Parte 2
«Ahora que lo pienso, no he visto a Narea en un tiempo.»
Balanceando una lanza de madera, Makta se cuestiona el paradero de su amiga. Desde el cumpleaños del rey Arnus, la Shezenvalery se ha presentado con menos frecuencia, argumentando que ha tenido ciertos percances.
«Es... solitario.»
Es extraño para ella sentirse así. Tal parece ser que se ha acostumbrado demasiado a la presencia de esa mujer. Bueno, es comprensible en su caso, considerando que son pocos los habitantes de Urak que le dirigen la palabra. Ser ella de una especie perteneciente a una nación enemiga no ayuda a que sean más amigables; mucho menos el hecho de ser una princesa.
En parte tiene suerte de que el sistema de jerarquía en Urak sea diferente de otras naciones. En este país de demonios, la familia real no tiene un respeto excesivamente superior. De ser como los otros reinos en el continente, quizás ni siquiera podría estar entrenando con los soldados Shezenvalery.
«Ahora que lo pienso, ellos han sido un poco más sociables.»
Haciendo memoria, los soldados contra los que ha luchado como entrenamiento han cambiado levemente en su forma de tratarla. En el primer día fue capaz de formar una buena relación con ellos. Sin embargo, aquello está lejos de ser llamado una amistad. Una forma de definirlo es considerar la «camaradería», pero todavía no han interactuado lo suficiente como para tener un lazo tan fuerte.
Makta es rápida en creer tener amigos, por lo que sufre de una sensación mayor de soledad que como lo hace un Shezenvalery. Los soldados apenas hablan con ella y solo unos pocos la saludan cuando llega al campo de entrenamiento. Pero, si considera el pasado de hace unos días, donde ni una sola palabra le era dirigida a pesar de creer que ya tenía amigos, este presente es mucho mejor.
En palabras simples, esta chica es fácil de contentar mientras exista un progreso.
«Me volveré más fuerte.»
Y ya que su personalidad es así, también su mayor problema es no lograr nada en sus duelos contra Arnus, a pesar de todo el entrenamiento que ha tenido. Necesita nuevas ideas, pero le falta la persona que se las da.
No pudiendo soportarlo más, la joven Drogural se decide ir en busca de Narea una vez finalizada su rutina.
* * *
El castillo de Waltegya es una estructura de gruesos muros de ladrillos con cinco plantas. Su diseño, tanto interior como exterior, reflejan más lo que se puede llamar como una «fortaleza», con una arquitectura basada más en lo práctico que en lo atractivo. Un edificio digno de una nación habituada a la guerra.
Posicionado sobre una colina en medio de la ciudad capital, el castillo de Waltegya busca aparentar ser una estructura de difícil acceso, cuando en realidad es todo lo contrario. Caminos pavimentados han sido proporcionados para facilitar la llegada al palacio y la seguridad es estricta solo para los forasteros.
Cualquier habitante del reino de Urak o de las naciones aliadas puede visitar el lugar sin mayores preocupaciones, recibiendo la hospitalidad que los Shezenvalery pueden otorgar. Por supuesto, el acceso a las diferentes habitaciones es algo que está restringido, para la seguridad de aquellos que han llegado por invitación. Queda de más decir que no cualquier visitante será recibido por el rey o los altos mandos. Además, también existe un límite en el número de personas que pueden ingresar a la vez.
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Exhekar Tales V: De Dragones & Rebeliones
FantasyLa guerra en el continente de Erijofen se ha estancado. Ninguno de los bandos tenía la fuerza suficiente como para continuar la batalla y había interesados peligrosos observándoles a la distancia. Momentos de paz habían comenzado, aunque muy tensos...