El viaje en carretera fue sumamente lento y tenso. Thomas no podía darse el lujo de manejar como ladrón escapando de la justicia, pues en los asientos traseros se encontraba un muy enfermo y adolorido chico con el pelo castaño revuelto, unos ojos miel cansados y con un rostro pálido, lleno de lunares.Thomas conducía por una extensa carretera en adelante. Rodeado de grandes turbinas eólicas, una de tras de otra como a sus costados también, pintadas de color blanco, con los movimientos de sus élices al ritmo del soplo del viento. El lugar, alrededor de la carretera, eran grandes extensiones de tierra seca con plantas de acorde a el ambiente, para que puedan subsistir.
El semblante del rubio, también tomaba un aspecto cansado. Conducir gran parte de la madrugada, para llegar más rápido a Summerland, estaba teniendo sus resultados. Su cabello desordenado, unas ojeras bajo sus ojos marrones y adormilados, labios secos, eran prueba de ello.
La preocupación y ansiedad, no demoraron en llegar a Thomas, tras empezar a conducir, y estar alejados de aquel hospital donde se encontraban en un inicio. Dylan se adueñó de los pensamientos de Thomas durante gran parte del viaje. Tenía la mirada fija en la carretera por adelante y en ocasiones, al espejo retrovisor, que mostraba a un dormido chico.
Se suponía que desde el inicio, sería un viaje de aventuras, hasta dar con el padre de Dylan. Pero las adversidades, no están permitiendo finalizar de una bonita manera. Peor aún cuando estén tan cerca del padre de Dylan, y éste no está en un buen estado para disfrutarlo. En realidad, ninguno lo está disfrutando. No cuando el sistema de Dylan, necesita algo de gravedad, para que esté bien.Thomas dejó de mirar el camino, para pasar a ver al espejo retrovisor, y ver a Dylan. El cuerpo inerte, más pálido, como si ya estuviera muerto, fue lo que asustó en grande a Thomas.
—Dyl – lo llamó. El castaño no respondió –. Dylan – llamó de nuevo alzando un poco la voz pero obtuvo el mismo resultado.
Su mente empezó a dar conclusiones que nunca quisiera pensar, por lo que se asustó más, su estómago se hundió y sintió algo subir para quedarse en su garganta, molestándolo. Con la desesperación iniciando lo llamó nuevamente, quiso parar el auto e ir atrás para revisar bien pero toda acción fue detenida por la voz rasposa y cansada de Dylan.
—No estoy muerto si es lo que..lo que te preo-preocupa – dijo apenas audible.
Sintió que el alma regresará a su cuerpo y toda molestia se esfumara. Pero no la preocupación. Respiró profundamente y trató de contener sus lágrimas.
—Realmente me asusté – dijo.
El silencio reinó en el auto después. No fue hasta que Dylan habló nuevamente.
—Actúas como si realmente odiaras al mundo, Tommy. Pero ahí estás, preocupándote por un chico que apenas conociste hace unos días en persona – dijo murmurando.
—No gastes energía – fue lo único que comentó Thomas.
—Los humanos no sumamente raros. No sé porqué actúan así. Sólo fingen, como tú lo haces. La hermosa música que creaste, el tiempo que pasaste conmigo, y tu actitud conmigo, son pruebas de que no eres como ellos. Si tan sólo dejarán de fingir, construir defensas, mentir, hacer y decir cosas que no son, serían felices. No tendrían problemas en sus vidas.
—Simpre fue así, y me temo que así será por un largo tiempo, Dyl – dijo Thomas tras escuchar las palabras de Dylan –. El miedo los a gobernado durante años y éso los tiene así. Pero encuentran la manera de ser felices al final.
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El Espacio Entre Nosotros (Dylmas) ✔️✔️
Roman pour AdolescentsParte desde la Tierra una expedición rumbo a Marte dispuesta no solo a visitar el planeta rojo sino a colonizarlo y formar un primer asentamiento humano. O eso es lo que CRUEL hace creer al mundo. Al poco tiempo de llegar Lisa Rhodes, la astronauta...