Parte 2
Al día siguiente, temprano por la mañana, Makta y Megala parten junto a un grupo de doscientos soldados hacia el norte de Urak. Quien los dirige es obviamente la Shezenvalery albina, pues son pocos los guerreros que estarán dispuestos a colaborar cuando su líder es una extranjera. La Drogural está presente únicamente por órdenes de Arnus; una forma de pedirle a ella que tome venganza por Narea en su lugar.
—Yo también era su amiga... —murmura Megala, con un rostro malhumorado.
Tal como dice, ella también ha tenido una buena relación con la consejera del rey en los años que ha estado en el castillo, aunque no al nivel de la semidragón. Cuando escuchó por parte del rey que este se sentiría mejor representado por la princesa, la mujer demonio se sintió muy dolida y actualmente está resintiéndose.
—Señorita Megala, no se preocupe. Nosotros creemos en usted —comenta un soldado.
—Es increíble que el rey haya tomado una decisión así. Él debería saber que no se puede confiar en una Drogural de Spika —añade otro.
A pesar de no pertenecer a la facción agresiva de los Shezenvalery, no es como si la reputación de Makta sea mucho mejor con los subordinados de Arnus. Ella sigue siendo una extranjera, perteneciente a un reino que les ha hecho daño. El hecho de que Spika esté apoyándolos con recursos en el conflicto actual no es suficiente como para olvidar las profundas cicatrices que esa nación dejó en los corazones de los habitantes de Urak.
Fuera de esta hostilidad y desconfianza que recibe, el trato que se le ha dado a la princesa es mejor de lo que esperó. No importa la opinión personal de los soldados, ninguno de ellos se deja llevar por su rencor; todos respetan a su modo la presencia de la Drogural.
Arnus ha incluido en secreto a unos cuantos soldados que combatieron junto a ella en la batalla contra los Drena, por lo que el ambiente general de las tropas actuales no es tan malo como parece. Además...
—Una Drogural no puede...
—¡Ya cállense de una buena vez! ¡Son molestos! ¡No me agrada la decisión de su majestad, pero no voy a contradecirlo a estas alturas! ¡Él sabe lo que hace, yo confío en el rey!
Tomados por sorpresa, los soldados reciben el reproche de su actual general. Algunos reaccionan atemorizados y otros fruncen el ceño tras su actuar. Con estas declaraciones, prácticamente está aceptando la presencia de la extranjera en sus filas. Aun así, nadie pretende discutir con ella, decidiendo mantener silencio.
—¡Y tú! —La mujer albina señala a Makta. Esta da un respingo—. ¡Más vale que no traiciones las expectativas que el rey ha posado sobre ti!
Dejando perpleja a la princesa, Megala continúa su camino, apresurando a sus tropas. Los soldados consideran prudente el cambiar el tema de conversación y el ambiente alrededor de la Drogural cambia. Impredecible para Makta, esta Shezenvalery parece ser mejor persona de la que ha esperado.
* * *
En otro lugar, cerca de los montes Graken, el general Untar se reúne con las tropas enviadas por Fustúa y Argend. No es raro ver a gente bestia luchando en una batalla, pues hay unos cuantos de ellos que habitan actualmente Urak. Sin embargo, es la primera vez, para muchos de ellos, que ven guerreros Talavalery. No es que los llamados «ángeles» no hayan participado en la guerra de liberación, sino que rara vez los Shezenvalery tienen la oportunidad de encontrárselos, pues son muy recluidos. Quizás esta actitud podría producir ciertos problemas de discriminación entre estos, pero ambos grupos tienen motivos para confiar los unos de los otros. Los Shezenvalery fueron los primeros en expulsar al imperio y sus aliados de sus tierras, permitiendo que Fustúa y Argend pudiesen liberarse también. Por otro lado, la persona que ha jugado un rol clave en la liberación de los esclavos demonio fue una Talavalery, Tina Lyrium.
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Exhekar Tales V: De Dragones & Rebeliones
FantasiLa guerra en el continente de Erijofen se ha estancado. Ninguno de los bandos tenía la fuerza suficiente como para continuar la batalla y había interesados peligrosos observándoles a la distancia. Momentos de paz habían comenzado, aunque muy tensos...