Capítulo 8: Intrigas

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Daba pinceladas sobre la pared, tratando de que ocultar las horribles manchas de humedad, hace mucho no pasaba por su apartamento y se lo había dejado encargado a un amigo, él cual parecía no venir muy seguido por aquí y asegurarse de todo estar en orden.

Golpearon la puerta, se preguntó si sería el vigilante, pero se llevó la sorpresa de que era su amigo, quien venía con las manos ocupada de bolsas.

— Harry no sabía que estarías aquí.

El chico de ojos café y sonrisa dulce, estaba sorprendido por ver al dueño del apartamento.

— Pasa.

Se le formaban arrugas en la frente cuando estaba inconforme o molesto con algo. Liam parecía no saber que sucedía.

— ¡Mira esa humedad en las paredes! ¡que despreocupado eres! Te dije que la cuidaras bien.

Liam no contestó a sus reclamos pues veía el chico con una toalla enredada, que parecía haber tomado una ducha en el apartamento de su amigo, pensó lo primero que alguien  pensaría de ver un chico bañándose en la casa de su amigo.

— ¡Vaya Harry! no sabía que habías cambiado a la insoportable de Fiorella por un chico tan guapo.

Louis carraspeo apenado, había salido del baño en mal momento.

— Solo soy...

— Un amigo — se encargó de terminar la frase.

Liam soltó una risotada, definitivamente ese par ocultaban algo. Se veían tan avergonzados por el hecho de que los hubiera pillado juntos en el apartamento.

— Tranquilos, yo me voy y los dejo. Toma estas cosas que compré para comer como pago de mi descuido con tu apartamento.

— ¡No! ¡Quédate! Podemos comer esto juntos.

Era comida china y estaba deliciosa, un poco de ramen y arroz chino con estofado. Louis apenas y sabía agarrar los palillos.

— Déjame y te ayudo.

Tocó su mano accidentalmente al intentar quitarle los palillos y enseñarle a como sostenerlos. Se podía sentir la tensión en el ambiente y Liam no era tonto.

— Tienes que agarrar ambos con una sola mano, como pinzas, justo así.

Le hizo muestra de como debía agarrarlos y Louis lo imitó, logrando medio agarrar un poco des estofado.

— Yo lo haré por ti mejor.

Agarró los palillos y tomó un poco de estofado para darle de comer a Louis, se lo metió en la boca sin previo aviso. Él comenzó a toser, incómodo por la situación.

— Come despacio — se burló el amigo de Harry.

Luego de la deliciosa comida, salieron para comprar cosas en la ferretería, pues había una puerta dañada. Liam tomó un taxi antes que entraran al lugar porque recibió una llamada importante.

Juntos caminaban por la sección de cuerdas, estaban buscando donde encontrar la cerradura. Louis fue el primero en encontrar una.

— Gracias Lou.

De nuevo lo llamada de esa forma, que tanto le gustaba.

Regresando a casa, se llevaron otra enorme sorpresa, la tendencia de Fiorella, quien llevaba un vestido rosado y tacones color beige. Estaba con su cabello suelto y esa mirada de reclamo.

— Estaba preocupada por ti, no contestabas mis mensajes ni mis llamadas y tuve que venir hasta acá.

— Fiorella, solo ha pasado un día desde que te hablé y si no te contesté fue porque no he estado pendiente del celular.

— No puedes desaparecer de la nada Harry, estamos a punto de casarnos, no te estoy pidiendo que me informes a donde vas, solo saber que estás bien.

— Estoy bien.

— Yo creo que me voy — Dijo Louis sintiéndose incómodo.

— No te vayas, hoy tenemos que hacer cosas del trabajo. Ve al cuarto de al lado, mientras me esperas.

Miró a Fiorella con fastidio, estaba comenzando a ponerse un poco intensa desde el matrimonio, a veces era ausente y otras veces insoportable.

— Andas mucho con ese chico.

— Es mi socio, es lo esperado.

— No pensé que los socios se llevaban a las casas.

— Aparte de mi socio también es mi amigo.

Fiorella estaba un poco celosa por la atención que recibía Louis, pues en tan poco tiempo obtuvo lo que ella no, asociarse con Harry. Aunque ella era en parte culpable, por aconsejar a él que tomara esa oferta porque era muy buena para el crecimiento de la empresa.
Sin embargo se estaba demorando demasiado Harry en aceptar asociarse con su familia y las deudas no paraban de crecer, la estaba obligando a tomar medidas extremas.

— Necesito que hablemos sobre la inversión en el negocio de papá.

— ¿Así que se trata de eso? Pensé que era sobre si estaba bien, ahora Fiorella todo se trata sobre tu familia, por eso decidí pasar un día fuera de casa. Son tu familia, pero nos están robando nuestro tiempo juntos solos.

— ¿Cómo puedes hablar así amor?

Empezó a llorar, fingiendo sentirse ofendida por lo dicho, sabía perfectamente lo sensible que era él a él dolor del otro. Él se acercó a ella y la abrazó y le dio un beso en la frente.

— Amor tú sabes que yo no puedo invertir en ese negocio, pero si el problema es de dinero puedo ayudarlos.

— ¡No tienen ningún problema económico! Solo es cosa de expandir una empresa familiar, sabes que seremos una sola.

— Lo pensaré, por favor perdóname por haber hablado así.

Fiorella lo comenzó a besar, pasando su lengua dentro de la boca de su prometido, lo empujó sobre el sofá y comenzó a meter su mano debajo de la camisa de él tocando su abdomen firme. Pasó su lengua por su cuello y apretó su entrepierna.

— ¡Harry no hay agua en el baño!

Louis tragó en seco, al verlos en una escena privada y un poco acalorada. Harry se acomodó la camisa y lo siguió para ver cuál era el problema.

— Debe ser algo con las tuberías ¡Liam no estuvo pendiente de nada!

— Tienes la cremallera abierta.

Señaló su entrepierna, se subió la cremallera ruborizado, sintiendo el bulto entre sus piernas.

— Deberías ir allá y terminar con lo que empezaron — se echó a reír.

— Estoy sintiéndome enormemente apenado contigo, no me agrada que hayas visto eso.

— Se van a casar y esta es tu casa, debi irme.

— ¡Nada de eso! Te lo juro que te daré una recompensa por aguantarte estas cosas.

— Ayer me ayudaste bastante Harry, creo que estamos a mano.


¿Café o té? L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora