Parte 3
Días después del primer entrenamiento con los soldados, Makta y los guerreros Shezenvalery se han vuelto completamente amigos. Se saludan con rostros sonrientes por las mañanas y se esfuerzan por mejorar sus habilidades juntos.
Las constantes batallas contra la Drogural han empujado a los soldados a cambiar sus técnicas por unas más eficientes en el combate. A pesar de aquello, la chica dragón continúa venciéndoles en combate, exceptuando la capitana. Cabe mencionar que la líder de esta guarnición está sintiendo cada vez más dificultades para obtener la victoria.
Makta siente que está acercándose poco a poco hacia su objetivo.
Pero, no importa cuánto mejore, todavía no es capaz de hacer progresos con Arnus.
* * *
—¡Es frustrante! —exclama la semidragón, sentada bajo un árbol, junto a Narea. Tiene en sus manos un canasto con comida, la cual devora para disminuir el enfado hacia sí misma.
—Tranquila, estás mejorando, eso es indudable. —Narea trata de reconfortar a su acompañante de almuerzo.
—No importa cuánto mejore, no es suficiente. Ni siquiera puedo hacer que el rey cambie de posición cuando luchamos.
—Ya lo lograrás, ten fe en ti misma. —Narea sonríe amablemente hacia la chica, pero la joven Drogural no está agradecida con esas palabras utópicas. En venganza, Makta le roba un emparedado a la Shezenvalery—. ¿Eh? ¡Eso es mío!
Ignorando las lágrimas de la mujer, la chica dragón come de su botín mientras piensa en lo que puede hacer para llamar la atención del rey.
En el reino de Spika, la fuerza es lo más llamativo y es principalmente lo que define el estatus de las personas. Pero aquellas costumbres en realidad son impuestas bajo la lógica guerrera de quienes gobiernan la zona: los Drogural. Si se pone a pensar con detenimiento, también hay otros agentes en altos cargos del gobierno porque su mente es necesaria para administrar de forma correcta la nación y esto es aceptado por todos como si fuese algo normal. Makta alguna vez se preguntó el motivo de esto, pero nadie le dio una respuesta, teniendo que sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, esa duda realmente nunca obtuvo una explicación lo suficientemente convincente como para salir de la mente de esta chica. Y es por eso que una nueva idea pasa por su mente.
«Hasta ahora siempre he pensado como una Drogural, pero...»
—Narea.
—¿Sí? ¿Te vas a disculpar por comerte mi emparedado?
—No lo haré, es tu culpa por no estar atenta.
La Shezenvalery sonríe a su compañera; una sonrisa que no expresa felicidad alguna.
«¿Cómo le hace para mantener ese rostro y aun así llenarse de hostilidad?»
—Narea, ¿qué es lo que más atrae a los de tu especie?
—¿Eh? —La mujer de cabellos morados abre sus ojos ampliamente—. ¿A qué viene eso?
—Digo, todo este tiempo los he tratado como trataría a un Drogural. Sin embargo, tu pueblo tiene otra mentalidad. Con el tiempo que he llevado en este país, me he percatado de que, a pesar de ser ambas naciones militares, nuestras costumbres son bastante diferentes.
—¿Oh?
Los ojos amarillos de pupila vertical de la mujer demonio se enfocan en el rostro de Makta, expresando una mezcla de seriedad y curiosidad. Por su lado, la chica dragón se siente algo nerviosa por esta intensa mirada.
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Exhekar Tales V: De Dragones & Rebeliones
FantasyLa guerra en el continente de Erijofen se ha estancado. Ninguno de los bandos tenía la fuerza suficiente como para continuar la batalla y había interesados peligrosos observándoles a la distancia. Momentos de paz habían comenzado, aunque muy tensos...