Capítulo 28 - El valor de un perdón.

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El dolor de cabeza persistía desde el momento en que estuvo inconsciente. Incluso, desde antes de que todo ocurriera en un abrir y cerrar de ojos. Por lo que, cuando empieza a despertar, el dolor es aún más fuerte y molesto. De mano con el mareo y la desubicación completa, despertar fue lo más horrible que pudo sentir en mucho tiempo, pero tenía que hacerlo. Algo lo impulsaba. Algo le exigía con desesperación que despertase. Sin poder recordar algo, se enfoca en abrir los párpados, que son más pesados de lo que imaginó. Con su garganta completamente seca y sin ganas de mover un músculo, debido a lo pesados que las siente, sus oídos son, al parecer, los únicos que empiezan a funcionar primero que todos sus demás sentidos. Lo cual resulta ser algo aliviador.

Primero, un vacío. Sin ruido alguno. Después, un zumbido que cosquillea y trata de enfocarse poco a poco. Su cuerpo completamente pesado siente una suavidad que acaricia ciertas partes de su anatomía. Aún ante la molesta jaqueca, trata de escuchar lo más posible para que pueda ubicarse mentalmente. Fue entonces que escucha una voz irreconocible a lo lejos, pero cerca a la vez. Mueve su cabeza un poco y lo detiene abruptamente al sentir que el dolor se expande y punza aún más por ciertas partes de su cuello y tórax. La voz habla con algo de rapidez. Fuerte, pero sigue sin ser clara para su cerebro. Se escucha como como si proviniese de algún túnel, haciendo eco débilmente. Espera unos momentos y finalmente puede reconocer que la voz es femenina y demasiado formal.

No presente.

—... va Paige aún no ha dado aclaraciones al respecto...

Sus dedos se mueven y puede formar vagamente un puño. Al tratar de abrir sus ojos, aún pesan y descarta la idea, para seguir buscando alguna otra forma de volver a la realidad. Entonces, la voz habla de nuevo. O lo poco que puede llegar a escuchar de ella.

—... fueron vistos en diferentes ciudades, de las que fueron confirmadas después de analizar las much...

Puede mover sus brazos y pies. Su cabeza mareada aún es un problema, así que no lo esfuerza para evitar más dolor.

—... ente a la Basílica de San Pedro...

Frunce el ceño tratando de recordar tras escuchar palabras que hacen pequeños flashes en su memoria. Palabras que le suenan conocidas.

—... recogido y llevado de vuelta a Denver tras el incidente. Por otro lado, el paradero de Thomas Sangster es desconocido.

Abre los ojos al escuchar su nombre y como si mirara bajo el agua, cierra los ojos segundos después. El ardor y la nubosidad le juegan en contra y se remueve en su cama, aún escuchando la voz en la lejanía y otros ruidos más. Intenta nuevamente abrir los ojos y la visión borrosa va corrigiéndose segundo a segundo con cada parpadeo. Al estar restablecido lo suficiente para ubicarse, puede ver que está en una habitación de blancas paredes. El inaudible pitido de las máquinas en los hospitales descarta la idea de estar en uno. Aún así la habitación es idéntica. Frente a él, está una pantalla holográfico grande clase dos y presenta el noticiero, más no le interesa escuchar de qué más se trata. No cuando el dolor de cabeza persiste.

Con los ojos cansados y adormilados, observa a su alrededor y ve que en ambas paredes de los costados hay unos pequeños sillones negros, sólo que, en uno de ellos, alguien está sentado, o más bien arrimado, casi como si estuviera durmiendo. Mira su apariencia y no se le viene a la mente a alguien conocido. Su piel es morena, su cabello negro y frondoso. Quizá pequeñas lagunas se le vienen a la mente, pero no logra reconocerlo por completo. Traga saliva y su cuello duele al moverlo en algunas direcciones. Se lleva la mano a su cabeza y una calentura llega a su tacto.

Recuerda lo más posible antes de estar en donde sea que esté. Bien, recuerda estar en una enorme plaza con enormes estatuas, luego a alguien de lindos ojos, pero unos muy tristes a la vez... su cabeza duele a medida que pequeños recuerdos llegan. Luego unos sujetos encapuchados... una camioneta, un fuerte agarre en sus brazos y boca... siendo arrastrado a dicho vehículo... y verlo caer en media plaza rodeado de varias personas...

El Espacio Entre Nosotros (Dylmas) ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora