Parte 1
—Oye, te tengo una pregunta —dice un Shezenvalery albino a su compañero de conversación.
—Preguntad, pequeñajo.
—¿Qué son los demonios?
El conocido del chico ladea su cabeza y luego observa el techo de la cueva en la que se encuentran. El Shezenvalery hace un puchero, pensando que su acompañante no pretende responder su pregunta.
—Imaginaos una existencia divina, no importa cuál de todas ellas. Aquello que se opone a ella es considerado como un demonio: una entidad que devora la vida al mismo tiempo que la odia. Similar a los no muertos, con la diferencia de que se meten en el plano de las almas.
—¿Y nos comparan con eso? No recuerdo que nos hayamos opuesto a las religiones antiguas, aunque es verdad que nuestro concepto de deidad es muy diferente al de otras naciones.
—Los Shezenvalery sois algo especiales. ¿Sabéis lo que sucede con aquellos Shezenvalery que odian el mundo profundamente?
El joven albino niega con la cabeza. Hay mucho odio y resentimiento por parte de su especie hacia aquellos quienes les han hecho un daño irreparable, como sucedió con los Kaevalery del imperio o los Feral de Spika. Sin embargo, ninguno de ellos ha llegado al punto de odiar el mundo como tal.
—Se convierten en demonios.
* * *
El brillo de los soles pasando desde la ventana y el cantar de las aves interrumpen el sueño de Makta Der Drogen. Tiene la sensación de que ha visto algo mientras dormía, pero no logra recordar los contenidos de su sueño. Probablemente no es nada importante.
Con un gruñido, la Drogural abre lentamente sus ojos, recibiendo la imagen de un cuarto amurallado, con una cama y un escritorio a su lado. También hay un estante de libros en una esquina, todos distribuidos eficientemente para dejar tanto espacio libre como se pueda. Es una habitación diferente a la suya dentro del reino de Urak; en primer lugar, su cuarto jamás estaría tan ordenado. La extraña imagen le hace rememorar los eventos acontecidos el día anterior, cuando inició un duelo contra el rey de aquel reino enemigo en el que ahora reside.
—¿Dónde estoy? —murmura, observando los muros de ladrillos que la rodean, en conjunto con los muebles presentes en la habitación.
—Este es mi cuarto —responde una voz femenina, no muy lejos de ella.
Al voltear su rostro, Makta puede ver a una mujer Shezenvalery de cabellos morados, un tanto inusuales entre los miembros de su especie. La chica en cuestión tiene un libro sobre sus manos, el cual hojea mientras platica con la Drogural, sentada en una silla cercana a la cama donde se halla.
—¿Tú me trajiste aquí, Narea?
—Para ser más precisa, te trajeron unos cuantos soldados después de tu pelea contra el rey Arnus. Yo les ordené que te llevaran aquí, te veías bastante mal.
«Volví a perder», piensa Makta, notando que esta vez al parecer perdió la consciencia.
Vaya forma patética de terminar una batalla que ella misma comenzó. La Drogural no puede evitar sonreír amargamente tras la ironía de su situación. Considerando que se supone que su especie está entre las más fuertes, perder en una batalla uno contra uno ya supone una humillación. Sin embargo, lo que pesa en la mente de aquella chica es el haber quedado inconsciente tras su derrota.
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Exhekar Tales V: De Dragones & Rebeliones
FantasyLa guerra en el continente de Erijofen se ha estancado. Ninguno de los bandos tenía la fuerza suficiente como para continuar la batalla y había interesados peligrosos observándoles a la distancia. Momentos de paz habían comenzado, aunque muy tensos...