. Mi hijo no se casó contigo, pero hay muchos más cajeros en este mundo.

Fiorella la agarró por el cuello, haciendo que ella se sintiera asustada por la mirada que tenía.

—Van a pagar por esto.

Los padres de Fiorella, se acercaron a ella y la abrazaron. Ella los siguió.

—Ahora con esta vergüenza, tu padre y yo hemos hablado y mejor es que regresemos a Italia, tú con nosotros, los mafiosos vendrán por la deuda, es mejor que estemos lejos antes de que eso pase.

—No puedo dejar que esto se quede así.

—Despues tendrás el tiempo para hacerlo.

La arrastraron de ese lugar.

Anne estaba dichosa con lo que hizo su hijo, sabía que él no merecía esa mujer, a leguas se notaba que solo quería dinero. Agarró una tajada de pastel y le pidió a su chófer que la llevara a casa.

Louis abrió los ojos en la mañana y sintió el aroma a tostadas, se levantó para ver de dónde provenía ese aroma. Descubrió que era Harry preparando el desayuno, unos huevos revueltos con pan tostado y mermelada de durazno, con chocolate caliente para Louis y para él un Latte con lo mismo.

—Que lindo gesto que prepares el desayuno a tu novio.

—No es más, quiero que sepa que aparte de bueno haciendo esas cosas, también es muy bueno en la cocina. Además quiero que recuperes energías después de lo de anoche, tal vez se me dé por repetir.

Le pegó una nalgada en el trasero, Louis hizo lo mismo y soltó una carcajada.

—Nunca imaginé a un Harry tan atrevido, siempre te veías tan serio.

—Soy una caja de sorpresas, señor Tomlinson.

Bebió de su taza de latte con un toque de vainilla, una línea blanca quedó pintada encima de sus labios y Louis se la quitó con el dedo pulgar, con una sonrisa. Sentía que había tomado la mejor decisión.