Parte 3
En el claro de un bosque, cuya ubicación es desconocida, yace un Shezenvalery albino, sentado en el suelo con un rostro deprimido.
El joven no dice ninguna palabra, pero puede notarse que no ha tenido un buen día. Iluminado por la luz de la luna y las estrellas, se limita a refunfuñar de vez en cuando.
—¿Vais a estar así toda la noche, pequeñajo?
—Rugeivyr, tú no lo entenderías.
—Entiendo que buscáis mi lástima al actuar así, pero os advierto que soy un Drogury orgulloso. Yo no veo a los demás con la intención de protegerlos.
—Tampoco quería que me protegieras.
—Bueno, os escucho. ¿Qué sucedió hoy?
El Shezenvalery desvía su mirada, haciéndose el difícil. La voz de su acompañante se mantiene en silencio, esperando por su respuesta.
—He discutido con el rey Arnus.
—¿Otra vez? ¿Es que acaso es un deporte vuestro el pelear con vuestro rey?
—¡No es un deporte! —El joven demonio enrojece, iracundo—. Dice que quiere liberar a los prisioneros de guerra y devolverlos al imperio y a Shawn. Según él, las otras naciones pagaron el debido rescate. Yo los hubiese asesinado hace mucho.
—Es un tanto audaz de vuestra parte buscar su muerte. Comprendo vuestros deseos, tienen sentido.
—¿Verdad que lo tienen? Sin embargo, ese rey idiota... Si esto sigue así, pensarán que les tenemos miedo y comenzarán a atacarnos nuevamente.
—Creo que ya lo hacen. Bueno, es la decisión de vuestro rey; habrá que respetarla. Aunque coincido contigo cuando decís que es mejor asesinarlos. Al haber estado en la capital, pueden haber adquirido información útil para sus respectivas naciones.
El albino asiente, dándole la razón a su compañero. Su expresión deprimida se ha esfumado y ahora solo queda su admiración por el ser a su lado.
—No os conviene asesinarlos en Urak, ahora que supuestamente se ha pagado un rescate, pero... ¿Qué os parece si los eliminamos en sus propias naciones?
—¿Puedes hacer eso? ¿No estás muy grande como para pasar desapercibido? Además, todos saben que nuestro reino tiene a un dragón oscuro ancestral apoyándonos.
—Descuidad, tengo unos pocos subordinados que se han asentado en el continente. Ellos se harán cargo de ellos.
El Shezenvalery sonríe, feliz de haber conversado sobre esto con su camarada. Parece orgulloso de haber protegido a su pueblo desde las sombras, sintiéndose más competente que el monarca al cual ha jurado lealtad.
* * *
Al día siguiente, la princesa del reino de Spika despierta sobre una cama desconocida.
«¿Dónde estoy?»
Mentalmente tiene cierta sensación de déjà vu respecto de su situación actual. De la misma manera, siente que ha soñado nuevamente con algo que debiese ser importante, pero rápidamente ha olvidado toda la información.
La Drogural observa sus alrededores. Las paredes de ladrillos poco decorados y los muebles de la habitación son característicos de un cuarto perteneciente al castillo de Waltegya. El lugar en sí carece de una puerta, por lo que puede ver el pasillo del palacio desde su cama.
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Exhekar Tales V: De Dragones & Rebeliones
FantasyLa guerra en el continente de Erijofen se ha estancado. Ninguno de los bandos tenía la fuerza suficiente como para continuar la batalla y había interesados peligrosos observándoles a la distancia. Momentos de paz habían comenzado, aunque muy tensos...