Capítulo 29 - Como ninguna otra noche.

59 8 1
                                    


Antes del día 1

—Tenemos que hablar muy seriamente, Dylan —dice ella, tan tranquila que incomodaba.

Luego de que Dylan tome asiento a petición de Ava, se queda observando sus movimientos. Sujeta algunos papeles, guarda otros y algunos más quedan en un desorden sobre la mesa. Después de que finaliza, se queda observándolo también.

Dylan se remueve en su lugar sintiéndose un poco intimidado y nervioso. Si logra verla bien, una parte de él grita fuertemente que ella, la que tiene sentada en frente y que lo mira detenidamente sin expresión alguna, es la culpable de que no haya podido viajar a la Tierra desde hace mucho tiempo. Así como otra parte de él tiene que ser más realista y comprensivo. Que no estaba listo y que su vida corría peligro.

—Es increíble como un humano puede crecer en un ambiente tan hostil y con pocas posibilidades de vida —murmura pegando su espalda en el respaldo de su sillón y cruzándose de piernas.

—Con un poco de intervención humana, puede ser posible —comenta Dylan—. Así que créelo.

—Lo hago —sus comisuras se elevan un poco—. Te tengo frente a mí.

Dylan sonríe también mínimamente y no dice nada más. No tiene nada más que decir, al menos en ese tema. No cuando hay uno que le carcome el estómago y que dobla sus dedos con ansiedad y nerviosismo.

Comportamiento que Ava puede ver y que ansia también, las causas conocer.

—Quisiera conocer muchas cosas de ti y tu estadía todos estos años en Marte, pero estoy segura que sabes que conozco absolutamente todo por los informes de Tejas del Este —Dylan asiente con la cabeza en acuerdo—. Pero otra muy diferente sería conocer en persona absolutamente todo lo veo por videos y leo en decenas de informes, pero me temo que tú quieres tratar de otros asuntos conmigo. Así que te escucho, Dylan —finaliza y Dylan sonríe agradecido.

—Me encantaría contarle los sucesos vistos desde mi perspectiva, pero tiene razón —carraspea un poco—. Me comprometo volver a Marte como usted así lo quiere. No huiré más y estoy dispuesto a hacer todo lo que digan, si... si dejan que Thomas pueda ir a Marte... conmigo —murmura sintiendo un revoloteo en su estómago, deseando que cumpla su petición, pero no sabe qué pensar ante el silencio de Ava.

Hasta que ella se levanta de su silla y camina hacia una puerta de madera que hasta ese momento logra ser consciente de eso. La mira en todo momento y piensa en sí debió pedirlo, si aceptará y hablar de su otra condición, porque cuando Ava sigue sin decir nada, sólo marcando algunos códigos en una puerta, cree que no sirvió de nada y quizá... ninguna de sus condiciones le vayan a servir.

La puerta se abre y aparece otra puerta, que ahora luce metálico y obviamente resistente. Esa puerta es abierta también y puede ver a una habitación completamente blanca. Con lo poco que puede observar desde donde está sentado, nota que no hay muebles ni algún otro material en esa blanca habitación.

—Acompáñeme, Dylan —alza la mirada y Ava hace un ademán de que entre con ella.

Dylan asiente y se levanta de la cómoda silla para caminar hacia la puerta después.

Al ingresar tras Ava, confirma que no hay absolutamente nada en la habitación. Sólo paredes, techo y piso completamente de blanco. Uno que al parecer puede hacer iluminar muy bien el salón. Como si tuviera luz propia. Arrastra un poco la zapatilla y prueba que el piso es algo resbaladizo y a la vez duro.

La puerta de metal se cierra de pronto y da un pequeño sobresalto del susto. Ve a Ava caminar al centro de la habitación y espera a que algo suceda. Dylan no entiende de qué va todo y también se limita a esperar, lo que sea que Ava espera.

El Espacio Entre Nosotros (Dylmas) ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora