Después de siete largos meses, por fin pudo ver la inmensidad de aquella grana roca. Aunque no tan grande a comparación de los demás planetas, estando en su órbita, lucia enorme. Tras la ventana, mirando un punto fijo, trato de ver algo de Tejas del Este, pero fue como si nada habría en ese lugar. Sólo grandes llanuras y pequeñas montañas rojizas, secas, muertas.
Se impulsa hacia atrás con sus pies de la pared y flotando llega hacia la puerta, para seguir por un pasillo y llegar a su, lo que fue todos esos meses, habitación. Tras recoger todo y ver que nada más le hacía falta, dando pequeños saltos flotantes se dirige ahora a la planta inferior; donde se encuentran los ingenieros pendientes de dos cápsulas de aterrizaje para el suelo marciano. Saluda a algunos astronautas y lo hace con la cabeza a Tyler y Froy; este último que increíblemente lo estuvo ignorando todo el tiempo. No es que a Dylan le fuera a importar mucho esa actitud, pues de vez en cuando se ponía a hablar con el moreno, ayudar a los astronautas o ver el trabajo de los ingenieros.
Y por supuesto, sobre todo, pensar siempre en Thomas.
Una emoción florece en su interior, pues ya desea poder llegar al complejo, ir velozmente flotando a su habitación, saludar a Centauro, prender su portátil holográfica y conectarse de inmediato con su novio.
Cuando están todos agrupados en sus respectivas capsulas; tres en la segunda y cuatro en la primera, esperan el comunicado y confirmación de la base de control en la Tierra. Un tic nervioso se presenta en su pierna y se limita a esperar, solo a esperar. Hasta que, por fin, la primera capsula con los astronautas, Mike, Froy y Tyler, sale primero de la nave y se deja caer en la atmosfera del planeta. Después, es el turno de Dylan y los tres ingenieros restantes, de salir finalmente.
Durante el descenso, ve por la ventana los nubarrones y pequeñas tormentas de arena; lo único interesante que podría suceder en la superficie marciana. Todo lo demás, solo es kilómetros y kilómetros de tierra rojiza, pero de algún modo, se sintió bien. Fue como... volver a casa. Por fin volver a casa, inexplicablemente. Al llegar al suelo después de un maniobrado aterrizaje, se sintió tranquilo y algo feliz. Cuando la pequeña puerta se abrió, se aseguro de tener el casco conectado a su tanque que cargaba a su espalda y salió primero.
Sin poder creérselo, extrañó de alguna forma ver todo lo que pudo ver durante su estancia en Tejas del Este. Da un brinco y tras soltar una corta carcajada, empieza a caminar junto a su equipo, divisando no muy lejos al enorme complejo de Tejas del Este. Mas delante de ellos, ve a Tyler y Froy mirar en todas direcciones. Al parecer, lucen muy asombrados; queriendo ver todo, sin querer perderse ningún detalle.
Al llegar después de una caminata, ingresan al cuarto de equipos, se retiran los trajes y activan un poco la gravedad para Dylan. Este, sintiéndose como un anfitrión, sale primero y son recibidos por varios científicos, ingenieros y astronautas que aún operaban en el lugar. Detrás de ellos hay colgado un cartel de bienvenida y algunos aperitivos para llenar un poco sus estómagos. Con una sonrisa en los labios, abraza a algunos de ellos, agradeciendo todo lo que prepararon. Saluda a la cámara que graba todo y se pregunta si estará siendo un video en directo. Al no poder comer lo que esta en la mesa debido a su controlada condición, se escapa de la pequeña celebración al ver que son Tyler y Froy los nuevos centros de atención.
Aprovechando la poca gravedad, corre, aunque algunas veces se queda en el aire más de lo normal que solía ser en la Tierra, hasta llegar su ya querida habitación. Inhala un poco y aclara su garganta.
—Abrir —la puerta se hace a un lado ocultándose en la pared y deja expuesta el interior de su habitación, hasta que escucha una maquina activarse y su sonrisa se amplía aún más.
—Dylan ¡Dylan! ¡Dylan! ¡Llegó Dylan! ¡Mi hermano, mejor amigo, maestro! ¡Dame un abrazo!
Empieza a reírse fuertemente y se acerca su amigo robótico. Se arrodilla lo suficiente y le limpia la cara. Le revisa de sus ruedas hasta su cabeza cuadrada. Todo parce estar bien.
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El Espacio Entre Nosotros (Dylmas) ✔️✔️
Novela JuvenilParte desde la Tierra una expedición rumbo a Marte dispuesta no solo a visitar el planeta rojo sino a colonizarlo y formar un primer asentamiento humano. O eso es lo que CRUEL hace creer al mundo. Al poco tiempo de llegar Lisa Rhodes, la astronauta...