¡El 17 de noviembre de 2022 en papel de la mano de la editorial Montena.
PREMIO JAÉN DE NARRATIVA JUVENIL 2022.
Un sueño inalcanzable.
Un amor imposible.
Y una chica dispuesta a todo para cumplir sus metas.
Destiny está dispuesta a darlo todo para t...
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La primera vez que salí del armario ni siquiera era consciente de a lo que tendría que enfrentarme en el futuro. Para mí era tan sencillo que no llegaba a comprender por qué los adultos no lo veían también. Contárselos a mamá y a papá fue una liberación, por fin podría ser yo misma, por fin todo tenía sentido en mi vida.
Ahora me sentía tan aterrorizada. Había llegado el momento de decírselo en voz alta y ya no había vuelta atrás. Era un mar de lágrimas, mi corazón latía desbocado y mi pecho subía y bajaba con rapidez. Mientras, Jordan se mantenía en un silencio que me estaba carcomiendo por dentro. ¿Qué pensamientos pasarían por su cabeza?
—Por favor —lloriqueé al ver que no decía nada—, no te vayas. Sigo siendo la misma persona, la misma Destiny que conoces.
—¿Eres transexual?
—Transgénero —lo corregí en apenas un hilillo de voz.
Se cruzó de brazos y me miró como si fuera la primera vez que me veía.
—¿No es lo mismo?
Chasqueé la lengua.
—Una persona transexual es aquella cuyo género no concuerda con el que le asignaron al nacer y que se ha sometido o desea hacerse cirugías genitales. Una persona transgénero, como yo, somos aquellas que decidimos no someternos a ese tipo de cirugías.
Me miró de arriba abajo, quedando sus ojos fijos en mis pechos.
—Pero tienes tetas.
Me pasé las manos por el pelo, un tanto frustrada por la situación.
—Mira, es complicado. Sí, tengo tetas, pero mi órgano genital sigue siendo el pene. Por eso... Por eso me fui corriendo ese día en el que me confesaste lo mucho que te atraía. Yo... Me asustaba la reacción que tendrías cuando supieras la verdad. No quería decirte que también me gustas mucho si aún seguía ocultándote esto. —Di un paso al frente, armada de un valor que no supe de dónde saqué, y con dedos temblorosos le toqué la barbilla—. Me gustas mucho, Jordan, desde el día en el que te tropezaste conmigo en el pasillo y me tiraste al suelo.
—¿Te gusto?
Esbocé una sonrisa triste.
—No sabes cuánto.
Retrocedió hasta sentarse en el sofá. Mientras, fui a la cocina y le serví una vaso de agua.
—Recapitulemos. Eres trans, eso quiere decir que has nacido en un cuerpo equivocado, en el cuerpo de un chico, ¿no?
Negué con la cabeza. Ay, Jordan, cuánto te queda por aprender.
—Cada cuerpo es como es, diverso, porque no hay dos iguales. Si hay algo que está mal es la mirada de la sociedad, de los demás, hacia nosotros, esos juicios que nos asfixian cada día. Además, soy una chica, por lo cual mi cuerpo es el de una chica. Sí, tengo un pene, pero es un pene de chica y no, no me siento una chica, soy una mujer.
