Capítulo 11

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Capítulo 11

A veces soñaba que era otra persona, más valiente y más dura

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A veces soñaba que era otra persona, más valiente y más dura. Soñaba con el instante en el que le abría mi corazón a Jordan, el momento en el que le contaba todo. En mis sueños él me aceptaba y me besaba con la misma intensidad del beso que nos dimos en la fiesta de disfraces. Me volvía loca con los dedos y me hacía sentir aceptada.

Si tan solo fuera posible.

Me encantaría poder decirle sin miedo que era una chica transgénero, que me gustaba mucho. Me encantaría que él me dijera que eso no le importaba, que sentía lo mismo por mí. Ojalá pudiera sentir de nuevo sus labios sobre mi boca, su aliento en mi oreja y que solo una caricia provocara que se me pusiera la piel de gallina.

Pero no podía ser. En un mundo donde la discriminación estaba a la orden del día, no era tan sencillo dar con personas que aceptasen a personas como yo. Lo había vivido en carne propia. Si incluso el chico que me gustaba en el instituto dejó de hablarme —e incluso me amenazó con ponerme una denuncia si seguía insistiendo— cuando le conté la verdad.

En la oscuridad de la noche, bufé. Llevaba más de una hora dando vueltas como un tiovivo. No es que la cama fuera incómoda —es más, estaba muy calentita envuelta en las sábanas que olían a él—, me sentía nerviosa. ¿Cómo se suponía que debía actuar a la mañana siguiente? A ver, éramos amigos, ¿no?

Pero tú no sientes amistad por él, me dijo mi voz interior.

Solo de recordar ese momento en el que se había acercado tanto a mí que había estado a punto de besarle. Si no fuera por toda mi fuerza de voluntad, me habría tirado sobre sus brazos y habría dejado que hiciera conmigo lo que quisiera. ¡Había tenido que ponerme un cojín en el regazo para ocultar mi erección!

Porque sí, tenía erecciones. Mi órgano genital seguía siendo el pene al fin y al cabo. Era muy común que cuando me sentía muy cachonda tuviera erecciones.

¿Por qué se acercaba tanto? ¿Por qué parecía divertirle acaparar mi espacio personal?

Porque le gustas.

Mentira, no le gustaba. Solo me veía como a una amiga.

Amiga. Me dejaba un mal sabor de boca pensar y pronunciar esa palabra. No quería ser su amiga; quería que me viera como a la mujer hermosa y lista que era. Nunca antes había sentido algo tan fuerte por un tío, ni siquiera en el instituto.

Al final, en algún momento entre todas las vueltas que di me quedé dormida y no abrí los ojos hasta que la luz del exterior me despertó. Estaba tan desorientada que me caí incluso de la cama. Al principio me asusté al no ver mi habitación ni mis cosas, pero pronto recordé que me había quedado a pasar la noche en casa de Jordan.

Me recorrió un escalofrío.

Descalza y vestida únicamente con una de sus camisetas, salí de la habitación del chico que me volvía loca y me encerré en el baño como alma que lleva al diablo. Tras hacer mis necesidades básicas, lavarme las manos y desmaquillarme como pude, apoyé la frente en el espejo.

Destiny. Escucha mi voz (Serie «Chicas guerreras» 2) (#PGP2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora