¡El 17 de noviembre de 2022 en papel de la mano de la editorial Montena.
PREMIO JAÉN DE NARRATIVA JUVENIL 2022.
Un sueño inalcanzable.
Un amor imposible.
Y una chica dispuesta a todo para cumplir sus metas.
Destiny está dispuesta a darlo todo para t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todo lo que había ocurrido en esos últimos meses había sido muy intenso. Desde que decidí dejar de lado esa cabezonería tonta y esas chorradas sobre que no podía salir con la mejor amiga de la novia de mi amigo mi vida había ido a mejor. Mucho más colorida.
Destiny le aportaba sabor. Con su risa, sus sonrisas, su dulzura, su música, su olor...
Ahora, dos semanas después de haber ganado los Estatales, nos habíamos citado en mi casa en apenas cinco minutos. Íbamos a trabajar en sus redes sociales. Según lo que me dijo dos días atrás, estaba lista para animarse a probar cosas nuevas.
Y madre mía si se atrevió.
Tocó la puerta, puntual como siempre. Su sonrisa entusiasta estaba ahí, junto a la mochila en la que llevaba el portátil.
—Pequeña guerrera, estás impresionante.
Su gesto se amplió. Dio unos pasos hacia mí y, poniéndose de puntillas, me dio un beso en la mejilla. Con ese conjunto de lunares rojo y los labios pintados a juego era la tentación personificada.
—Tú también estás muy guapo.
Me miró con esa mirada seductora. Se mordisqueó los labios, lo que provocó que un mar de fuego se encendiera en mi interior. Destiny era la diosa más perfecta de todas.
La dejé entrar y ella se adueñó del espacio. Prácticamente en dos minutos ya estábamos sentados junto a la mesa del comedor. Ambos teníamos la vista clavada en la pantalla, que mostraba su canal en YouTube. En esos últimos días ya había superado con creces el millón de suscriptores, la propia plataforma le había enviado una caja de cupcakes y la placa conmemorativa que había colgado con orgullo en su habitación.
—Vale, por lo que veo tienes un par de vídeos en borrador. ¿Te parece bien que los vea?
—Para eso estoy aquí. Quiero que seas el primero.
Ver lo mucho que confiaba en mí, cuán importante me había convertido para ella, hizo que mi corazón se hinchara de orgullo. Entrelacé nuestros dedos y le di un pequeño beso sobre la unión.
—Gracias.
Me miró de hito en hito. Era adorable verla tan desorientada.
—¿Por?
—Por dejarme entrar, por confiar en mí y por hacerme el hombre más feliz del universo.
Ahí estaba de nuevo esa sonrisa que tanto me gustaba. Haría lo que fuera por ver ese brillo en ella.
—Gracias a ti por ser tan bueno conmigo. —Apoyó la cabeza en mi hombro—. Te quiero.
Le di un beso suave.
—Yo también te quiero. Eres perfecta.
Inicié el primer vídeo. En él se veía a una Destiny distinta al de los demás, más feliz y más fuerte. Estaba sentada al teclado, vestida con unos pantalones largos, rotos a la altura de la espinilla, y una camiseta de manga corta de los Rolling Stones. Como era habitual, se presentó a ella y a su canal e invitó a los oyentes a seguirla en sus redes.
