Capítulo IV: [El significado del amor] (6)

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Parte 6


El tercer baile termina sin mayores complicaciones. Zeila ha estrenado su vestido, sorprendiendo a quienes la conocen, pues es común verla con otras ropas. Por su comportamiento y forma de vestir, no es extraño asumir que ella es una niña que prefiere los pantalones y las botas a los vestidos y los tacones. En Urak no existe un código de vestimenta estricto que diferencie a hombres de mujeres, pero es usual que las hembras Shezenvalery usen ropas más ligeras debido a que la densidad muscular es menor en sus cuerpos que la de los machos. Aun así, tampoco es mal visto a una de ellas vestida de una armadura completa. Como pueblo guerrero que son, no se pueden dar el lujo de menospreciar el sentido de moda de otros. Es por esta razón que nadie cuestionó los gustos de Zeila hasta ahora.

—Tan linda y tierna. La quiero como mi hija.

Comentarios de algunas madres se escuchan en admiración a la pequeña de cabello azul. Makta trata de ignorar los consejos que estas mujeres dan a sus hijos para acercarse a la candidata al trono.

«¿Qué rayos les están enseñando a sus hijos?»

Por otro lado, a pesar de la admiración del público, la Drogural no escucha comentarios de ese tipo refiriéndose a Ubi. Quizás es porque asumen que ella ya tiene una pareja: Rugen, quien bailó con ella en esta ocasión.

Antes de separarse, el joven candidato al trono entrega un objeto a su amiga. Se muestra algo nervioso, pero la Shezenvalery pelirroja lo acepta con una sonrisa. Feliz por haber sido correspondido su regalo, el pequeño se aleja de los presentes, yendo a quién sabe dónde.

—¿Y eso? —pregunta Makta, en tono burlón.

—Un collar de flores —responde Ubi. Se muestra muy alegre por este regalo, pero solo lo sostiene en su mano, admirándolo.

—Ya veo, ya veo. Un lindo collar hecho a mano, ¿no? Ha de haber puesto todo su esfuerzo y sentimientos en él.

—Sí.

La Drogural ha estado intentando avergonzar a la pequeña, sin tener éxito alguno. Tal parece que se encuentra demasiado feliz como para notar el tono y las expresiones de la princesa de Spika.

Rindiéndose, Makta suspira y se encoge de hombros. Ya que no puede hacer más para molestar a su amiguita, decide ayudarla a colocarse el accesorio.

Siendo sinceros, las flores usadas para el collar no combinan muy bien entre sí y tampoco hacen un buen par con el vestido de la pequeña. La torpeza de Rugen al crear este regalo se le hace tierna. Da cuenta de su esfuerzo a pesar de no ser un gran conocedor de la moda.

—¿Tendrás algún vestido que combine bien con este collar? —pregunta la Drogural mientras hace un nudo para cerrar dicho accesorio en el cuello de Ubi.

—Creo que no. —La chiquilla suelta una leve risita—. Aun así, me gusta como está. Es perfecto para mí.

—Ah, ¿sí? Tampoco veo que combine mucho con tu cabello. Ese chico tendrá que recorrer un largo camino.

—No, así está bien.

—¿Tú crees?

—Sí. —Ubi observa el collar en su cuello, jugando con las flores usando sus dedos—. Después de todo, tiene todas las flores que me gustan.

Cualquier crítica por parte de la semidragón hacia Rugen se esfuma inmediatamente tras las palabras de la pequeña. Ahora solo queda admiración por la dedicación del pequeño.

Comienza a escucharse la música del cuarto baile en esta noche de fiesta y Makta visualiza a Notrisha, bailando con su «hermano» Bermel. También está nuevamente Narea, danzando junto a una persona desconocida.

Exhekar Tales V: De Dragones & RebelionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora