Capítulo III: [Para romper la cadena de odio] (1&2)

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Parte 1


Meses atrás, entre las primeras semanas de la «invasión» al castillo por parte de Makta, esta chica tuvo un segundo encuentro que cambiaría su destino.

El primero considerado por ella fue el conocer al rey Arnus. El haber luchado y perdido de una forma tan rápida tuvo un increíble impacto en la mentalidad de la Drogural. En un principio, ella solo quería evitar el desposar a este hombre que se decía que era más fuerte que un dragón ancestral. Sin embargo, con el pasar de los días, esos sentimientos cambiaron al deseo de vencer a su rival, para luego convertirse en admiración por el monarca y, finalmente, acabar en una suerte de interés amoroso hacia él.

Lamentablemente, esta chica estaba sola en el reino. Nadie la apoyaba y era muy difícil entablar conversación alguna con el resto de Shezenvalery. Algunos trabajadores atendían de forma mínima a la Drogural, considerándola como una invitada no deseada.

Precisamente en estos tiempos fue cuando se topó con una persona inesperada.

Por un error, Makta cayó sobre un objeto especial que tenía la función de elevarse. Ella no sabía cómo funcionaba, por lo que fue víctima de sus propios temores al ver que se alejaba del suelo, flotando a una distancia desagradable para ella.

Quería pedir ayuda, pero su orgullo no se lo permitía. No podía confesar que, a pesar de tener alas, era incapaz de volar a grandes alturas; peor era que el motivo fuese simple miedo. Por otro lado, también era improbable que un Shezenvalery le ayudase, considerando su animosidad para con ella. En realidad, los mal llamados «demonios», a pesar de sentir rencor hacia el reino de Spika, en su mayoría eran personas amables, pero la impresión que tenía de ellos hacía difícil obtener una comprensión objetiva de estos.

Bajo este contexto, cierta persona pasó a su lado, volando por los cielos. Su cabello morado y trenzado se ondeaba en el cielo mientras maniobraba su vuelo usando magia vectorial.

Esta persona notó la expresión aterrada de la Drogural y se dispuso a ayudarla.

Esa fue la primera vez que recibió la amabilidad de un habitante de Urak de forma tan directa. Una mujer gentil y animada llamada Narea la había salvado. Lo mínimo que podía hacer era agradecer. Lamentablemente, el orgullo de Makta le hacía difícil expresar esos sentimientos y tardó demasiado en hablar, pues la Shezenvalery se retiró del lugar rápidamente.

Arrepintiéndose de su falta de acción, la chica dragón decidió buscar a esta mujer y darle su apropiado agradecimiento. Lamentablemente, esta persona era más difícil de encontrar de lo que parecía. Siempre que preguntaba por ella, quienes se dignaban a darle indicaciones parecían errar en sus palabras, pues la Shezenvalery ya se había retirado de ese lugar al momento de que Makta llegase.

Fue tanto el tiempo que le tomó hallarla una segunda vez que la Drogural pensó que Narea estaba evitándola. Pero, cambiando su suerte en un inesperado giro, la princesa del reino de Spika se la encontró conversando con el rey al momento de ir a retarlo a un duelo por enésima vez.

Y, por algún motivo sin aparente razón, Arnus decidió dejar a Narea a cargo de la semidragón, esto con el fin de terminar con la discriminación hacia esta princesa. Fue algo extraño y curioso: tanto Makta como Narea malinterpretaron las acciones del rey, quien solo quería entablar mejores relaciones con Spika. La Drogural se sintió aún más atraída por el monarca y la Shezenvalery pensó que este estaba interesado en la invitada de forma amorosa.

Incluso si este malentendido fue arreglado unos cuantos días después, la oportunidad hizo que ambas chicas entablasen una fuerte camaradería y trabajasen juntas para cumplir con la meta de una de ellas, Makta.

Exhekar Tales V: De Dragones & RebelionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora