Epílogo

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Epílogo

Unos meses después

Me miré en el espejo una última vez

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Me miré en el espejo una última vez. Desde donde estaba, podía escuchar el griterío histérico de los fans. Olía a humo artificial, hormonas revolucionadas y felicidad pura.

Alguien llamó a la puerta y, a través del espejo, vi que Jordan entraba en la pequeña estancia improvisada.

—Es hora de salir al escenario, guerrera.

Sonreí. La de giros y vueltas que había dado mi vida en tan solo unos meses. ¿Quién diría que estuviera a punto de dar un concierto? Y no era precisamente el primero.

Desde que había empezado a subir mis propias canciones a YouTube se había desatado tal revuelo, me había hecho tan viral y trendding topic, que pronto contactó conmigo una discográfica de prestigio interesada en mí y en mi música. Fueron semanas de duro trabajo, pero gracias a eso tenía mi propio disco, top 1 en ventas desde su lanzamiento.

Era una puta locura.

Solo de pensar en la cubierta me daba tal sensación de placer. Mi nombre se veía en grande y, justo debajo, el título, «Escucha mi voz». Y mi imagen. ¡Menuda estampa! Aparecía con una expresión de puro cabreo, con la boca abierta lista para morder y y atacar a cualquiera que se interpusiera en mi camino, las cejas casi juntas y los ojos entrecerrados, con mirada penetrante. Determinación, fuerza y ganas de gritar «¡Estoy aquí!».

Me levanté de la silla de plástico, me ahuequé las ondas y me aseguré de que las horquillas estaban en su lugar. Cerré los ojos y pensé: «Esto es lo que llevas soñando desde que eres una niña. Disfruta el momento. Hazte escuchar».

Y lo haría. Lo hacía cada vez que salía a escena.

—Estoy lista —le dije, decidida.

Me acerqué a él y dejé que Jordan me rodeara con sus fuertes brazos.

—Sal ahí y hechiza con tu voz y tu carisma a tu público, mi pequeña guerrera —me susurró al oído.

Su presencia era un calmante para los nervios que crispaban mi cuerpo.

Le di un beso en los labios, apenas un ligero roce. No quería estropear el maquillaje si se nos iba de las manos, como la vez en la que, tras lo que parecía solo un beso inocente acabó con ambos desnudos en la ducha.

—Lo haré. Te quiero.

Me revolvió con cariño el pelo.

—Yo también te quiero, rubita.

Me acompañó por el largo pasillo que llevaba al escenario. Había carteles de todas las estrellas que habían pisado ese escenario y pensar que pronto mi cara estaría entre ellas me llenaba de satisfacción.

Destiny. Escucha mi voz (Serie «Chicas guerreras» 2) (#PGP2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora