Capítulo 18: Salida a cine

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Louis bebía de su gaseosa, mientras Stefan lo miraba detallando sus ojos, sus labios y sus mejillas. Él lo miró por el rabillo del ojo, estiró la mano para tomar palomitas y él aprovechó para agarrar su mano, rápidamente Louis la apartó.

— Eres muy hermoso.

— Gracias, eso ya lo sé.

Stefan sonrió, era realmente muy diferente a los chicos que había conocido antes. Desde que habían salido, parecía que solo estaba interesado en ver una película y no en más con él. La mayoría solía pedirle cosas atrevidas en las salidas, pero este chico parecía tener todo menos ganas de sexo casual.

— Harry se va a casar ¿Te cae bien su novia? Yo la detesto.

— No he tenido la oportunidad de conocerla a la perfección.

Stefan notó las arrugas que se le hacían en la frente, la postura tensa y las manos apretando con fuerza la silla. Desde luego, también la detestaba, incluso más que él.

— Parece que la odias, yo también. Siempre ha sido una mandona y una estafadora.

— ¿A qué te refieres con estafadora?

— Bueno, su familia está en la ruina, lo sé porque mi madre es italiana y conoció a los padres de ella, adictos al juego que perdieron su famoso local de pastas por una apuesta.

— No sabía eso.

— Tal vez Harry, ni siquiera lo acepta, se lo dije, pero pensó que eran simples chismes, pues ella siempre le hizo creer que gozaban de una excelente situación económica para que invertiera en un inexistente restaurante y así ellos poder recuperarlo, pero me da la impresión de que ya lo está descubriendo, pues he escuchado un par de discuciones cuando iban a mi estudio juntos.

Louis pensó en qué tal vez esa era la razón por la cuál ella lo amenazó, no precisamente por amor, sino por perder su salvavidas de la situación tan grave económicamente que tenía. Sentía pesar por Harry, él era un buen chico.

— Sí es así, es horrible. Harry no merece eso.

— Desde luego que no, pero a veces es necesario que las personas se estrellen para averiguar por ellos mismos, lo que se niegan a aceptar.

Tenía razón en parte Stefan, pero no podía permitir que Harry siguiera siendo engañado por ella, tenía que hacer que ella mostrara su buena cara de una vez por todas.

La película finalizó y salieron topandose con una de las noches más frías del mes, Stefan no sabía cómo despedirse de Louis.

— Me encantó salir contigo bombón.

Le dió un beso media luna, Louis lo apartó, evitando que esto llevara a algo más.

— Lo siento, no calculé bien. Si quieres te llevo.

— Prefiero tomar un Uber.

— Yo te lo pido.

Louis esperó a que llegara su Uber. Ese beso que había recibido de Stefan en la comisura del labio, se había sentido tan extraño. Empezaron a aparecer en su cabeza imágenes de la vez que se besó con Harry en los cultivos de café. Tenía que empezar a olvidarlo. Él se iba a casar y tenía que realizar su vida, tal vez permitirse tener algo con Stefan, así fuera pasajero.

Al día siguiente Harry estaba en el estudio de Stefan para que le entregara los bocetos del que sería el menú.

— En la noche no contestabas mis llamadas.

— Es que estaba en una cita, con tu socio, fue estupendo.

Se metió el lapicero en la boca y con una sonrisa picarona, se había dado cuenta de la atracción que tenían ambos, sabía lo mucho que le molestaba a Harry que Louis saliera con él, así que lo hacía a propósito.

— En una cita, bueno eso no me tiene porque importar a mí, es la vida privada de mi socio.

— Hola chicos lamento la demora.

Louis dejó su bolso y sostenía un batido verde en su mano.

— Claro con las salidas tarde, es normal que te cueste levantarte temprano.

— ¿De qué hablas Harry?

— De nada.

Se pusieron a examinar el menú, mientras Stefan no le quitaba la mirada de encima a Louis y Harry se empezaba a sentir más incómodo. Fueron los dos a la cafetería a comer un dedito de harina de trigo con avena.

— No me gusta que salgas con Stefan.

— ¿Por qué?

— Simplemente no me gusta.

Terminaron su comida y se dirigieron hacia el baño, cuando Louis estaba a punto de meterse en un cubículo. Harry lo arrinconó.

— Louis, en serio no sé que me pasa, trato de mantenerlo en mi interior, pero me causa tantos celos verte con él. Lo siento, no sé lo que me está pasando.

Recostó su cabeza en su pecho y luego la levantó para besar sus labios delgados, con sabor a avena. Sintió cosquillas en todo su cuerpo, su cuerpo hacia fricción y sentía que estaba perdiendo el control.

¿Café o té? L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora