Capítulo 17: Fotografía

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Las fotos le habían llegado en un sobre, junto con varios modelos de banners. Louis a blanco y negro, sosteniendo una taza de café mientras con esos ojos maravillosos, le hacían sentir cosquillas en el estómago. Acaricio con sus dedos el rostro de él en la foto y sonrió.

— ¿Muy embobado con la foto de tu socio? — Fiorella había estado detrás de él viendo cómo miraba absorto aquella fotografía.

Se sobresalto al darse cuenta que había sido pillado por ella.

— Pues él será la nueva imagen, de nuestros cafés.

Fiorella apretó la mandíbula y sus expresión estaba cargada de ira. Era ella quien siempre deseó ocupar ese lugar y ese recién aparecido le estaba robando todo.

— ¿Por qué él y no yo? Siempre he querido ser la imagen de tu campaña promocional, pero tú siempre te has negado.

— Fue el fotógrafo quien lo eligió y la verdad es que Louis queda a la perfección, lo siento.

— Pudiste decirle que preferias que yo fuera la imagen de la campana.

— ¡Fiorella no comiences con tus berrinches de niña pequeña! Es un asunto de negocios, eres mi prometida, Louis no te está robando la atención si es lo que crees.

Le dió un beso en la boca y ella lo atrajo a su cuerpo, para darle un beso con más intensidad, desde que él había llegado no habían tenido sexo, le preocupaba eso, lo sentía tan distante. Harry se apartó, impidiendo que la cosa terminara en la cama.

— Tengo que ir al trabajo.

De nuevo la estaba rechazando, tenía que averiguar qué era la que ocultaba su prometido. Pasó su mano por su barbilla y pensó en aquél chico de ojos azules que estaba interponendónde en su camino.

Louis estaba con una hora de anticipación en la oficina, estaba hojeando las fotos que le hizo llegar Harry, de hecho se veía muy bien en ellas.

— Buenos días Louis, de verdad admiro tu puntualidad.

Dejó su abrigo en un perchero y se pasó la mano por el cabello rizado color chocolate, que tenía un poco de nieve. Él se lo quedó observando, lucía realmente hermoso hoy, el frío hacía que sus mejillas se vieran rojas y al parecer los abrigos le favorecían mucho.

— ¿Pasa algo? ¿Tengo algo en la cara?

— No, todo está bien — dijo con nerviosismo.

Se dió la vuelta para que no viera su cara llena de vergüenza.

— Han quedado de lo más hermosas las fotos, eres un buen modelo Louis, quien lo diría. Me quedaré con una de ellas.

— Está bien, yo también, tendré una.

— Ahora tenemos que esperar un rato para que llegue el fotógrafo y nos ayude a desarollar esta campaña profesional. Si quieres sal afuera y tómate un té. Hoy también le mencionaremos sobre la introducción del té a nuestra carta.

Louis salió a buscar un poco de té de menta con leche, sus manos estaban heladas porque había olvidado traer guantes. Hoy iría a comprar unos, ya que había recibido su paga. Preparando su té de menta, echando un chorrito de leche, se tropezó con la prometida de Harry, que llegaba apurada.

— ¿Dónde está Harry? — su respiración se escuchaba acelerada.

— Adentro de la oficina — bebió un sorbo de su delicioso té caliente.

— Igual, quiero hablar contigo.

— ¿Conmigo? — preguntó extrañado.

Dejó la taza de té sobre el mesón y se cruzó de brazos, con la más mínima intensión de ponerle atención.

¿Café o té? L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora