Capítulo 5
—Alguien necesita salir de marcha —canturreó Phoenix nada más verme.
Hice un mohín. Hacía unas semanas que no iba a ninguna fiesta y mi cuerpo ya lo estaba notando.
—Necesito pasármelo bien, beber, bailar con un tío buenorro y, quizás, liarme con alguien —respondí en cuanto apoyé el trasero en la silla acolchada de la cafetería en la que había quedado con mi amigo aquella tarde.
—He oído que han organizado una fiesta de disfraces. ¡Hay que llevar máscaras! Podríamos ir. Es este sábado. ¿Qué me dices? Podrías lucir un disfraz sexy mientras yo me encargo de ahuyentar a los moscardones.
Esbocé una sonrisa de oreja a oreja.
—Me encanta. Necesito relajarme. —Le di un gran sorbo a mi mocca. Al instante, se me ocurrieron un par de ideas y combinaciones para posibles disfraces—. ¿Dices que es este sábado?
—Ajá.
Hice una mueca. Venus estaría fuera el fin de semana debido a que jugaba un partido en Minnesota, aunque, de estar, estaba segura de que me pondría cualquier excusa. Esa mujer necesitaba divertirse más a menudo.
—¿Paso a buscarte a las ocho?
—Por supuesto.
Phoenix y yo éramos grandes amigos. En más de una ocasión, Venus había insinuado que podría intentar tener algo con él, pero solo lo veía como un amigo. Además, sabía de sobra que él estaba pillado por una chica de su clase de Lenguas Modernas, así que no estaba a mi alcance aún si quisiera.
Solo que yo fantaseaba con cierto chico de pelo azabache que me sacaba de quicio cada dos por tres. ¿A qué había venido la miradita de esa mañana? Lo había pillado con la vista fija en mí y si bien una parte se había sentido halagada de que se hubiera fijado en mí, había otra que me gritaba que seguramente estuviese mirando a otra persona.
Phoenix chasqueó los dedos delante de mis narices y ese simple gesto me hizo volver a la realidad. Parpadeé.
—Perdona, ¿qué decías?
Se le escapó una risa ronca de la garganta.
—Que si quieres, podemos hacer una fiesta de pijamas. He comprado una mascarilla que te va a encantar. Si te apetece, te dejo que me pintes las uñas mientras vemos ese culebrón tan malo al que nos hemos enganchado.
Reí. Lo cierto era que había encontrado en él a un amigo de verdad. Pese a que al principio me mostrara reticente a quedar, al final había descubierto que me sentía muy cómoda y que las chicas y los chicos también podían ser amigos.
—Me parece muy buen plan. Voy a avisarle a Venus cuando la vea a la noche y a preparar todo. ¡Qué ganitas que tengo de salir a bailar! Espero que me reserves un par de bailes.
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Destiny. Escucha mi voz (Serie «Chicas guerreras» 2) (#PGP2021)
ChickLit¡El 17 de noviembre de 2022 en papel de la mano de la editorial Montena. PREMIO JAÉN DE NARRATIVA JUVENIL 2022. Un sueño inalcanzable. Un amor imposible. Y una chica dispuesta a todo para cumplir sus metas. Destiny está dispuesta a darlo todo para t...