Capítulo 2

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Capítulo 2

Un fuerte fogonazo de luz me despertó esa mañana, seguido de un manotazo en la cara

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Un fuerte fogonazo de luz me despertó esa mañana, seguido de un manotazo en la cara. Abrí los ojos y observé a la chica que dormía plácidamente a mi lado, en mi cama. El pelo se desparramaba por la almohada en una cascada castaña.

Anoche había salido de fiesta con Connor y el muy cabrón me había empujado a los brazos de Kelly, esa despampanante mujer que ahora dormía en mi cama. Habíamos bailado como animales en celo, pero en ningún momento de nuestro sensual contoneo había podido dejar de pensar en ella, en la mujer que de verdad me quitaba el hipo con solo una mirada.

Pero ni siquiera me daba la hora.

Por eso, mi amigo había insistido tanto en que me acercara a Kelly.

—Un clavo saca otro clavo —me aseguró.

Lo había escuchado escéptico, pero al final había cedido como un tonto. Lo peor de todo es que no había sentido nada la noche anterior, solo un vacío que me hizo sentir incómodo. No me iba el sexo sin sentido, era un hecho.

Sin hacer mucho ruido, salí de la cama y me puse un pantalón de chándal y la primera camiseta de algodón que encontré en el armario. Estaba preparando el desayuno cuando mi acompañante se despertó. Entró en la cocina vistiendo de nuevo ese vestidito corto que había levantado más de una mirada indiscreta.

—Huele muy bien.

—He preparado café. ¿Te gustan las tortitas con sirope? Puedo prepararte unas en un santiamén.

Kelly arrugó el morro.

—No como comida basura. Tengo que mantener la línea.

Ahogué una queja. Las mujeres que se pasaban los días en una dieta eterna solo porque querían permanecer delgadas no eran mi tipo. Me gustaban las que no se cortaban ni un solo pelo en pedir una hamburguesa bien grasienta.

—Está bien.

Desayunamos en silencio. No tardé mucho en despacharla. Cuando por fin se fue, solté un profundo suspiro desde lo más hondo de mi garganta. De verdad, esa noche había sido un maldito error. ¿En qué estaría pensando? No debí haberla invitado a mi apartamento, no cuando estaba claro que no había química entre nosotros.

Pero así te has quitado las ganas que le tienes a cierta chica, me dijo una voz en mi interior.

Gruñí. No era momento de pensar en ella, no otra vez.

En un intento por mantener la mente ocupada en otros asuntos, pasé a limpio los apuntes que había cogido la semana anterior. Había empezado mi último año de carrera hacía un mes. Septiembre estaba por terminar y, con ello, el buen tiempo. Poco a poco los días eran más cortos y las tardes más frías. Atrás se había quedado el verano y el viaje de un mes que había hecho con mis amigos por Europa.

Destiny. Escucha mi voz (Serie «Chicas guerreras» 2) (#PGP2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora