VIII

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Me costaba mucho levantarme por las mañanas, pero esa era diferente. Un lunes por la mañana usualmente la gente odia su vida y solo quiere volver a sus calientes sábanas. Pero en mí caso, quería ir a la escuela. Claramente no era porque quería estudiar, sino porque Ophelia estaría allí y sería mí oportunidad perfecta para hablar con ella.

Cerré el casillero con una mano dirigiendo mí mirada y atención a la puerta de la escuela y a la castaña de ojos verdes que entraba por ella. Ophelia se acercó a su casillero dejando que su largo cabello descansará en sus hombros y cayera, incluso, prolijamente sobre ellos. Yo aproveché la situación de soledad y me acerqué a ella apoyando mí cuerpo en el casillero vecino.

—Hola. —Saludé con una sonrisa. La castaña me miró rápidamente y luego continúo guardando sus libros.

—Hola, Lix. —Devolvió el saludo, sin despegar la vista de sus tareas.

—¿Que tal tu fin de semana?

Ophelia miró por encima de mí hombro, fijando su vista en un grupo de gente que hablaba al fondo del pasillo. Me giré sobre mí mismo viendo hacía aquella dirección.

—Estuvo bien. Sobretodo el viernes. ¿Te gustaría hacer algo luego de la escuela? —Preguntó, escondiendo su cuerpo en la puerta abierta del casillero. ¿Estaba ocultandose de alguien?

—Por supuesto. ¿Nos vemos en la salida?

—Ahí nos vemos, Lix. —Ophelia se dió la vuelta pero se detuvo antes de dar otro paso, se giró y me miró con preocupación.—Por cierto, ¿Cómo está HyunJin con eso de su enfermedad?

—¿Enfermedad? ¿Hyunjin está enfermo? —La miré con aún más preocupación, ¿Cómo es qué no me había dado cuenta de eso?

—Me refiero a eso de la homosexualidad. ¿Cómo está? —Preguntó en un susurro, mis ojos se abrieron de golpe y mí ceño se frunció. ¿Era una enfermedad? ¿Ser gay era algo mental y físico?

—No, Hyunjin no es gay. —Por alguna razón su pregunta me causó ruido en la cabeza. Recién estaba escuchando esa expresión a un gusto distinto. Pero bueno, podía tener cierto sentido. ¿Verdad?

—Eso es un alivio, Lix. Por un momento creí que sería un problema en nuestro... Algo. —Ophelia señaló un círculo entre nosotros invisible que me hizo acelerar el corazón.

—¿Un problema? Nada sería un problema. —Comenté, dando un paso más al frente y enfrentando a la chica. Ophelia volvió la vista a más allá de mí hombro y luego sonrió en lo bajo.

—Lo digo porque si llega a enamorarse de ti, saldría muy lastimado. —Contestó como si aquello le rompiera el alma.—En fin, Lix. Nos vemos luego.

Y se fue, dejando un rápido y fugaz beso en mí mejilla, cerca de mis labios y con un remolino de pensamientos en mí cabeza.

¿Hyunjin? ¿Enamorado de mí?

Por alguna razón ese valde de agua fría me cayó directo al pecho y ahora sentía una presión extraña en esa zona. ¿Por qué me hacía tanto eco esa afirmación?

Me apoyé en el casillero, mirando un punto fijo de la escuela, mientras la gente pasaba y mis pensamientos aumentaban en tamaño. Necesitaba despejarme o acabaría tirado en una esquina. Así que sin más, me acerqué a Chris, Jeongin y Jisung que hablaban en su mundo sobre la prueba de filosofía que tenía lugar el miércoles.

—Hey. —Saludé una vez dentro de la ronda, el resto devolvió el saludo con una sonrisa, pero Jisung parecía no querer ni dedicarme una mirada.

—Yo debo irme. Hablamos luego. —Jisung se dió media vuelta, acercándose al baño de hombres y desapareciendo por la puerta. Chris miró hacía su dirección con una mueca.

Con amor, un Homofobico - [Hyunlix] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora