Capítulo IV: [El significado del amor] (1)

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Parte 1


Cierto día, unos cuantos meses desde el incidente con Kalga, Makta contempla a un gran número de personas trabajando para preparar un evento. Floristas son contratados para supervisar las tierras donde se están cultivando miles de brotes. Unos cuantos leñadores están observando la calidad de los árboles en el bosque, procurando que su ausencia no afecte de forma negativa al ecosistema. Allá, lejos, cazadores están practicando sus habilidades para atrapar a sus presas en un futuro próximo. Todo esto, con el fin de disfrutar de algo que falta mucho por suceder.

«¿Qué es esto?»

Abrumada por el desempeño de los habitantes del reino, la Drogural no puede evitar preguntarse la razón de todo esto. Sin embargo, se sorprende más al saber que se debe a un festival que ocurrirá dentro de dos meses.

El cuidado de los preparativos es incluso mayor que la fiesta de cumpleaños del rey Arnus y aquello le causa mucha curiosidad.

El Festival del Mes Mayor de Luz y Oscuridad, un evento que los Shezenvalery celebran para recibir la llegada de la temporada irregular en el mundo de Exhekar. En este tiempo, el clima se vuelve inestable y la periodicidad de días y noches es poco predecible. Este fenómeno ocurre una vez al año y su principal razón según los investigadores es la presencia de los dos soles que iluminan su mundo.

Sin embargo, ¿por qué celebrarlo? Es sabido que en este clima es mejor evitar el trabajo, ya que las calles se vuelven inseguras y los caminos fuera de pueblos y ciudades se ven invadidos por monstruos confundidos.

—En realidad no estamos celebrando el mes mayor como tal —explica Narea, cuando es consultada por la princesa—. El intercambio de luz y oscuridad lo interpretamos como un fenómeno que no debiera suceder, pero que es algo natural en el mundo. Lo que verdaderamente celebramos es la alianza entre Urak y Argend. El instante en el que la «gente mágica sagrada» y la «gente mágica oscura» se unió y tuvo como fruto el primer híbrido de la historia, cambiando la era en la que vivimos.

Tal como dice la consejera del rey, por extraño que parezca, aquellos que ostentan el título de «demonios» y aquellos que son llamados «ángeles» son compatibles en la reproducción. Y este evento se descubrió cuando uno de los reyes de Urak desposó a una princesa de Argend, teniendo como hijo a un ser híbrido.

Si es así, este tipo de fenómeno natural es una buena forma de representar aquel grato accidente. En cierto modo, Makta debe estar agradecida de este evento del pasado, pues es el que le permite a ella el pensar que tiene una oportunidad de estar junto al rey Arnus.

«Aunque nuestras especies no son compatibles hasta donde se sabe.»

Sin embargo, incluso si no pueden tener un hijo, no es algo que importe. Gracias al raro sistema de gobierno de Urak, el rey no está presionado a tener herederos, por lo que no es relevante la pureza de la sangre ni la especie de su futura pareja.

Si hubiese que nombrar un obstáculo para llegar al rey, es imposible el ignorar el desinterés propio del mismísimo monarca a la hora de buscar pareja. Para la Drogural, su actitud está más allá de no encontrar a la persona apropiada; sean hombres, mujeres o cualquier otra cosa, el rey no parece interesarse en nadie. Es casi como...

«Como si el rey fuese incapaz de amar o algo así.»

Narea deja sola a la Drogural, pues debe encargarse de varios asuntos concernientes a la fiesta. Le invita a acompañarla, pero la princesa de Spika se encuentra tan absorta en sus pensamientos que la Shezenvalery termina por rendirse.

Así, sentada sobre un tronco cortado, la chica dragón piensa en las circunstancias del rey de Urak. Se le hace extraño su comportamiento hasta ahora. Su deducción anterior parece cobrar más y más fuerza cuando ella recuerda el tipo de trato que le da no solo a ella sino a cualquier pretendiente. Es alguien amable y agradable, pero algo falta en su actitud.

Exhekar Tales V: De Dragones & RebelionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora