Capítulo VI: [Pérdida] (3)

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Parte 3


«Debo salir de aquí.»

Un Shezenvalery corre en medio de una arboleda cercana al fuerte Petajak. Hace unas horas estaba dentro de la fortaleza, pero esta ya no es segura para él. Ha cometido un error, un grave error. Sus manos se movieron sin obedecer a su mente. No, mejor dicho, su mente dejó de pensar y su cuerpo actuó por reflejo.

«¿Por qué mierdas hice eso?»

El individuo recuerda con claridad los hechos transcurridos la noche anterior. Recuerda haber discutido con una conocida de cabellos morados, recuerda haberse retirado momentáneamente, solo para volver a encontrarse con ella y atacarla.

Kalga, el asesino, actualmente se está arrepintiendo de sus acciones.

Narea quería encontrarse con el rey y darle una mala noticia que involucraba al dragón Rugeivyr. En general, el candidato al trono albino no suele meterse en asuntos privados de los demás, menos cuando estos tienen una connotación política. Por mucho que esté en desacuerdo con algunos de los métodos del rey, la mayoría de las veces confía en su juicio.

Sin embargo...

«Sin embargo, es Rugeivyr.»

El gran dragón ancestral que ha ayudado a su pueblo a liberarse del yugo de la alianza de reinos. Una de las piezas clave en el transporte de tropas durante la guerra de liberación y las batallas defensivas que el reino ha tenido contra el Imperio y Spika. Siendo este Drogury uno de los mayores contribuidores a la paz actual, no considera justo el incriminarlo por un error que ha cometido.

Su mente estaba muy confundida cuando Narea hizo mención de lo que este dragón ha hecho, pero estaba claro que ella no lo quería con vida. ¿Por qué matar a un ser que ha ayudado tanto? No ha traicionado en ningún momento a Urak. Entonces, ¿por qué debe ser eliminado cuando tienen a una invitada Drogural que no ha hecho nada por el reino?

«¿Por qué quería terminar con la vida de mi más grande amigo?»

Él lo sabe. No importan los argumentos que tenga para defenderlo, muy dentro de sí sabe que en realidad solo está siendo egoísta. Asesinó a Narea por una razón egoísta, al igual que Narea quería asesinar a su amigo por un motivo de ese tipo.

Kalga, no tan diferente de su hermana, no es una persona sociable. Sabe que su humor es poco agradable, irritándose con facilidad, diciendo cosas que no debe decir en el momento más inoportuno. Su reputación es una de las más bajas en el reino. Su candidatura al trono se debe únicamente a su propio poder, pero fácilmente será superado por los otros candidatos en unos cuantos años más. Este complejo de inferioridad le ha llevado a tratar mal a sus subordinados y a sus conocidos, quedándose prácticamente solo.

En el reino existe una única entidad que acepta todo su ser: Rugeivyr. El único con quien puede ir a conversar sobre sus problemas. El único que le da consejos para mejorar sin imponer sus ideales en él. El único ser que puede llamar un amigo de confianza.

«Y me lo querían arrebatar...»

{Odio.}

Después de perder a sus padres en la guerra, ser humillado por una Talavalery arrogante en medio de un viaje, ser subestimado por el rey y sus subordinados, ser despreciado por sus enemigos y abandonado por sus conocidos cercanos, todavía el mundo quiere quitarle más cosas.

Él no eligió esta vida. No eligió nacer como un Shezenvalery, no eligió su sexo, no eligió convertirse en un bandido para sobrevivir y definitivamente no eligió jurar lealtad al monarca actual. Todas las decisiones han pasado por alguien más, siendo impuestas a él. Ni siquiera su posición como candidato al trono le ha dado la libertad que desea.

Exhekar Tales V: De Dragones & RebelionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora